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Los ‘frumentarii’ españoles

“Un frumentarius (en plural frumentarii) era un soldado romano miembro de una legión con la categoría de miles principales y doble sueldo, ‘duplicarius’, creado a finales del siglo I o principios del II.

Realizaba funciones de enlace entre la unidad a la que pertenecía y el gobierno imperial. Su misión se amplió progresivamente a la de espionaje político y, por tanto, a la de policía política, sirviendo de antecedente a los tristemente famosos agentes in rebus del Bajo Imperio. Dependían directamente del Prefecto del Pretorio, y cuando estaban en Roma, permanecían acuartelados con la Guardia Pretoriana, en las dependencias del castra praetoria”. (es.LinkFang.org)

“El emperador Adriano organizó una red de ‘frumentarii’ por todo el imperio. (…) Los funcionarios conocidos como frumentarius tenían la obligación de recoger el grano y distribuir la comida a las legiones. En el transcurso del siglo II se hizo evidente la necesidad de un servicio de inteligencia que actuase por todo el imperio. Pero ni un emperador podía crear fácilmente un servicio general con la finalidad expresa de espiar a los ciudadanos del gran territorio del imperio romano.

Los primeros frumentarii fueron las personas que, aprovechando su condición de recolectores del trigo que producía una provincia, se ponían en contacto con los habitantes locales, y recogían información suficiente para conocer lo que realmente pasaba en un determinado territorio.

Los frumentarii se ganaron rápidamente el odio de la sociedad. En el siglo III, las conspiraciones y los contactos que tenían con los jefes militares provocaron graves conflictos. Diocleciano disolvió a los frumentarii debido a sus abusos y la reputación repugnante que tenían. Esta decisión le dio una gran popularidad, pero poco tiempo después creó, en su lugar, una policía política mucho mejor organizada, los agentes in rebus.” (Wikipedia).

“La administración imperial central necesitaba correos, y los agentes que los recibían, cumplieron ese papel. Originalmente actuaban como transportistas de despachos, pero principalmente asumían una gran cantidad de obligaciones: el título en sí se traduce como ‘los activos en cuestión’. Cayeron bajo la jurisdicción del magister officiorum (maestro de las oficinas). (…) Fueron abolidos a principios del siglo VIII, ya que la mayoría de las funciones de las magister, fueron asumidas por los Logothetes tou dromou.”

Los Logothetes tou dromou (logotècte del curso / drome / dromos o postal logothete), era el jefe del departamento de la publicación pública (…) El Logoteta equivalía a un ministro o secretario de estado, y era el responsable del correo del imperio, la diplomacia y los servicios de información y espionaje del imperio (…) Con el tiempo se especializaron: logoteta postal, logoteta general, logoteta del ejército, logoteta de los ganados, logoteta de la sala del pretorio, logoteta del agua, logoteta del tesoro privado y el gran logoteta” (Wikipedia).

Y así, hasta nuestros días, en todos los estados y todos los tiempos, ha habido ese tipo de ‘cuerpos’ más o menos públicos, que denotan, entre otras muchas cosas, la escasa confianza de los emperadores, o de los jefes de estado actuales, con sus representantes orgánicos en sus diferentes territorios.

Como hemos visto, todas las funciones, desde los frumentarii hasta los logotetas, se basaban en hablar, informarse (etimológicamente, estos últimos tienen en su nombre el ‘logo’ palabra).

Es comprensible, asimismo, que esa actividad siempre haya sido mal vista por la población y, es de suponer, también, por las estructuras oficiales, ya que oficios así generan todo tipo de miedos y recelos.

También es grave, como he dicho, la desconfianza que refleja la cúpula, respecto a su propia estructura; y también, que esos propios espías acabasen instigando, ya que es muy humano que todo poder aspire a maximizarse y perpetuarse; y cuando no hay escrúpulos, ni moral, ni control, y generan pánico, es muy fácil que crucen el Rubicón, mejor dicho, el río Estigia (Estix, Éstige o Estige) que:

“en la mitología griega constituía el límite entre la tierra y el mundo de los muertos, el Hades. El río Estigia (el río del odio), era uno de los ríos del inframundo. Los otros eran Flegetonte (río del fuego), el Lete (río del olvido), el Aqueronte (río de la aflicción) y el Cocito (río de las lamentaciones). Todos ellos convergían en una gran ciénaga.

