Hemos visto que, hasta esta mañana (28/01), Pedro Sánchez y sus monosabios han seguido defendiendo el mantenimiento íntegro de su proyecto de ley ómnibus, pero, ante la firmeza de Junts, este mediodía, Sánchez, en una rueda de prensa, ha comentado que fraccionará dicho macro-proyecto, como explico a continuación.
La prepotencia tiene un límite y, por más que Pedro Sánchez y sus titiriteros, como Yolanda Díaz (Sumar) y Gabriel Rufián (ERC), han seguido mostrando su prepotencia, finalmente, Pedro Sánchez ha visto ‘las orejas al lobo’ (se ha dado cuenta de que hay un peligro real de un nuevo fracaso) y no ha querido seguir ‘tentando al diablo’ (es decir, correr el riesgo excesivo e innecesario de afrontar un nuevo fracaso parlamentario, presentando íntegro su proyecto ómnibus)
Así, Pedro Sánchez reducirá su proyecto ómnibus a un total de 29 medidas realmente de temas sociales, y pospondrá hasta una próxima y cercana ocasión, la tramitación de los restantes puntos sobre temas tributarios, medidas relativas a las ayudas de las empresas electrointensivas, las medidas para suavizar el impacto contable del impuesto a los bancos, las subvenciones a las empresas sin el balance previo pertinente, o la perpetuación de unos importes para el el financiamiento autonómico sin pactar una redistribución diferente de los objetivos de déficit y sin haber abierto una seria negociación sobre el concierto económico de Catalunya, y así, hasta casi un centenar de medidas, sobre las bicicletas eléctricas, el tabaco electrónico (vapeo), etc.
A pesar de esa fragmentación, Pedro Sánchez ha ‘vendido’ como una victoria, la rectificación, ya que el nuevo proyecto de real decreto incluirá la práctica totalidad de las medidas sociales. Ya sabemos que la verborrea sobra a muchos políticos.
Y todo esto nos demuestra la gran debilidad de Pedro Sánchez, pues fanfarronear de mantener la integridad de su macro-proyecto, con decenas de aspectos sin haberlos negociado con Junts (ni con otros partidos políticos), es una gran muestra de su narcisismo y prepotencia.
Así mismo, Pedro Sánchez ha aceptado la tramitación de las condiciones para la cuestión de confianza, exigida por Junts, si bien, argumentando que no ve la necesidad para ello, y que tendrá un aspecto más simbólico que efectivo.
Y claro, Pedro Sánchez ha dejado a todos con el culo al aire, especialmente a sus ministros / mariachis y, también, a Yolanda Díaz (Sumar) y Gabriel Rufián (ERC) que seguían apostando fuertemente por el mantenimiento íntegro del proyecto ómnibus, argumentando que todo eran temas sociales e indisolubles.
Y el inepto Gabriel Rufián (ERC), muy crítico con Miriam Nogueras (Junts), tras la mencionada rueda de prensa de Sánchez, ha hecho un tuit en su cuenta de X, diciendo: ‘¿Y había que perder una semana para esto?’. Vergonzante. Por su parte, Yolanda Díaz (Sumar) que seguía apostando por el mantenimiento íntegro del macro-proyecto, acusando a Junts de causar un tremendo dolor social (siguiendo la estela de su jefe Sánchez), de momento sigue callada, y mejor así.
Este ejemplo puntual me parece interesante, ya que nos demuestra que el equilibrista del alambre, Pedro Sánchez, cuando se da cuenta de que no tiene el cable de seguridad, y que el posible batacazo puede ser real, cambia de posición, sin importarle dejar a sus escuderos sin argumentos.
Efectivamente, este ejemplo es ilustrativo, ya que vemos que:
- Pedro Sánchez sólo reacciona ante los momentos de crisis reales; si bien sabemos que la experiencia de situaciones precedentes, siempre las ha ido solventando, prometiendo y no cumpliendo. En este caso, al tratarse de un tema objetivo inminente, no puede incumplir, ya que al pactar la división del proyecto ómnibus, el efecto es inminente.
