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¿La nueva normalidad?

Jorge Ortiz Ceballos
Hipergrafía
@jorgeoc

Bien lo dijo Hugo López-Gatell en la conferencia del marte por la noche, habrá una “nueva normalidad” cuando se comiencen a aplicar las medidas para irse reincorporando a las actividades socioeconómicas de nuestro país.

Pero quiero ir más allá de las medidas sanitarias, de movilidad y congregación que hoy probablemente el Presidente López Obrador anuncie en su conferencia matutina del día de hoy, como la anunció a principio de semana.

Voy a tocar un tema en el que la nueva normalidad son realidades que deben estirarse y romperse tras lo vivido durante la mal nombrada cuarentena que estamos viviendo, sobre todo para los que están en edad escolar.

Niñas y niños, jóvenes vivieron su escuela y su aprendizaje muy diferente al que estaban acostumbrados por años de manera presencial,  los más conectados y privilegiados lo vivieron con internet, otros con radio, otros con TV, pero algo es claro, independiente de la modalidad, su enseñanza se volvió más interactiva y más libre, una realidad totalmente opuesta a lo que se viven en los salones de clase sobre todo como van creciendo, la educación aunque probablemente para muchos padres  fue pesado, también para muchos alumnos fue más ad-hoc a su personalidad y necesidad de aprendizaje, unos fueron más rápidos, quizá algunos aprendieron algo adicional de lo que les dejaban sus maestros, otros tuvieron oportunidad de darle mayor entendimiento, entre otras cosas que el cumplimiento de un horario y un temario escolar no permite que se desarrolle en su totalidad en los alumnos.

El regreso a clases, sea escalonado, sea por zonas, con sana distancia, la realidad es que las autoridades educativas desde la SEP, las Secretarías de Educación estatales, las escolares deberán de aplicar nuevas formas para poder aprovechar y competir con esta forma de aprendizaje porque puede crear un bache en los alumnos si se regresa a la enseñanza que se había manejado, pero sobre todo aquellos planteles o sectores que se apliquen crearán una mayor brecha en aquellos que no lo hagan.

Apunte

La epidemia por COVID-19 en nuestro país rompió la dinámica de centralismo que se quería empujar, si hay buenos resultados en los gobernadores sobre sus políticas, seguro habrá quienes se sumen a esto, excepto aquellos que tienen una cola muy larga que les pisen.

Punto y Seguido

La crisis COVID-19 está cargando una serie de costos políticos a López Obrador y se le sumarán los que están en el camino sino se responde adecuadamente a muchas de las complicaciones que desato la pandemia, sobre todo la crisis económica que derivará en pérdidas de empleo y cierre de negocios, afectaciones en cadenas productivas.

Muchos gobernadores lo saben y dentro de estos actos de independencia aprovecharán para trasladar algunos costos políticos al Presidente, como continuar con el confinamiento, el no regresar a clases (sin conocer lo que anuncie hoy la SEP) y algunas otras, porque saben que el colapso de los sistemas estatales de salud recaerá directamente sobre ellos y los problemas financieros que traerá cuando bajen los contagios y se reactiven total el sistema de salud.