El político neerlandés Mark Rutte, actual secretario general de la OTAN, ayer nos mostró la verdadera cara de los ‘líderes’ prepotentes, carentes de toda empatía social, como intento explicar a continuación.
Rutte, en la rueda de prensa efectuada ayer, 13 de enero, en la Comisión de Asuntos exteriores y la Subcomisión de Defensa del Parlamento Europeo, dijo que:
‘(…) los países aliados europeos deben invertir más en defensa, una pequeña fracción de lo que dedican a pensiones, sanidad o seguridad social, al objeto de garantizar la seguridad de las futuras generaciones.
(…) de media, los países europeos gastan fácilmente hasta una cuarta parte de la renta inicial en pensiones, sanidad y sistemas de seguridad social, y solo necesitamos una pequeña fracción de estos dineros para reforzar mucho más la defensa.
(…) los responsables de todos los estados deben asegurar que todos invirtamos más en defensa, es una inversión en nuestra seguridad y en la seguridad de nuestros hijos y nietos.
(…) y ha instado a aumentar rápidamente la producción de activos y capacidades cruciales, como barcos, tanques, aviones, municiones, satélites y aviones no tripulados. La realidad es que no estamos donde hemos de estar, todavía no. Nuestra industria continúa siendo demasiado pequeña, está demasiado fragmentada y, para ser sinceros, es demasiado lenta.
(…) la UE debe redoblar sus esfuerzos para remediarlo, potenciando la base industrial de defensa, y ha insistido que los estados miembros eviten crear nuevas barreras que sólo aumentarían los costes, complicarían la producción y obstaculizarían la innovación.
(…) la cooperación transatlántica industrial en defensa nos hace a todos más fuertes, en un momento en el cual Rusia, China, Corea del Norte e Irán, están aumentando la colaboración en ese ámbito.
(…) en este contexto, la UE tiene una impresionante ventaja con su mercado interior, un enorme poder blando que puede ayudar a hacer que la producción de defensa avance a un ritmo mucho mayor.
(…) la OTAN ha de ser más resistente ante las acciones hostiles y dejar claro que los sabotajes y otras formas de desestabilización no quedarán sin respuesta.
(…) este es un momento particularmente peligroso para la seguridad, por lo que es esencial que la OTAN y la UE intensifiquen la su corporación (…)’.
Sobre el particular me parece interesante resaltar que:
- todos somos plenamente conscientes de la compleja y conflictiva situación política internacional,
- pero, asimismo, muchos consideramos que la guerra y la inversión armamentista, no es la solución, y estimamos que la democracia debe defenderse ejerciéndola, como he repetido, señalando a Pedro Sánchez, y no mediante la violencia, ya que la democracia se basa en la defensa de los derechos humanos,
- sabemos que los países mencionados por Rutte, juegan otra liga, dictatorial y belicosa, pero no debemos olvidar el papel de los EUA, especialmente con el nuevo ‘reinado’ de Donald Trump, apoyado y avalado por las grandes empresas armamentísticas, que busca aumentar el control internacional (Groenlandia, Panamá, etc.), y, por eso, exige a los miembros de la OTAN que no sólo lleguen a invertir el 2% de defensa (que muchos países no alcanzan), sino que lleguen al 5 % de su PIB, destinado en defensa, es decir, en inversiones en nuevos y más armamentos, para mayor beneficio de las mencionadas empresas armamentísticas,
- y Rutte, falto de empatía social, sólo se le ocurre señalar que deberían recortarse las pensiones, la sanidad y las prestaciones sociales, para afrontar más gastos en armas. En la discrepancia, se me ocurre que deberían preguntarle si no hay otras partidas que deberían recortarse antes que las citadas, como la burocracia, los salarios de los políticos y sus prebendas, dietas y planes de pensiones y de jubilaciones millonarias, pero, claro, ellos se creen los ‘mesías’ intocables,
- muchos sabemos que la OTAN rompió el ‘equilibrio’ existente, no respetando el statu quo internacional, al ampliar su esfera de poder, aproximándose a Rusia, sin calibrar las consecuencias (o sí, previendo que se aumentaría el conflicto, y exigiría más armamento que, con toda seguridad, es su objetivo último),
- y sabemos, también, que la UE, tal como la concibieron sus creadores: Alcide De Gasperi, Altiero Spinelli, Anna Lindh, Jean Monnet, Johan Willem Beyen, Joseph Bech, Konrad Adenauer, Louise Weiss, Marga Klompé, Melina Mercouri, Nicole Fontaine, Nilde Iotti, Paul-Henri Spaak, Robert Schuman, Sicco Mansholt, Simone Veil, Ursula Hirschmann, Winston Churchill, Walter Hallstein, etc., todos ellos ‘desde miembros de la resistencia y supervivientes del Holocausto hasta políticos, pasando por una estrella de cine, fueron los líderes visionarios que inspiraron la Unión Europea, basada en los siguientes valores fundamentales:
- la libertad, la democracia y la igualdad;
- el respeto por la dignidad humana, los derechos humanos y el estado de Derecho;
- la solidaridad y la protección de todos.
