● En 2023 ocurrieron 381 mil siniestros de tránsito a nivel nacional.
● Pasajeros, peatones y otros conductores enfrentan un alto riesgo de lesiones y muerte por conductores alcoholizados.
● El riesgo de un siniestro de tránsito es 7 veces mayor en la primera hora después de haber consumido alcohol.
● Es urgente una política nacional que regule y vigile el cumplimiento de las medidas de disponibilidad de bebidas alcohólicas, como la venta de bebidas alcohólicas a pie de carretera
Ciudad de México, 14 de abril 2025.- A pocos días del inicio de las llamadas vacaciones de Semana Santa, organizaciones de la sociedad civil, alertan sobre la urgente necesidad de
implementar medidas estrictas que eviten la conducción de vehículos automotores bajo los efectos del alcohol e impulsen acciones costo-efectivas para reducir los daños a la salud producidos por el consumo de alcohol. De acuerdo con losdatos del INEGI[1], diariamente ocurren en promedio 47 siniestros de tránsito en carreteras de México por causas asociadas al consumo de bebidas alcohólicas. Estos eventos ponen en grave riesgo de lesiones y muerte a otros conductores, así como a los usuarios vulnerables de la vía como peatones, ciclistas y motociclistas. Por ello, es fundamental que el gobierno impulse una política nacional que regule la disponibilidad de bebidas alcohólicas, por ejemplo, prohibiendo su venta a pie de carretera.
Durante el periodo vacacional, el alto flujo vehicular en carreteras provoca un aumento del 15 al 20% de los siniestros viales en este periodo.[2] Al respecto, Luis Alonso Robledo, vocero de la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA), declaró: “La evidencia es contundente, existen más de 60 enfermedades directamente ocasionadas por el consumo de alcohol y más de 200 condiciones de salud relacionadas con el mismo. Los siniestros de tránsito caen en esta última categoría, ya que se sabe que el alcohol puede afectar la capacidad para conducir al alcanzar concentraciones en sangre tan bajas como 0.02%[3]. Muchas veces las personas que conducen no se perciben intoxicados a esa dosis. Aun así, no hay un consumo seguro de alcohol que permita conducir sin riesgo, ya que puede desencadenar siniestros que ponen en peligro la vida de la persona al volante, la de las personas que viajan con ella y la de otros pasajeros en otros vehículos”.
En México, según las cifras del INEGI,1 durante 2023 se registraron 381,048 siniestros de tránsito a nivel nacional. Los principales tipos fueron: la colisión con vehículo automotor, colisiones con motocicleta, con objeto fijo y atropellamiento. En el 70% de los casos se realizó una prueba de alcoholemia, de las cuales, 17,219 resultaron positivas. Esta cifra equivale a alrededor de 47 incidentes diarios asociados al consumo de alcohol. Se estima que estos siniestros de tránsito producen anualmente alrededor de 1,400 muertes relacionadas con el consumo de alcohol.[4]
«Para reducir los siniestros viales relacionados con el consumo de alcohol, es indispensable garantizar el cumplimiento de los límites de alcoholemia establecidos en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Al mismo tiempo, debemos reconocer la necesidad de incorporar opciones seguras de transporte, incluyendo el servicio público nocturno, que permitan a las personas moverse sin recurrir al vehículo particular,” mencionó Armando Pliego, integrante de Céntrico y de la Coalición Movilidad Segura.
La evidencia indica que el riesgo de sufrir un siniestro relacionado con la ingesta de bebidas alcohólicas aumenta en proporción a la cantidad ingerida [5] y disminuye al transcurrir el tiempo después del último trago. Por ejemplo, un estudio aplicado a 431 víctima viales por alcohol en México[6] reveló que el riesgo de sufrir un siniestro es 7 veces mayor durante la primera hora después de beber.
«Resulta trágico que por el consumo del alcohol pueda convertir el invaluable tiempo de descanso familiar en una tragedia. En México, la Constitución reconoce como derecho de todas las personas la movilidad en condiciones de seguridad vial. Este derecho obliga a los ciudadanos, gobiernos e iniciativa privada a respetar los límites al consumo de alcohol establecidos en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, así como a actuar para prevenir la conducción bajo sus efectos y a adoptar estrategias efectivas para garantizar la movilidad segura para todas las personas en todas las calles y carreteras del país”, agregó Areli Carreón, miembro de la Coalición Movilidad Segura.
