* El Centro Empresarial de la Ciudad de México considera necesario fortalecer la participación del Consejo Económico y Social para la búsqueda de soluciones ante la operación, aterrizaje y seguimiento de resultados del nuevo Plan
COPARMEX Ciudad de México considera que el Plan Gradual Hacia la Nueva Normalidad que dio a conocer el Gobierno de la Ciudad de México es un documento bien estructurado y con objetivos pertinentes y alcanzables. El gran reto es su operación, aterrizaje y seguimiento de resultados.
La premisa de equilibrar el derecho a la salud con la reactivación de la actividad económica y el ingreso familiar es clave, queremos personas sanas y empresas que no estén en terapia intensiva.
Coincidimos con la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum en cuanto al principio básico establecido en el plan, el cual señala que los ciudadanos y las empresas no pueden y no deben relajar las medidas de confinamiento hasta que se confirme una tendencia estable de caída en el número de ingresos diarios hospitalarios y porcentajes de contagio.
Sin embargo, con las mayores medidas de seguridad se debe atender el llamado de miles de empresas y empresarios para mantener el empleo y la actividad productiva. Superar pronto los efectos de la pandemia y recuperar lo más rápido posible los miles de empleos perdidos en capital del país.
Para COPARMEX CDMX es positivo el diálogo e interlocución en marcha entre el gobierno y el sector productivo. Es preciso mantenerlo y fortalecerlo a través de Consejo Económico y Social y otras instancias de participación de trabajadores y empresarios.
Estamos convencidos que la interacción entre el Gobierno y la iniciativa privada es fundamental para una reactivación eficiente de la economía en la capital, pero -sobre todo- salvaguardando la integridad de los ciudadanos y evitando las condiciones que provoquen una nueva alza en la tasa de contagios.
Así, lo anunciado por el Gobierno de la Ciudad brinda certeza a los actores y sectores productivos al definir indicadores precisos en el Semáforo Epidemiológico para avanzar de una etapa a otra, en orden y con las medidas.
Son aspectos positivos del plan la aplicación masiva de pruebas para el monitoreo de grupos y espacios de mayor riesgo; la elaboración conjunta de protocolos específicos para cada sector; los horarios escalonados en coordinación con el sector privado, la normatividad para el comercio informal, la coordinación con los organismos empresariales, sindicatos y OSC y la elaboración de diversas guías para que la población pueda sortear los diversos escenarios de la vida en comunidad.
Los retos que le quedan al sector productivo en la capital serán las implicaciones para adecuar los espacios de trabajo (aspecto central a considerar en los apoyos gubernamentales para la reactivación de la actividad económica), el uso del transporte público, además de las medidas para el distanciamiento social y gradual conforme más personas regresen a sus actividades.
Con este plan, el Gobierno y los sectores productivos dejamos claro que hay gran necesidad de reactivar la actividad económica, pero de ninguna manera eso estará por encima del reto que implica garantizar la salud plena de los capitalinos.