- por eso, viendo la situación actual, muchos consideramos que ha llegado el momento de que la UE alcance la madurez, retomando los valores originarios y, para ello, el primer paso sería librarse del liderazgo de los EUA, un liderazgo súper controlador e invasivo. Y eso nos llevaría, obviamente, a una situación desconocida, posiblemente arriesgada, pero, los riesgos deben asumirse, no evadirlos ni seguir escudándose en el ‘primo de ‘zumosol’’.
Entre los mencionados fundadores e ideólogos de la UE, me parece preciso destacar a las siguientes mujeres políticas:
- Louise Weiss, periodista francesa y política europea que abanderó los valores europeos y los derechos de las mujeres,
- Marga Klompé, política y científica neerlandesa, defensora de los derechos humanos,
- Melina Mercouri, actriz y política griega que impulsó la cooperación cultural europea,
- Nicole Fontaine, política francesa y presidenta del Parlamento Europeo, que abogó por la educación de los jóvenes y una Europa de los ciudadanos,
- Nilde Iotti, que luchó por los derechos de las mujeres, el sufragio universal y las elecciones directas europeas,
- Simone Veil, superviviente del Holocausto, política y primera mujer en ser nombrada presidenta del Parlamento Europeo,
- Ursula Hirschmann, activista antifascista y feminista, que creó el Movimiento Federalista Europeo.
he destacado estas mujeres, por sus inmensos valores humanísticos y contrastarlos con la situación actual, fundamentalmente economicista y expansionista (sin la debida precaución vs Rusia), centrada en el fortalecimiento de un mercado único, basado en la libertad de movimientos de las personas, de los bienes, de los servicios y capitales.
Pero, hemos visto que, ante las primeras dificultades, por ejemplo, ante la inmigración, la ‘libertad’ que desapareció parcialmente, fue la libertad de movimiento de las personas inmigrantes, y eso es un torpedo en la línea de flotación de la idea que tenían las mencionadas políticas.
¿Dónde quedó el progresismo de esas mujeres? para acabar gobernados por ‘personajes’ como Úrsula Gertrud von der Leyden, presidenta de la comisión europea, o Roberta Metsola Tedesco, presidenta del parlamento europeo; políticas de ideología de derecha o extrema derecha.
Y otro factor sumamente importante, es la complejidad organizativa: parlamento europeo, consejo europeo, consejo de la unión europea, comisión europea, tribunal de justicia de la UE, banco central europeo y el tribunal de cuentas europeo; en total, alrededor de 60.000 funcionarios para atender a 450 millones de ciudadanos europeos.
Y en un monstruo así, es habitual que los problemas burocráticos, el amiguismo, el favoritismo, etc., se reproduzcan metastásicamente, con las lógicas consecuencias; máxime en el momento actual en el que estamos, momento caracterizado por la tendencia conservadora y liberal, con tintes de cada vez más extremistas y neofascistas.
