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28S – Desmitificando el aborto: ¡decidir es vivir!

Ciudad de México, septiembre de 2024.-  El 28 de septiembreDía de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, es un día clave para las mujeres de todo el mundo. En Mujeres Vivas, Mujeres Libres queremos romper mitos, esclarecer realidades y alzar la voz por nuestro derecho a decidir. La criminalización del aborto no sólo es una forma de violencia, sino también una barrera para nuestra libertad y autonomía. Es hora de que el miedo y la desinformación no sean lo que guíe nuestras decisiones.

Desmitificando el aborto: lo que debes saber para decidir en libertad

En nuestro país hablar sobre el aborto sigue siendo complicado. Mucho de lo que se dice está lleno de mitos que nos confunden, nos hacen sentir culpa o nos criminalizan. Es importante hablar del aborto para combatir la desinformación y los prejuicios que hay al respecto y compartir información para que todas podamos tomar decisiones libres e informadas.

“La desinformación refuerza el estigma y perpetúa la violencia contra las mujeres y personas gestantes. Al desmentir los mitos sobre el aborto, buscamos que todas y todes puedan  ejercer sus derechos y decir sin miedo ni culpa, para que cada mujer y persona gestante defina con confianza y dignidad su propio camino” afirma Angélica Contreras, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres. 

Aquí te presentamos algunos de los mitos más comunes, junto a la verdad que necesitas conocer:

Mito 1.- “El aborto es peligroso para la salud”

La realidad: el aborto es uno de los procedimientos médicos más seguros cuando se realiza por profesionales o personas acompañantes capacitadas y en un entorno adecuado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un aborto es seguro cuando se sigue el protocolo correcto. El verdadero peligro surge cuando éste no es accesible y las mujeres recurren a métodos que pueden poner en riesgo su salud. Sin embargo, cada año se producen 25 millones de abortos peligrosos en todo el mundo, de los cuales el 97% ocurren en países en vías de desarrollo, como los de América Latina. Estos abortos inseguros representan una de las principales causas de muerte materna. ¡Por eso es vital que el aborto sea accesible y seguro!

Mito 2.- “Las mujeres que abortan  caen en depresión y  quedan con un trauma para toda la vida”

La realidad: es falso que las mujeres y personas gestantes que abortan sufren un trauma o una depresión.  De hecho, la mayoría siente alivio y confianza en su decisión. Estudios demuestran que  cuando las mujeres y personas gestantes acceden a un aborto seguro, no hay un mayor riesgo de problemas emocionales o psicológicos. Lo que realmente provoca sufrimiento es ser forzada a llevar un embarazo no deseado,abortar en condiciones inseguras o recibir comentarios violentos y críticas por su decisión. El aborto, cuando es seguro, no tiene impacto negativo en la salud mental de las mujeres. 

Mito 3.- “El aborto promueve la  irresponsabilidad”

La realidad: abortar no es una decisión que se toma a la ligera. Las mujeres y personas gestantes no usan el aborto como método anticonceptivo. En realidad, quienes lo eligen es porque es lo mejor para su vida y su situación. Juzgar esta decisión refuerza el estigma y la discriminación. Además restringir el acceso al aborto no reduce el número de éstos. En países donde el aborto está restringido, sólo 1 de cada 4 abortos es seguro, comparado con 9 de cada 10 en países donde es legal.

Mito 4.- La legalización del aborto provocará que hayan más”

La realidad:  datos públicos comprueban que restringir el acceso al aborto no reduce su frecuencia. De hecho, la prohibición del procedimiento sólo obliga a las mujeres, las y les adolescentes y personas gestantes hacia procedimientos inseguros. Prueba de esto es que, en los países donde el aborto es legal y accesible, no ha habido un aumento significativo en la cantidad de abortos, pero sí una disminución en las muertes maternas y complicaciones asociadas. 

A este respecto Lizeth Mejorada, portavoz de Vivas y libres, enfatiza: “restringir el acceso al aborto obliga a las mujeres a procedimientos que ponen en peligro su salud y su vidas. Se estima que a nivel mundial 39,000 mujeres mueren como resultado de estos procedimientos. La legalización no promueve el aborto, sino que salva vidas.“

Mito 5.- “El derecho a la vida comienza en la concepción”

La realidad: la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que el embrión no es una persona, por lo tanto no le es aplicable el derecho a la vida. Cada quien tiene el derecho a creer lo que quiera sobre en qué momento comienza la vida, pero esas creencias no deben imponerse sobre los derechos de las mujeres. Cada una debe poder decidir sobre su propio cuerpo, su salud y su futuro con plena libertad.

Mito 6.- Las mujeres jóvenes no tienen la capacidad de decidir sobre un aborto”

La realidad: las mujeres y personas gestantes son capaces de tomar decisiones sobre su propio cuerpo. El que reciban información veraz y acceso seguro a servicios de salud reproductiva es su derecho, menospreciar sus decisiones es una forma más de violencia.

Mito 7) “Abortar puede ocasionar esterilidad o cáncer”

La realidad: el aborto legal y seguro no afecta la capacidad de elegir una maternidad en el futuro ni aumenta el riesgo de cáncer. Según la OMS, los riesgos asociados  son mínimos, especialmente cuando se realiza bajo condiciones médicas adecuadas. Si bien, en México, entre 2002 y 2018,  ha habido una disminución de la razón de mortalidad materna (RMM), el número de muertes maternas relacionadas con el aborto no ha disminuido De hecho, en ciertas entidades como como Baja California Sur, Querétaro, Coahuila y Sinaloa se registraron el doble de defunciones por aborto, mientras que en Nuevo León y Quintana Roo se triplicó. 


En México, muchas mujeres y personas gestantes aún enfrentan barreras para acceder al aborto seguro, por eso exigimos su despenalización en todo el país. El derecho a decidir es el derecho a vivir. Este 28 de septiembre, levantemos la voz, rompamos mitos y exijamos lo que nos pertenece: la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Porque decidir es vivir, y todas merecemos vivir sin miedo ni violencia.