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España: el Opus Dei y el ministerio de interior

–       Compilación de reseñas –

La actual crisis abierta entre el ministro de interior, Fernando Grande-Marlaska y la guardia civil, tras el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, ha manifestado el verdadero núcleo duro del ministerio del interior, y eso gracias a unos notables y valientes periodistas: Carlos Enrique Bayo (Público), como hace un par de años, Moisés Pérez (El Temps).

El tema principal de sus artículos es desvelar la infiltración del Opus Dei (Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei), fundada en el año 1928, por José María Escrivá de Balaguer, respaldado por el Papa Juan pablo II, en el año 1982 la erigió en Prelatura, por considerar que la Obra había sido fundada ‘bajo el influjo de la inspiración divina’. En el año 1992 beatificó a su fundador, siendo canonizado en el año 2006.

Ya en el año 2018, Moisés Pérez (El Temps), publicó un artículo titulado “‘Botas’ y ‘piadosos’ en la policía española”, muy interesante, del que transcribo algunos párrafos:

“La etapa de Jorge Fernández Díaz (PP) como ministro de interior estuvo marcada por situar comisarios con formación militar y devoción ultracatólica.

Eugenio Pino, exdirector adjunto operativo y factótum de la guerra sucia informativa contra el proceso independentista catalán, es un ejemplo por sus estudios en la Academia Militar de Zaragoza y por sus simpatías, según algunos medios, por el Opus Dei.

El actual jefe superior de la policía al País Valencià, también formado en la capital aragonesa, acusado de estar relacionado con el exconseller Juan Cotino y miembro de la Honorable y Real orden de San Cristóbal, es el principal representante de las maneras militares y la vinculación de las fuerzas de seguridad con la religión. Son las ‘botas’ y los ‘piadosos’ de la policía española”.

Viajamos a la transición española. Década de los 80. Gobierna el socialista Felipe González en el estado español. El Cuerpo Superior de Policía, heredero del Cuerpo General de Policía franquista, sufre un shock interno. La conocida como policía secreta en la calle o los ‘chapas’ en el argot de las fuerzas de seguridad, acaba involucrada en una red corrupta dedicada al robo de joyas.

Dentro de la organización criminal, participaron diversos mandos policiales. Esta causa de corrupción junto con la desorganización y falta de modernización que arrastraba el Cuerpo Superior de Policía provoca una decisión transcendental del ejecutivo socialista. El año 1986se fusionará con el Cuerpo de Policía Nacional, una estructura policial que vestía de marrón y había sido predecesora de los grises. De esta manera, nace el Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

Como consecuencia de aquella reestructuración de la policía española, se produce la desmilitarización del cuerpo. Con todo, en la Academia Militar de Zaragoza, aún se forman diversas hornadas de agentes destinados a convertirse en mandos policiales. Conocidos dentro de la policía como ‘los botas’, ‘siempre han estado considerados como extraños, al menos por los agentes de base’. Estos mandos, pero, consiguieron los máximos cargos directivos durante la etapa del popular Jorge Fernández Díaz como ministro de interior. ‘Coparon la mayor parte de los puestos de relevancia’ señalan fuentes policiales a este semanario.

Eugenio Pino, exdirector adjunto operativo de la policía española durante el mando de Fernández Díaz, fue el ejemplo más claro. Con más de 40 años al CNP, antes de jubilarse recientemente, se había formado como agente en la Academia Militar de Zaragoza. Simpatizante del Opus Dei, segúnPúblico.es, se convirtió en la mano derecha de Fernández Díaz. Obsesionado con el proceso independentista catalán, fue el encargado de impulsar la denominada policía política contra el independentismo en el Principado. Aquellas acciones le costaron su imputación por presuntos delitos de prevaricación, falso testimonio y fraude procesal por la supuesta contaminación del pen entregado al magistrado de la Audiencia Nacional, José de la Mata, sobre las actividades empresariales de la familia Pujol. Con todo, cobra una pensión anual de 3725 €, sólo por recibir la Medalla de Plata al Mérito Policial, todo y su historial plagado de sombras.

Este comisario, impulsor de las denominadas cloacas policiales contra el soberanismo catalán, también se ha visto manchado por la guerra de agentes en el CNP.

(…)

Un informe del 2017 radiografiaba el comportamiento de tanto de Pino como de José Ángel Fuentes, Gago, realizaron acciones para proteger y encubrir las actividades ilícitas del comisario Villarejo (…)”.

Como se ve, la trama viene de muy lejos (realmente desde el inicio de la dictadura, pero especialmente con la llegada de los tecnócratas López Rodó, Navarro Rubio, Rafael Cavestany, etc.). No hay que olvidar los planes de desarrollo de Laureano López Rodó (1920-2000), que ocupó diferentes carteras ministeriales desde 1965 a 1974.

Es decir, que esa trama está arraiga de tal forma que parece consustancial al propio sistema, como podemos ver por los siguientes artículos:

Carlos Enrique Bayo (Público, 27/5/20), titulado: “Las cloacas de Interior – De los Cobos, a la cabeza de la facción del Opus que sigue controlando la Secretaría de Estado de Seguridad”.