Pero los problemas no sólo se producen en los grandes monstruos organizativos, ya que, en pequeñas esferas de poder, como la catalana, tenemos ejemplos a mares, y como simple prueba reciente, vemos la siguiente ‘proeza’ del represor Salvador Illa:
Assumpció Maresma Matas, en su artículo titulado ‘¿Qué falla cuando se premia el trabajo mal hecho? (Vilaweb, 12 de enero 2025), analiza la carrera profesional de Joan Abellà, y comenta:
‘premiado ahora con el cargo de director general de la Fundació.cat, por buen gestor, dicen ¿debe ser ironía o cinismo?’, apunta la citada autora, comentando, asimismo que ‘una confusión ambiental fruto de la impotencia, hecha de desánimo y aturdimiento por el ‘no hay nada a hacer’ que crea la situación ideal para que pasen cosas grandes y nadie se inmute. En nuestro país, ahora es uno de estos momentos en que la dificultad para cambiar las cosas ha causado una especie de anestesia generalizada para que pasen auténticas animaladas y nadie preste atención. Los expertos en hacer pasar buey por bestia grande (refrán catalán) casi no se han de esforzar para hacer aquello que es una burla al sentido común, un agravio a la inteligencia y al bien hacer y una estafa a la sociedad. En lugar de combatir el ‘todo vale’, se facilita que cuanto más tiempo pase, más cosas mal hechas son premiadas (…) La eficiencia, los méritos, el trabajo bien hecho no siempre cuentan. No podemos convertir las organizaciones soberanistas en un club de amigos. Y no tengo nada en contra de la amistad, pero en el trabajo no puede servir para favores personales’.
Nada nuevo, mi experiencia de casi cincuenta años trabajando en una empresa multinacional suiza, me ha demostrado la preponderancia de todos esos vicios humanos que consolidan una forma de actuar, un engranaje cerrado, carente de la profesionalidad y ética que deberían ser primordiales.
Y que eso pase en las empresas privadas y que no haya los mecanismos correctores, es grave y reprochable, pero que pase en la vida pública, es intolerable e inadmisible.
Y así, volviendo a la mencionada declaración de Rutte, responsable de la OTAN, vemos que llegan a los puestos de máxima relevancia, personas enriquecidas por su trayectoria política y que lo único que tienen es una gran y excelente agenda de contactos, para ir progresando y, llegado el momento, poder hacer el salto a puestos pagados de forma multimillonaria en empresas públicas, participadas, o privadas con contratos públicos.
Y esos mediocres ascendidos, con grandes cuotas de poder (y carentes de toda empatía), con el paso del tiempo potencian sus defectos, para magnificar su prepotencia y, en paralelo, van aumentando sus recelos, pues, de cada vez son más desconfiados de todos, incluso de sus homólogos, ya que, si bien se dice que ‘el lobo no come lobo’, en la burocracia, todo los mediocres intentan comer a cuantos tiene a su alrededor.
Y así, esa prepotencia, junto a la desconfianza, nos lleva a situaciones como la que vivimos en el problema español / catalán.
Un reino español que, por su complejo de superioridad (comentado ayer) desconfía de todos, incluso sus propias instituciones desconfían de ellas mismas y de las otras: el tribunal supremo desconfía del gobierno y viceversa; el tribunal supremo, asimismo, desconfía de la fiscalía y viceversa; el centro nacional de inteligencia de la policía nacional y guardia civil; y así, hasta el infinito. Y en ese caldo, el ‘preparaO’ Felipe VI, incumple sus funciones de mediador, a las que está obligado.
Y claro, todos esos ‘poderes’ desconfían de la ciudadanía y, en especial, de los independentistas; por eso, espían los teléfonos y comunicaciones, se infiltran en las organizaciones sociales pacifistas, etc. Y, todo ello, con la supuesta autorización judicial, prevaricando todos, claro, pues incumplen las prerrogativas legales.
Así, en un reino como el español, en el que todos mienten y engañan, empezando por el nefasto Felipe VI, que en su discurso de ‘su pascua militar’ tuvo la desfachatez de pedir ‘el respeto a la voluntad popular libremente expresada en las urnas por el pueblo venezolano’, pero ‘se olvida’ de esa voluntad, cuando se refiere a la población catalana, cuando nos manifestamos mediante nuestro referéndum del 2017.
