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Organizan en San Lázaro el conversatorio “Ciclo sin fin y economía circular”

  • Ponentes invitan a la reflexión y sensibilización de la economía circular

En el marco de la agenda cultural de la Cámara de Diputados, el Espacio Cultural San Lázaro, que dirige el maestro Elías Robles Andrade, realizó el conversatorio “Ciclo sin fin y economía circular”, el cual se celebró en torno a la instalación concedida por el artista visual, André-Jaques Bodin, que se presenta en este recinto hasta el próximo 27 de febrero.

         A través de su obra, el autor invita a la reflexión sobre la sostenibilidad y el impacto de nuestras acciones en el entorno natural, por lo que cuenta con elementos de visibilidad de los principios de la economía circular, así como crear vínculos entre el espectador y la toma de conciencia sobre la imperiosa necesidad de la protección del medio ambiente.

         El coordinador de la agenda cultural de la Cámara de Diputados, Salvador Vera, consideró que el tema de la economía circular es muy interesante, pues es la creación, el eterno retorno, por lo que se debe continuar apostando al arte.

La maestra Martha Niño Sulkowska, directora de Sustentabilidad Urbana de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dijo que la política ambiental ha evolucionado, tanto en sus objetivos, metas y prioridades, pero sobre todo en su cambio de paradigmas, que por su complejidad los temas ambientales unos se dedicaban al aire, otros al agua, al ruido o a los residuos.

Sin embargo, esos cambios ahora tienen que ver con las causas que generan los problemas ambientales, asociados a un modelo de economía lineal, por lo que los pallets tienen que ver con el uso que se le da a esta materia prima, pero que después se vuelven residuos que si no somos capaces de verlo desde otra óptica se llega a tener un problema de saturación, de contaminación visual, al que después se le quiere dar solución cuando ya se convirtió en problema.

Jaques Bodin expresó su gusto por poner objetos en escena, pero no cualquiera ni de cualquier manera, sino quizá tomar muchas veces el mismo objeto y hacer acumulaciones, para dibujar con ellos como si fuera un pincel pero de una forma distinta como si fuera un lienzo o un objeto.

         “Es algo que hice muchas veces y me di cuenta que los objetos que utilizaba tenían historia y contaban algo interesante; entonces, me acerqué a empresas, quería muchos objetos para contar mis historias, y así fue como conocí a Chep, aprendí de sus procesos y cuadraban perfectamente con lo que quería contar”, indicó.  

         Una obra de arte es un impacto visual; se tiene que exponer, presentar a un público, por lo que esta obra que ven quizá no tiene mucho sentido a primera vista, pero tiene una disposición que habla porque está hecha con una geometría y muy bien pensada. No es nada más como lanzar pintura al azar, sino cada objeto tiene su lugar y cuenta algo, explicó.

         Samantha Rodríguez, gerente de Sustentabilidad de Chep, empresa dedicada a transportar tarimas de madera conocidas como pallets, destacó que el objetivo principal es concientizar sobre el impacto que tiene la economía circular en los clientes y en los países donde opera, toda vez que estas plataformas se rentan, no se venden, peros si el pallet no regresa, se pierde la circularidad en la cadena de suministro.

Indicó que esto permite que puedan ser utilizadas por diferentes actores, regresar a la compañía, ser reparada para volverse a reutilizar. Por ello, dentro de los objetivos que tiene la empresa, es la de educar a las personas en economía circular y que adopten estrategias en su casa, en las escuelas y en las industrias, para que observen el impacto que tiene en el medio ambiente.

         Por su parte, Susana Iglesias, crítica de arte, precisó que las obras de André siempre están en movimiento, porque no solo hace esculturas, también pinta al óleo, lo cual es muy difícil, y tiene mucha importancia el color, por lo que el contraste que utiliza llama mucho la atención.

         Consideró que la obra de André siempre tiene una obsesión por el asombro y el movimiento, lo cual es refrescante en un mundo donde el arte va hacia lo individual y no a lo colectivo, y es importante hablar de colectividad, porque no existe ninguna forma de hacer nada en este mundo si no es desde este aspecto, de recuperar la ciudad, el arte vivo, incluso a nosotros mismos como individuos.