Por Rafael Caballero, Consultor de Negocios de FICO para México y Colombia, de FICO
Una vez más, el Buen Fin está a la vuelta de la esquina. Tanto los bancos y comercios, como los consumidores, tenemos ya experiencia de lo que representa esta campaña que, con la actual edición, cumplirá 14 años de realizarse en México.
Algo que no ha cambiado con los años es que las tarjetas de crédito y débito siguen siendo los métodos de pago más recurrentes en los días que dura el evento. Con todo, es un hecho que las nuevas tecnologías mueven el mundo de las transacciones comerciales, y esto se hará evidente durante esta próxima temporada de ventas, que se realizará del 15 al 18 de noviembre entrantes.
Un Buen Fin cada vez más digital
Desde que la pandemia impulsó la digitalización, la evolución de los hábitos de compra se ha mantenido imparable, haciéndose notar desde ediciones pasadas de esta campaña. Según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO)[1], el 85% de los consumidores en el Buen Fin 2023 combinaron los canales físico y digital; la mitad del total hicieron sus adquisiciones por ambos canales, y el 35% sólo por Internet. Para el 26%, esa fue la primera vez que compraron en línea. Entonces, 4 de cada 10 encuestados declararon que en la siguiente edición (la que comienza en unos días), usarían más el canal digital. En 2023, dicho rubro creció 23.7%, y se espera que para la próxima venta el porcentaje de aumento sea similar.
En este Buen Fin, el ingrediente estelar será, sin duda, la innovación tecnológica, con un uso cada vez mayor de billeteras móviles y tarjetas prepagadas –que traen consigo grandes oportunidades para la expansión del comercio electrónico, beneficiando los resultados del Buen Fin– y, por supuesto, de la inteligencia artificial (IA) –que permea las búsquedas de los consumidores, las estrategias de marketing y ventas, las tiendas online y un largo etcétera–.
En la industria bancaria, que haya una mayor inclusión de personas y perfiles en el sistema financiero es positivo para los resultados de esta venta especial, y se debe, en gran parte, a la IA y software que facilita los análisis predictivos y prescriptivos.
Para los negocios, el uso de las nuevas tecnologías sin duda mejora su gestión de inventarios, la planeación de la demanda y la estrategia de disponibilidad de sus productos, entre muchos otros aspectos de su operación. Y de cara a los consumidores, con la IA los comercios pueden brindar experiencias de compra satisfactorias, pues personalizan las interacciones, mejoran el acompañamiento y soporte a sus clientes, y el proceso de compra se vuelve más fluido.
El “pero”: a mayor tecnología, mayor peligro
Junto con la inclusión y los avances tecnológicos, se incrementa el riesgo de ser víctimas de fraude o estafas, las cuales –hay que decirlo también– son cada vez más complejas, pues los estafadores han evolucionado sus tácticas para explotar vulnerabilidades.
Hablemos, por ejemplo, de los pagos móviles y las tarjetas prepagadas, mencionados líneas arriba. Los defraudadores infectan con malware las apps móviles para robar información de las tarjetas; duplicar sus datos para hacer compras o retiros no autorizados; manipular códigos QR para desviar pagos de las cuentas digitales hacia cuentas que ellos controlan; tomar control del número de teléfono de la víctima para evitar la autenticación de dos factores, obteniendo acceso a las cuentas bancarias asociadas a sus billeteras digitales; etcétera.
Sobre los pagos en tiempo real (RTP, por sus siglas en inglés), como CoDi, una encuesta reciente de FICO[2] ha dejado ver que el 49% de los consumidores en México han enviado este tipo de pagos a negocios, pero el 23% de quienes hicieron esto nunca recibieron el bien o servicio por el que pagaron.
Están también los estafadores, que se valen de la ingeniería social para convencer a su víctima de hacer algo. Su complejidad radica justamente en que, en cierta forma, el usuario o potencial comprador autoriza los movimientos, sin saber que está cayendo en un engaño; por ello, se requieren tecnologías y analítica avanzada que vayan un paso por delante de las actividades delictivas, para detectarlas a tiempo.
La buena noticia es que las organizaciones también se valen de las tecnologías innovadoras para hacer frente a los crecientes riesgos. Con IA y Machine Learning, los bancos crean perfiles de comportamiento de sus clientes a partir de responder a preguntas como ¿cuál es su volumen de transacciones?, ¿en qué horarios suelen acceder a sus servicios financieros?, ¿desde qué Wi-Fi?, ¿qué lugares visitan? e incluso ¿cómo usan su dispositivo?, y así, combatir posibles fraudes.
En FICO, implementamos soluciones antifraude que emplean estas y otras tecnologías para que los comercios y las instituciones financieras puedan predecir patrones de fraude en transacciones digitales en tiempo real, detectando y deteniendo a tiempo posibles operaciones fraudulentas. Asimismo, siempre recomendamos a los consumidores revisar frecuentemente sus estados de cuenta en busca de cualquier actividad no reconocida, y mantenerse alertas ante cualquier intento de estafa. Esta próxima temporada especial de descuentos y promociones, es tarea de los negocios, bancos y consumidores mantener la guardia arriba, para tener un Buen Fin sin contratiempos.
[1] “Reporte de Resultados El Buen Fin 2023”, Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).