Efectivamente, a los independentistas nos consideran enemigos y, desgraciadamente, muchos de los que nos consideran así son internos, forman parte de nuestro pequeño país.
Con toda seguridad, en todos los estados se producen excesos, con híper vigilancias ilegales, pero, al ser desveladas y conocidas, la justicia actúa libre y objetivamente, y toma las decisiones y aplica las condenas pertinentes, como hemos visto en el reciente documental sobre los policías infiltrados en una organización inglesa, que acabó con depuraciones y petición de perdón (acciones que el ministro Fernando Grande-Marlaska nunca hará, pues su perfil es el del lado negro)
Y el reino español, desde 1714, nos ha mostrado que no podemos ni debemos confiar en él, ya que el término ‘confiar’ debería denotar ‘fides’ es decir, lealtad. Y está claro que, en situaciones de poder desequilibradas, el que ostenta el mayor poder, es el que tiene la responsabilidad de atender, cuidar y respetar a los débiles.
Pero no es así, pues, saltándose todas las normativas, el reino español sigue jugando sucio, incluso saltándose sus propias legislaciones, como la que especifica y normativiza la figura del agente (policía) infiltrado (ley de enjuiciamiento criminal (LECrim) de 1982 modificada por la ley orgánica 13/2015); o, la ley de secretos oficiales, de base franquista, aplicada sobre Al Satty (responsable terrorista del agosto del 2017), pues, incluso incumpliendo los pactos y acuerdos con Junts y ERC, Pedro Sánchez sigue haciendo de trilero, escondiendo la bolita más preciada.
En definitiva, que la ciudadanía aceptamos la controversia partidista, política, ya que eso forma el juego democrático (mal que le pese al nefasto Felipe VI que, en su discurso navideño, criticó esa rivalidad y disputas), pero no aceptamos la venganza punitiva que nos aplican las instituciones y partidos unionistas españoles.
Por eso, todos los problemas, desde el responsable de la OTAN y el reino español, hasta los más ‘pequeños’ de nuestro país catalán, son consecuencia de la falta de confianza con las instituciones, modeladas con la filosofía jacobino-borbónica y asumida, desgraciadamente, por los catalanes inicialmente herederos de los partidarios de los reyes castellanos y, posteriormente, de los franquistas.
Y ante eso, los independentistas catalanes desconfiamos de todo, como en la siguiente fábula de Nasreddin Hodia (Nasrudin Hoca)
‘Un día, Nasreddin permaneció en cama mucho más tiempo que de costumbre. El sol ya estaba alto e el cielo y brillaba intensamente. Finalmente, lo despertaron unos golpes.
Al abrir la puerta, Nasreddin encontró afuera un vecino llamado Bey Bingol.
Nasreddin dijo: Hola, Bey, ¿qué deseas?
Hoy tengo que ir al mercado, pero mi burro está enfermo y no tengo transporte. Vengo a pedirte prestado tu burro, un rato.
Esta petición molestó a Nasreddin, pues no deseaba prestarle su burro a aquel vecino, y entonces dijo: mi burro no está aquí, se lo llevó el pastor de nuestra comunidad a pastar en los campos de fuera del pueblo.
Bey y Nasreddin siguieron hablando un ratito y, después de unos minutos, oyeron un fuerte rebuzno que venía desde el establo de Nasreddin.
Señalando hacia el establo, Bey dijo: Puedo escuchar tu burro rebuznando en tu estable, me mentiste.
Nasreddin respondió con una réplica inteligente: ¿vas a confiar en mí o vas a confiar en un burro?
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Y en estas estamos, en una situación en la que tanto Pedro Sánchez como Salvador Illa, engañan a los líderes de Junts y ERC; y ya sabemos que no les podemos hacer caso, ya que la realidad (el burro) nos ha mostrado, claramente, que no son de fiar.
Y no nos valen chantajes, diciéndonos que si no apoyamos a Pedro Sánchez, vendrá el lobo feroz de la derecha; pues ya estamos en sus fauces, en unas fauces belicistas en el marco de la OTAN / UE / EUA.