La evidencia señala que las políticas integrales que contemplan los principales factores de riesgo de tránsito como son el exceso de velocidad, consumo de alcohol, uso de casco, uso de cinturón de seguridad, así como de sistemas de retención infantil, pueden prevenir entre el 25% y el 40% del total de lesiones de tránsito a nivel mundial.[7],[8]
Stephan Brodziak, coordinador de la campaña de seguridad vehicular de El Poder del Consumidor, señaló “en nuestro país, existen medidas que han demostrado ser exitosas, como el establecimiento de puntos de control de alcoholemia en tránsito. Se debe incrementar una exigencia de 0.00% de alcohol para los conductores que conducen por primera vez. Adicionalmente, desde la perspectiva de seguridad vehicular, existen varios componentes que pueden mitigar las consecuenciasde la conducción con alcohol y que han demostrado ser efectivos, por ejemplo, los parches transdérmicos de monitoreo de alcoholemia[9] o el dispositivo anti-arranque por alcoholemia (alcolock). Esto abre una ventana de oportunidad para México para utilizar estas tecnologías con la finalidad de disminuir muertes y lesiones. Además, se pueden sumar el asistente inteligente de velocidad y el frenado autónomo de emergencia para coadyuvar en la mitigación de muertes y lesiones por estas causas”.
En opinión de Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx,“Establecer y restringir límites de concentración de alcohol en sangre mediante controles de sobriedad y pruebas aleatorias de alcoholemia son políticas fundamentales recomendadas por la OMS/OPS. Urge que entidades federativas como Ciudad de México que no han armonizado su legislación local con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial legislen ya a favor de la seguridad vial, un derecho constitucional de vital importancia, en la Ciudad de México, los límites permitidos de alcohol en sangre son 60% más altos que lo permitido a nivel nacional en la Ley General de Seguridad Vial”.
Por lo anterior, RASA y las organizaciones de la sociedad civil firmantes, hacemos un llamado urgente a todas las instancias de gobierno, tomadores de decisión y cualquier responsable del diseño de política pública relacionada con esta problemática para que implementen medidas estrictas que eviten la conducción de vehículos automotores bajo los efectos del alcohol e impulsen acciones costo-efectivas para reducir los daños a la salud producidos por el consumo de alcohol. Exigimos el aumento de impuestos a este tipo de bebidas y la regulación de días, horarios y lugares de venta de bebidas alcohólicas, incluyendo la venta a pie de carretera, así como la prohibición de publicidad y promoción de bebidas alcohólicas.
Contacto prensa:
Denise Rojas cel. 55-1298-9928,
Diana Turner cel. 55-8580-6525;
Rosa Elena Luna cel. 55-2271-5686
[1] INEGI. (2025). Accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas (ATUS) por condición de alcoholemia y año. Estadísticas de Seguridad. INEGI, México. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/programas/accidentes/
[2] Rivera. G. (2025). Aumentan los accidentes automovilísticos en Semana Santa: ¿Cuáles son las principales causas? El imparcial.com (Nota Periodística). Disponible en: https://www.elimparcial.com/mexico/2025/04/01/aumentan-los-accidentes-automovilisticos-en-semana-santa-cuales-son-las-principales-causas/
[3] Al respecto, se puede consultar la siguiente referencia: Lira, M. C., Sarda, V., Heeren, T. C., Miller, M., & Naimi, T. S. (2020). Alcohol Policies and Motor Vehicle Crash Deaths Involving Blood Alcohol Concentrations Below 0.08%. American Journal of Preventive Medicine, 58(5), 622-629. https://doi.org/10.1016/j.amepre.2019.12.015
[4] Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME). (2025). GBD Compare. IHME, University of Washington. http://vizhub.healthdata.org/gbd-compare
[5] Høye, A. K., & Storesund Hesjevoll, I. (2023). Alcohol and driving-How bad is the combination? A meta-analysis. Traffic Injury Prevention, 24(5), 373-378. https://doi.org/10.1080/15389588.2023.2204984
[6] Borges, G., & Orozco, R. (2024). Sober up: Time from last drink to a road traffic injury. Alcohol (Fayetteville, N.Y.), 118, 57-63. https://doi.org/10.1016/j.alcohol.2023.11.008
[7] Vecino-Ortiz, A. I., Nagarajan, M., Elaraby, S., Guzman-Tordecilla, D. N., Paichadze, N., & Hyder, A. A. (2022). Saving lives through road safety risk factor interventions: Global and national estimates. The Lancet, 400(10347), 237-250. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(22)00918-7
[8] Borges, G., Orozco, R., Pérez-Núñez, R., & Pechansky, F. (2024). Substance use and type of Road Traffic Injury in Mexico City. Journal of Prevention, 45(2), 323-337. https://doi.org/10.1007/s10935-024-00769-z
[9] Kianersi, S., Luetke, M., Agley, J., Gassman, R., Ludema, C., & Rosenberg, M. (2020). Validation of transdermal alcohol concentration data collected using wearable alcohol monitors: A systematic review and meta-analysis. Drug and Alcohol Dependence, 216, 108304. https://doi.org/10.1016/j.drugalcdep.2020.108304