“Tras la supuesta disolución de las cloacas de Interior que crearon una policía política durante el mandato de Fernández Díaz, destacado miembro del Opus Dei, el círculo de simpatizantes de la Obra de los que él se rodeó se ha asegurado la continuidad de esa red conservadora al frente de la Seguridad del estado colocando a sus lugartenientes en puestos clave. Y el que domina esa facción es el recién destituido coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos (…)

Como ministro, Jorge Fernández Díaz construyó en la cúpula de Interior un círculo de poder compuesto por afiliados o simpatizantes del Opus Dei, o incluso miembros de la Orden Constantiniana de San Jorge, a la que pertenece él mismo a pesar de no estar reconocida por el Vaticano.

Más de tres años después del fin de su mandato, la Secretaría de Estado de Seguridad sigue estando controlada por adeptos a la Obra a pesar de que Fernando Grande-Marlaska ha destituido a más de una docena de altos cargos en sus dos años al frente del Ministerio.

(…) Hay una facción del Opus que controla la Secretaría de Estado de Seguridad, y este sector siempre estuvo dirigido por Diego Pérez de los Cobos, quien sigue dominando la situación desde fuera. No se mueve nada en la Secretaría sin que él lo sepa, porque ha dejado colocados allí todos sus peones. (…)

(…)

El ministro y su secretario de estado proceden del mundo judicial, así que no dominan los entresijos policiales, ni la penetración del Opus Dei en las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado (…) y tampoco saben que tanto Pablo Montero como su hermano – jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Salamanca – trabajan a favor del PP (…)”

El periodista, en este documentado artículo, va detallando y relacionando los principales actores de esta trama.

Asimismo destaca, y es muy importante recogerlo, que la juez Carmen Rodríguez Medel, magistrada que se postuló para dirigir la guardia civil, y que tiene asignado el caso contra el gobierno, por la supuesta relación entre la manifestación feminista y el brote del coronavirus, cuyo informe, fue el origen del cese del coronel Pérez de los Cobos, ‘no emitió un oficio específico prohibiendo al coronel informar a sus superiores, es decir, la directora general y el ministro; por lo que el secreto como policía judicial afectaba a los agentes y/o mandos en concreto que estaban efectuando esa investigación”

Ayer, también la periodista Pilar Rahola, escribió su columna, también toca este tema, pero, obviamente, La Vanguardia no permitiría nunca un artículo con la carga de profundidad como el de Bayo.

Bayo comenta que Grande-Marlaska no conoce la trama del Opus en los cuerpos de seguridad, y es evidente, ya que esas tramas son subterráneas; ahora bien, él ya estaba curtido, pues en la cúpula judicial también está infiltrada la Obra, ya que Francisco Pérez de los Cobos, (hermano del coronel y factótum que nos ocupa), había sido presidente del tribunal constitucional, siendo “de un catolicismo muy estricto y vinculado al Opus (…) como Andrés Ollero (…)” (elplural)   

Asimismo, es importante señalar que los vínculos de la trama tienen muchos tentáculos, como veremos:

“Un ministro del Opus salvado por un juez gay: Hoy sabemos que quienes declararon en el caso Yak42 conocían de antemano que su condena jurídica no tendría transcendencia negativa para ellos, pues el Gobierno vendría a rescatarlos e incluso a promocionarlos política y profesionalmente.

Tiene que gracia que Federico Trillo, miembro del Opus Dei, una secta religiosa que se opone a los derechos cívicos de los gays, no esté en la cárcel porque lo salvara de ella un juez, Grande-Marlaska, afín al PP, pero gay, una contradicción en términos, aunque no tanto cuando coinciden ciertos intereses (…)”.

Es muy interesante leer este artículo de Ángel Montiel (La Opinión de Murcia, 10/1/17), para entender los entresijos del “verdadero poder”.

Ciertamente no sabemos nada, ya que las verdaderas teclas y los principales pianistas, siempre están en la sombra; pero, con esa punta del iceberg, ya es suficiente para darnos cuenta que es preciso un gran tsunami que arrase con todo y se pueda reiniciar.

Pero siendo realistas, sé que no será así, ya que ese poder siempre resurge y, cuando podamos implantar nuestra república catalana, también estarán aquí, pues ese poder no entiende de fronteras, sólo de intereses. Y sabemos que su interés principal es la unión de España, pero si un día ésta se fragmentara, no harían ascos a los intereses económicos catalanes.

Y mientras tanto, debemos ser conscientes del magma que lo contamina todo, y los grandes medios de comunicación no son ajenos a ello; incluso, algunos, muy favorables, por lo que, en lugar de informar, opinan y conforman opiniones.

Leyendo información para esta compilación de referencias, he visto que hay opiniones, decisiones y certeza, por ejemplo sobre la familia de Jordi Pujol (ex president de la Generalitat) o sobre Sandro Rosell, (ex presidente del FC Barcelona), de las que ahora también dudo, pues los montajes son tremendos, y los informes policiales y la justicia, ya vemos cómo son y cómo actúan.

Amadeo Palliser Cifuentes