Popularmente se creía que las almas de los difuntos podían cruzar el Aqueronte en una barca guiada por Caronte. (…) Llegados al inframundo, las almas recibían un premio o un castigo, en función de la vida que había llevado cuando estaban vivos” (Wikipedia).

Aquí, en España, podríamos hacer un paralelismo con la inquisición, ya comentada en un anterior escrito; y en la actualidad tenemos la policía patriótica, que ahora ha reconocido su existencia el propio Pedro Sánchez, por el informe que habían elaborado sobre su gestión de la pandemia, dirigida por el coronel de la guardia civil, Diego Pérez de los Cobos, recientemente cesado de su cargo de director del gabinete técnico de la secretaría de estado de seguridad.  

En plena época franquista y hasta hoy día, hemos tenido y tenemos a ‘famosos’ policías:

·       Melitón Manzanas González (1909-1968; colaborador de la Gestapo durante la Segunda guerra Mundial, desde su cargo en la policía española, jefe de la brigada político-social de Guipúzcoa, y primera víctima mortal de un atentado de ETA, en 1968).

·       Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño, (1946-2020; policía y gran torturador, y asesino del estudiante Enrique Ruano; condecorado repetidas veces; requerido por la juez argentina María Servini, que dictó una orden internacional de búsqueda y captura, que fue rechazada en 2014 por el gobierno de Mariano Rajoy; murió por el Covid-19, en mayo del 2020, sin haberle retirado las condecoraciones ni los pluses económicos que comportaban).

·       José Manuel Villarejo Pérez (n. 1951; ex comisario de la policía nacional, formó parte del grupo antiterrorista y participó en diferentes actuaciones contra ETA; en excedencia del 1983 a 1993, se reincorporó como agente encubierto; acusado de haber apuñalado una dermatóloga en Madrid, el 3 de noviembre del 2017 fue detenido por orden de la fiscalía anticorrupción, acusado de delitos de blanqueo de capitales, soborno, organización criminal y delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros).

·       Diego Pérez de los Cobos Orihuel (n. 1964; en 1992 fue uno de los seis guardias civiles acusados de torturar al activista vasco Kepa Urra, por el cual, el estado español fue declarado culpable por la violación de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, por el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura; pero en España, fue exonerado y declarado inocente en 1997; fue el coordinador del dispositivo para impedir el referéndum en Catalunya, el 1 de octubre de 2017, con los funestos resultados de su operativo, y sus manipuladoras declaraciones en el juicio a nuestros presos políticos y sociales).

·       Daniel Baena Sánchez (teniente coronel de la guardia civil, que firmaba sus twitter como ‘Tácito’, como jefe de la policía judicial a cargo de la investigación sobre la organización del referéndum, mostrando una gran capacidad imaginativa y novelada, para justificar lo injustificable, es decir, la culpabilidad de nuestros presos políticos y sociales).

·       Etc.

Es evidente que la responsabilidad de estos últimos recaía, especialmente, sobre el ministro del interior, el ultra nacional católico, Jorge Fernández Díaz; pero, finalmente, en el jefe de gobierno Mariano Rajoy (PP) y, desde el 2 de agosto del 2018, de Pedro Sánchez, que apoyó a Rajoy en la aplicación del 155 a Catalunya, y en todo el proceso judicial y, sólo ahora, como he comentado, ha reconocido la existencia de la policía patriótica, pues, en este momento, empezaba a ir a por él, por haber pactado un gobierno de coalición con Pablo Iglesias (Unidas Podemos).