- Y el PP, acto seguido, ha sacado su artillería contra el president Carles Puigdemont, diciendo que chantajea al gobierno español, y que Pedro Sánchez, sometiéndose a él, asegura su ‘sueldo y poltrona’ en la Moncloa.
- El gobierno autodenominado progresista, es un mero eslogan sin corroboración real, ya que Sumar ha jugado con ese proyecto ómnibus para favorecer a determinados sectores empresariales, como contrapartida al proyecto estrella de ese partido, que no es otro que la reducción de la jornada laboral a las 37,5 h semanales.
Por lo tanto, los independentistas podemos aprender que, bien planteada la confrontación, el resultado puede ser efectivo.
Y consecuentemente, hemos visto que las fantasmadas de Pedro Sánchez y de sus acólitos Díaz y Rufián (portavoz de Oriol Junqueras), en realidad, son sólo eso, ante situaciones bien argumentadas y sólidamente defendidas, así que ‘menos lobos, Caperucita Sánchez’, menos exageraciones y menos críticas infundadas.
Todos conocemos el cuento de la ‘Caperucita Roja’, cuento popular centroeuropeo del siglo XIV, transcrito por Charles Perrault (1628 – 1703) en su ‘Le Petit Chaperon Rouge’ (1697) y los Hermanos Grimm (Jacob Ludwifg Karl Grimm, 1785 – 1863; y Wilhelm Karl Grimm, 1786 – 1859), que redactaron una versión más suavizada y agradable, ‘Rotkäppechen’ (1812), entre otros recopiladores de cuentos populares.
En todas las versiones, el lobo es presentado como un ser mentiroso, astuto, fuerte, tramposo y glotón. La abuelita es cariñosa, curiosa, confiada, débil y simpática. El cazador es fuerte, listo, rápido, habilidoso y protector. Y Caperucita debe ser desconfiada, especialmente con los desconocidos que se muestran excesivamente dóciles, serviciales y gentiles, pues, con el tiempo, mostrarán los dientes.
Y sin entrar en interpretaciones psicoanalíticas, como, por ejemplo, las efectuadas por Bruno Bettelheim, en su obra titulada ‘Psicoanálisis de los cuentos de hadas’ (editorial Crítica, Barcelona, 10ª edición, junio 1990), podemos ver, efectivamente, que ‘no es oro todo lo que reluce’, ni ‘toda la gente errante anda perdida’.
John Ronald Reuel Tolkien (1892 – 1973), en su novela ‘El señor de los anillos’ (1954), menciona el poema escrito por Bilbo Bolsón para describir a Aragorn, y ser usado para ayudar a convencer a Frodo y a su compañía. Gandailf incluye el poema en su carta a Frodo, que dice:
No es oro todo lo que reluce,
ni toda la gente errante anda perdida;
a las raíces profundas no llega la escarcha,
el viejo vigoroso no se marchita.
De las cenizas subirá un fuego,
y una luz asomará en las sombras;
el descoronado será de nuevo rey,
forjarán otra vez la espada rota.
Así que, como he dicho, los independentistas catalanes podemos aprender del actual conflicto, y actuar en consecuencia. Pues, no cabe descartar que, cuando menos lo esperemos, tengamos un momento afortunado, de suerte, es decir, de serendipia, y todo de un vuelco.
Pablo Ruíz Picasso (1881 – 1973) decía ‘cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando’, y, aplicando ese mensaje al movimiento independentista, me parece claro que debemos seguir trabajando, cada uno en su medida y forma, activando el ho’oponopono mencionado ayer, para que, cuando nos llegue el momento de serendipia, nos encuentre en plena forma y preparados para afrontar el nuevo y definitivo embate (democrático y pacífico)