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Rector de la UAEMéx Carlos Eduardo Barrera Díaz cambia su versión sobre audio filtrado y endurece campaña de intimidación

Toluca, Estado de México, 23 de abril de 2025.— A pesar de que la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) reconoció en un comunicado oficial la existencia de un audio obtenido de manera ilegal —y anunció una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia—, el rector Carlos Eduardo Barrera Díaz ha optado por cambiar su versión de los hechos, negando implícitamente su existencia en un mensaje dirigido a la comunidad universitaria.

En un video publicado en redes sociales, Barrera Díaz evita referirse directamente al audio y, en cambio, se victimiza, apelando a la unidad, los valores y el prestigio institucional. Con un discurso genérico y evasivo, intenta diluir la gravedad de las denuncias recientes, mientras amenaza con acciones legales contra quienes cuestionen la integridad de su administración.

Lejos de reconocer las preocupaciones legítimas de estudiantes, docentes y trabajadores, el rector ha orquestado una campaña para acallar las voces de protesta dentro de la comunidad universitaria. A través de amenazas veladas y el uso de «peritos particulares» —supuestamente imparciales— pretende manipular las investigaciones y desviar la atención de las graves acusaciones que enfrenta por desvío de fondos y corrupción administrativa.

Además, Carlos Eduardo Barrera Díaz continúa en su talante antidemocrático, buscando imponer a toda costa a Érendira Fierro como su sucesora en la rectoría. Esta imposición explica los actos autoritarios que ha desplegado recientemente, pasando por encima de toda persona, grupo o sector que se atreva a oponerse a su proyecto de control absoluto dentro de la universidad.

La comunidad universitaria ha mostrado su inconformidad en redes sociales, acusando que el rector intenta proteger intereses personales bajo el discurso de «unidad» y «compromiso institucional», mientras se niega a transparentar el proceso electoral interno y las finanzas de la institución.

La incongruencia entre el reconocimiento inicial del audio y su posterior negación pública, así como la represión creciente contra las voces críticas, colocan a la UAEMéx en el centro de una crisis de legitimidad que no podrá resolverse con discursos vacíos ni con la judicialización de la protesta universitaria.