Mientras los trabajadores del municipio de Ecatepec se manifestaban exigiendo su derecho a un aguinaldo digno y una audiencia con la gobernadora, el exalcalde y actual diputado federal, Fernando Vilchis, se daba la gran vida en uno de los restaurantes más exclusivos de Santa Fe: la Cantinetta del Becco.
Vilchis, quien gobernó Ecatepec por casi seis años, dejó en el abandono y en el deterioro las finanzas públicas del ayuntamiento una vez que asumió su cargo como diputado federal, desentendiéndose por completo de las necesidades de los trabajadores municipales. A pesar de las múltiples protestas y exigencias de los empleados, que apenas sobreviven con «rebanadas de aire», el exalcalde fue visto derrochando en Cantinetta del Becco, un lugar donde la cuenta promedio por persona supera los 2,000 pesos.
La Cantinetta del Becco, de acuerdo con Marco Beteta, es sinónimo de sofisticación y lujo. Con un diseño italiano en tonos morados, una cocina de alta tecnología a la vista y una impresionante cava con una selección exclusiva de vinos italianos, este restaurante es considerado un punto de encuentro para la élite de la zona. Sus platillos estrella, como el tagliolini al mascarpone y limón amarillo o la tagliata de res con hongos, reflejan la calidad de los ingredientes importados directamente de Italia.
El contraste entre la opulencia de este lugar y la situación precaria de los trabajadores de Ecatepec y de los vecinos del municipio es indignante. Mientras Vilchis disfruta de estos lujos, los empleados municipales enfrentaron condiciones laborales deplorables.
Este episodio debe ser recordado cuando vuelvan las campañas políticas. La ciudadanía de Ecatepec tiene la oportunidad de reflexionar sobre a quién le entrega su voto. Porque mientras ellos sufren las consecuencias de una administración irresponsable, sus exfuncionarios disfrutan de los placeres que solo el poder puede financiar.