Y no hay que olvidar, ni perdonar nunca, que el PSOE, un partido supuestamente socialista, dirigido por el dúo Felipe González y Alfonso Guerra, creyendo que el fin justifica los medios, montaron el GAL (Grupo antiterrorista de liberación), para realizar los crímenes más execrables, la utilización de las cloacas del estado más infectas. Y eso, nunca tendrá perdón. Deberían ser juzgados moral y penalmente (los crímenes nunca deberían prescribir, y los de estado, menos).

Hoy, el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, ha tenido que hacer marcha atrás en su negativa a apoyar una comisión de investigación del Gal, en el congreso español. No podían hacer otra cosa, vista la marea de críticas por su incoherencia. Ahora bien, uno de sus tuits aún lo denigra más, ya que dice: “Posiblemente la maniobra se habría quedado en nada en condiciones normales. Pero hay elecciones vascas y el nacionalismo decidió que a ellos también les venía bien el tema. Mejor hablar del GAL que de Zaldíbar o del ingreso mínimo vital ¿verdad?”.

Echenique se refiere al vertedero de Zaldíbar (Vízcaya) de la empresa Verter Recycling, que “sufrió un derrumbe el pasado 6 de febrero, sepultando el cuerpo de dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, bajo millones de toneladas de tierra y residuos industriales. Dos familias sepultadas por la tragedia y, dicen fuentes de estas dos familias ‘mucho silencio institucional, falta de gestión y de empatía’ por parte del ejecutivo presidido por Íñigo Urkullu. Y lo peor es que la situación se va a alargar varios meses más. Hasta verano, como mínimo” (Economía).

Realmente eso fue una desagracia, y Urkullu ha dicho varias veces que el rescate es muy complejo, y con la pandemia, mucho más.

Pero no es de recibo que Echenique ‘utilice’ denigrantemente estos muertos, como argumento; esto le invalida de por vida, ya que ha demostrado no tener ni empatía ni inteligencia. Que se dedique a sus estudios de investigación física, ya que, para la política se ha mostrado un incompetente y un amoral.

Obviamente, el poder de todos estos frumentarii actuales, como en épocas pretéritas, provocan todo tipo de alergias en los demócratas, pues su actuación les ha desprestigiado tanto aquí en Catalunya, como en todos los países occidentales; pero los estados se auto protegen entre ellos, con el consabido argumento de que se ‘trata de un asunto interno’.

Y tampoco hay que olvidar que, además de esos frumentarii, en Catalunya existe toda una capa de políticos orgánicos, que llevan décadas apoyando el nacionalismo español y blanqueando todo lo que haga falta, con tal de seguir aposentados en sus poltronas en el PSC (partido de los socialistas catalanes), por ejemplo: Miquel Iceta Llorens (secretario general del PSC); José Zaragoza Alonso (diputado en el congreso); Eva Mª Granados Galiano (diputada al parlament); etc.; y, especialmente, apoyando al PSOE, como monaguillos que sirven para un ‘roto y para un descosido’, y si hace falta participar en maniobras ilegales de guerra sucia, como lo fue el espionaje en el restaurante La Camarga, en Barcelona, para desprestigiar a los líderes nacionalistas catalanes, pues, adelante, sin ningún rubor ni moral, y, encima, dando lecciones de ‘pedagogía política’, cada vez que suben al estrado, y, siempre, para criticar al president de la Generalitat, venga al caso, o no.

Finalmente, cabe destacar que Pedro Sánchez, en su discurso semanal, ha vuelto a abusar de su posición, para hacer política de partido, con sus mensajes de: unidos; todos juntos; España debería reencontrarse con la mejor España; que debemos trabajar juntos como mejor homenaje a los fallecidos; que debemos olvidar las diferencias; que gracias al estado de alarma se han salvado más de 400.000 personas, según un estudio independiente, y en Europa, 3 millones; que Europa finalmente se dará cuenta de que no se trata de que el sur haya sido insolidario; etc. Con esas ‘tonterías’, propias de un personaje superficial e interesado, sólo deja ver su falta de moral. Como vemos, es una muestra más de que en la política se precisa un recambio total de líderes, pero, en este país, todo sigue ‘atado y bien atado’

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com