En una decisión firme y reflexiva, Miguel Sámano Peralta, destacado militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anunció formalmente su renuncia a la militancia del partido, señalando la falta de apertura, autocrítica y el rumbo que ha tomado la dirigencia nacional en los últimos años. En una carta dirigida a Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Sámano expuso las razones detrás de su decisión, calificándola como un acto de convicción democrática y respeto a los ideales revolucionarios. El exmilitante destacó que, pese a los principios históricos del partido, las decisiones recientes han privilegiado intereses personales sobre las causas sociales, situación que ha llevado al PRI a perder casi el 80% de su militancia en los últimos cinco años.
“El PRI necesitaba un ejercicio de autorreflexión y crítica constructiva, pero se dejó de lado para darle paso a una reelección a modo de la dirigencia nacional”, apuntó Sámano en su misiva, subrayando la fractura interna y la falta de inclusión como factores clave en el deterioro del instituto político. La renuncia de Sámano Peralta no solo refleja una postura crítica hacia el manejo del partido, sino también su congruencia con los principios democráticos que históricamente ha defendido. En el documento, el político mexiquense agradeció las oportunidades brindadas por el PRI para servir a la sociedad, aunque reafirmó que su compromiso social y vocación de servicio continuarán más allá del ámbito partidista. “En política se sirve a la colectividad o no se sirve”, citó Sámano, recordando al histórico líder priista Jesús Reyes Heroles, como muestra de su convicción de que la política debe estar al servicio de la ciudadanía.
Sámano no escatimó críticas hacia la dirigencia actual, responsabilizándola de conducir al PRI hacia un estado de “terapia intensiva”, como lo describe en su carta. Señaló la centralización excesiva de las decisiones, la exclusión de cuadros y la falta de autocrítica como algunos de los factores que han alejado al partido de la sociedad y sus propios militantes. Su salida no solo representa una ruptura más dentro del partido, sino que también se suma a un contexto crítico para el PRI, donde voces como la de Sámano llaman a una refundación integral y a un cambio de rumbo que no ha ocurrido.
Finalmente, Sámano dejó en claro que su salida no significa un retiro de la vida pública. Con una actitud responsable y profesional, afirmó que seguirá trabajando a favor de México y su gente, fuera de las filas del PRI, pero con el mismo compromiso social que lo ha caracterizado. La renuncia de Miguel Sámano Peralta es un claro llamado a la reflexión sobre el futuro del Partido Revolucionario Institucional y un ejemplo de que la congruencia y los principios democráticos deben prevalecer sobre cualquier interés personal o partidario.