Por: Mag. Ayarí Dubraska Contreras, Coach Ontológico, Capítulo ICF Venezuela

¿Te has sentido agotada, con mil responsabilidades encima y, al mismo tiempo, con el deseo profundo de reconectar contigo misma y encontrar ese equilibrio que tanto anhelas?
Como mujer, madre y profesional, también he estado ahí. Como coach profesional, certificada por la Federación Internacional del Coaching (ICF por sus siglas en inglés), a continuación, te detallo 5 distinciones que aprendí desde el Coaching y que pueden acompañarte a desarrollar nuevas habilidades y competencias para que como madre y profesionista vuelvas a reconectar con tu esencia. Estas herramientas pueden acompañarte en tu propio camino hacia ese equilibrio que mereces.
- Agilidad del Aprendizaje. Reconocer que sabemos muy poco sobre el mundo es el primer paso para desarrollar la habilidad de aprender. Imagina una hoja en blanco con un pequeño punto en el centro: ese punto, podría representar lo que sabemos o conocemos del mundo. Aceptar esta realidad nos abre a nuevas experiencias, conocimientos y formas de ver la vida, especialmente en un entorno en constante cambio. Aprender nos permite conocer nuevas cosas, tener nuevas relaciones personales y profesionales, intercambiar saberes sobre nuevas culturas, métodos, técnicas generando espacios de intercambio profesional, personal y recreativo. Al ampliar nuestro conocimiento nos preparamos mejor para un mundo donde la tecnología, la inteligencia artificial, la toma de decisiones, el desarrollo de habilidades blandas son cada vez más valoradas. Esto nos ayuda a avanzar hacia un equilibrio entre el SER y el HACER.
- Importancia del SER. Esto implica conocerte, preguntarte ¿quién quieres ser? y conectar con un propósito que te inspire cada día. Cuando tienes claridad en ese propósito, es más fácil enfocarte en lo que te hace feliz y alinear tu metas personales y profesionales, hasta lograr que te paguen por hacer lo que amas. El concepto de IKIGAI te ayuda a encontrar ese propósito, en la intersección entre lo que amas, lo que haces bien, lo que el mundo necesita y por lo que pueden pagar. El IKIGAI no surge sólo: se nutre de la gratitud, el constante, la conexión con otros, compartir con amigos, y la alegría de vivir. Alcanzar el equilibrio nos permite establecer la armonía en nuestro ser.
- Gratitud y reconocimiento. Las madres son una fuente infinita de amor y sabiduría. Sus palabras generan realidades y su silencio también. A este rol se suman otros igual de importantes: el de mujer y profesional, con metas, logros y responsabilidades. Por eso, la importancia de la gratitud y el reconocimiento hacia nosotras mismas son esenciales. Reconocernos nos permite soltar la autoexigencia, abrazarnos, transitar nuestras emociones, aprender de los errores, perdonar y crecer cada día. Nuestras relaciones se fortalecen a través de conversaciones asertivas, que se generan desde la confianza y del poder de nuestro lenguaje. Agradecer cada día quienes somos, valorar cada paso del camino – no solo logros- es indispensable para estar alineadas a nuestros propósitos, que nos permite celebrar la vida y disfrutar el proceso.
- Empatía. Es indispensable para alcanzar el equilibrio. Ser empáticas con nuestras madres, con nuestros hijos e hijas, y con nosotras mismas es un acto de amor y reconocimiento. La empatía va más allá de “ponerse en los zapatos del otro”; implica escuchar activamente, valorar y respetar las ideas y emociones ajenas, comprendiendo que cada persona vive su propia verdad; basada en su historia, creencias y experiencias.. Empatizar no solo fortalece vínculos, también nos hace más eficientes. Entender a quienes nos rodean – en la familia, en el trabajo, en la vida – nos permite conectar con sus fortalezas y colaborar desde la comprensión. Además empatizar nos invita a observar nuestros propios juicios: ¿nos abren o cierran posibilidades? Al hacerlo, aprendemos a construir una realidad más consciente, compasiva y abierta al crecimiento.
- Nuestras conversaciones. El equilibrio de la vida está directamente ligado con las conversaciones que tenemos a diario, tanto con los demás como con nosotras mismas. ¿Qué nos decimos? ¿Somos asertivas en nuestras conversaciones? ¿Logro transmitir el mensaje que quiero comunicar? Vivimos en constante pero ¿cómo nos preparamos para conversaciones difíciles? Un buen punto de partida es observar nuestra relación interna: ¿Cómo me relaciono conmigo? ¿cómo me hablo? ¿Qué me reconozco? ¿Cuándo fue la última vez que alguien me reconoció? Y más aún, ¿cómo me siento cuándo ese reconocimiento no llega? Es un punto que nos invita a reflexionar, especialmente en situaciones complejas o cuando tratamos con personas que también atraviesan momentos difíciles. Desarrollar la habilidad de gestionar estas conversaciones implica prepararse antes, actuar con conciencia durante, y cerrar con empatía y claridad. Esto no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos ayuda a mantener ese equilibrio esencial entre lo que somos, lo que sentimos y lo que expresamos.
En este Día de las Madres, regálate la posibilidad de reconectar contigo misma, de honrar quién eres más allá de los roles que desempeñas. Ser mujer, mamá y profesional no debe ser una carga, sino una danza en equilibrio, donde el autoconocimiento, la escucha y el cuidado propio marquen el ritmo. Recordar que el equilibrio no se encuentra, se construye cada día con amor, intención y pequeñas acciones: desde una conversación consciente hasta un paseo al aire libre. Porque cuando te reconoces y te das permiso de ser, todo a tu alrededor empieza a alinearse.
Hoy es un buen día para elegirte, abrazarte y seguir caminando hacia una vida con más sentido, bienestar y armonía.
Acerca de la Federación Internacional del Coaching
La Federación Internacional de Coaching (ICF) es la mayor organización del mundo que lidera el avance global de la profesión del coaching y fomenta el papel del coaching como parte integral de una sociedad próspera. Fundada en 1995, sus más de 63,799[1]* miembros, repartidos en más de 161 países y territorios, trabajan con el objetivo común de dar a conocer el coaching y mantener la integridad de la profesión a través del aprendizaje permanente y la defensa de los más altos estándares éticos. A través del trabajo de sus seis organizaciones familiares únicas, la ICF empodera a los coaches profesionales, a los clientes de coaching, a las organizaciones, a las comunidades y al mundo a través del coaching. Para más información en coachingfederation.org
[1] *De acuerdo Fact Sheet de ICF de Mayo 2025 (*Este número está sujeto a frecuentes cambios)