Durante la Conferencia de Manufactura de América del Norte, los líderes de la industria en México, Estados Unidos y Canadá plantearon la necesidad de generar estrategias que permitan superar las barreras arancelarias y de infraestructura para fortalecer la integración económica de la región, en el marco de la próxima revisión del T-MEC que tendrá lugar en 2026.
La industria destacó la importancia de que el acuerdo comercial siga vigente, dado que el 94 por ciento de las empresas dependen de él para la adquisición de materias primas, bienes intermedios y productos terminados, por lo que de no renovarse en 2026 impactaría de manera negativa en los negocios.
En esta reunión anual, líderes del sector manufacturero como Dennis Darby, presidente y director general de Canadian Manufacturers & Exporters (CME); Jay Timmons, presidente y director general de National Association of Manufacturers (NAM), y Alejandro Malagón, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), manifestaron su compromiso a mantener la prosperidad económica y productiva que el T-MEC ha generado en los tres países.
Este foro permitió el intercambio de ideas y perspectivas entre personalidades como Amy Holman, secretaria adjunta interina de la Oficina de Asuntos Económicos y Comerciales del Departamento de Estado de Estados Unidos; Carlos Garza Galán, presidente de la Comisión de Enlace Legislativo de América del Norte de la CONCAMIN y vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cemex México; así como Rob Stewart, viceministro de Comercio Internacional de Asuntos Globales de Canadá, entre otros, para promover la construcción de nuevas estrategias entre los gobiernos y la industria antes de la revisión del tratado en 2026.
Con esto se busca incentivar la integración y el fortalecimiento de América del Norte en el mercado global y poder enfrentar los cambios geopolíticos.
Además, se abordó la importancia de garantizar el abastecimiento de energía para posicionar a América del Norte como líder en la transición a la energía limpia, así como la relevancia de generar certidumbre en el ámbito político para mantener más de 23 millones de empleos, que producen 1.5 billones de pesos anuales, equivalentes al 10 por ciento del PIB de la región.