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“La ley de Murphy dice que, si algo puede salir mal, saldrá mal”.

“Edward Aloysius Murphy, Jr., ingeniero aeroespacial, trabajó en experimentos con cohetes sobre rieles puestos en práctica por la Fuerza Aérea de los EUA, en 1949.

Existen diferentes teorías sobre el origen de su ley y sobre los detalles de cómo fue formulada inicialmente. Durante el período de 1947-1949 se desarrolló un plan denominado MX100 en el campo Muroc (llamado más tarde Base Aérea Edwards) destinado a probar la resistencia humana a las fuerzas G durante una desaceleración rápida. Para las pruebas se empleaba un cohete sobre rieles con una serie de frenos en un extremo.

(…) Inicialmente se practicó con muñecos, después con un chimpancé y, finalmente, con el capitán John Paul Stapp.

Durante la fase de pruebas, Murphy propuso usar medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés para medir la fuerza ejercida sobre ellos por la rápida desaceleración.

El asistente de Murphy cableó el arnés. Sin embargo, los medidores dieron una lectura de cero.

Entonces se advirtió que se había producido un error en la instalación: cada sensor se había cableado al revés. Según George Nichols, otro ingeniero que estaba presente, Murphy, frustrado, le echó la culpa de forma arrogante a su asistente, diciendo: “Si tiene una forma de cometer un error, lo hará”.

(…)

Según otra versión, Robert Murphy, hijo de Edward, niega la versión de Nichols y sostiene que la frase de su padre fue: ‘Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una de ellas culmina en desastre, alguien lo hará de esa manera’ “

(…)

La idea de que ‘lo que puede suceder, sucede’, se popularizó con la tostada untada de mantequilla que, al caer, cae con la cara de la mantequilla hacia abajo; erróneamente la gente argumenta que es debido al peso de la mantequilla, cuando la realidad es que depende de la altura de la caída, para dar tiempo a realizar rotaciones propias de ese movimiento, y la altura de la mesa, sólo da para realizar medio giro.

También se argumenta que sólo nos acordamos cuando cae de esa forma”.

(fuente Wikipedia).

En el estado español, y concretamente en la gestión de la pandemia, y a pesar de las autoalabanzas que se hace el propio gobierno, e incluso Pedro Sánchez, resaltando los centenares de vidas salvadas gracias a ‘su estado de alarma’, y nunca, nunca, realizando una autocrítica. Pero, muchos, que sí aplicamos un pensamiento crítico, vemos que las decisiones básicas tomadas por el gobierno de Pedro Sánchez, han resultado equivocadas.

Por citar las más relevantes:

·       La negación de confinar Madrid y Catalunya, considerando que ‘el virus no entendía de fronteras’.

·       La tardanza (dos semanas) para confinar todo el estado, con el argumento de que ‘en esto entramos todos unidos y saldremos unidos’.

·       La idea homogeneizadora de que ‘unidos, se hará mejor frente al enemigo’.

·       Centralizar en su mando único, las funciones de sanidad, movilidad, etc., si bien argumentando que ‘en ningún caso se invadían competencias de las comunidades autónomas’.

·       Realizar funciones, como la compra de mascarillas y de respiradores, a través de comisionarios, a empresas que el gobierno chino no reconocía con las autorizaciones de calidad requeridas; por lo que el material facilitado, en primera instancia, al personal sanitario, resultó ser ineficaz.

·       Poner al frente del gabinete de comunicación, dirigido por el Dr. Fernando Simón, a tres generales (ejército, guardia civil y policía nacional), dando una pésima imagen internacional.

·       Qué de ese gabinete de comunicación, tres de ellos se contaminasen con el covid-19, mostrando que ni ellos seguían sus propios consejos.

·       Asimismo, en el gabinete de crisis, se contaminó la vicepresidenta Calvo.

·       Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tuvieron a sus respectivas esposas contaminadas, y ellos no guardaron la preceptiva cuarentena que exigían al resto de la población.

·       España ha liderado, durante semanas, los rankings de contaminados y de fallecidos por 100.000 habitantes. Y, finalmente, seguimos muy altos en esa cumbre.

·       Los índices de personal sanitario afectado, es de los más altos del mundo, como prueba del deficitario material de protección.

·       Las ayudas a los trabajadores y pequeñas empresas han sido escasas, y han llegado tarde y mal; aún hoy día hay miles de trabajadores que no han cobrado las ayudas prometidas en marzo.

·       El número de parados encabeza los rankings europeos.

·       La ratio del déficit, igual.

·       Las propuestas efectuadas por el president de la Generalitat, primero eran criticadas, y finalmente apropiadas por Sánchez, sin ninguna autocrítica.

·       Las ruedas de prensa semanales, primero las anunciaba a la población (los sábados) y después, los domingos, en las reuniones virtuales con los presidentes autonómicos, se las comunicaba para que las ejecutasen. Haciendo caso omiso a los comentarios de éstos.

·       Las sucesivas modificaciones y publicación de las normativas, que publicaban en el BOE los domingos por la noche, para su ejecución a partir del lunes.

·       La salida del estado de alarma, el desconfinamiento, ha sido gradual, una desescalada casi a medida para las dos comunidades autonómicas con elecciones en breve (Galicia y País Vasco); así que lo que decía Pedro Sánchez de entrar y salir juntos, tampoco se ha cumplido.

·       Y su mensaje repetitivo, de que de esa crisis saldremos más fortalecidos, la verdad, con los fallecidos que hemos tenido, mejor no decir nada.

·       Etc.

Esta lista, improvisada de forma rápida, y sin ningún orden de gravedad e importancia, sirve para mostrar que la ley de Murphy siempre ha funcionado adecuadamente en el gobierno español; quizás esa ley es lo único que no ha fallado.

Efectivamente, toda decisión, en cualquier aspecto de la vida, comporta un cierto riesgo. Asimismo, esa pandemia ha afectado a todo el mundo, y ningún gobierno estaba preparado; y, los científicos han ido ‘aprendiendo’ sobre la marcha. Por eso es comprensible que algunas decisiones de las tomadas, después se demostrasen erróneas, y obligasen a hacer marcha atrás. Esto es obvio y comprensible.

Pero lo que no es comprensible, es la prepotencia del gobierno de Pedro Sánchez, que no tiene la menor empatía con la ciudadanía, por mucho que ahora quiera hacer un acto conmemorativo, como recuerdo a los fallecidos.

Y, también es evidente que, si hubiese actuado al puro azar, con el cara y cruz, al menos el 50% de las decisiones hubiesen sido acertadas. Pero que siempre caiga la tostada boca abajo….

Por eso, cabría pensar que hay otros intereses ocultos, que desconocemos, pues equivocarse tanto, cuesta de creer.

También es constatable, que el gobierno defiende a capa y espada su gestión, dándole la vuelta a todo, asumiendo los aciertos y distribuyendo los desaciertos. Esto no es sólo propio de los políticos, esto es ‘humano, demasiado humano’, utilizando el título de una de las obras de aforismos de Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900), (‘All Too Human, de Human, All Too Human’, 1878).

Generalmente se considera que la ley de Murphy es pesimista, y también la filosofía de Nietzsche, ya que apenas deja margen al libre albedrío, todo parece predeterminado.

Pero hemos de considerar que hay cierta lógica simple, que no apreciamos, por ejemplo, uno de los pensamientos derivados de Murphy dice, “‘Siempre encuentras las cosas en el último sitio en el que miraste’. La razón es que no seguimos buscando después de encontrarlas”.

Por su parte, Nietzsche, en su fragmento ‘a la cascada: Cuando vemos una cascada, pensamos que vemos la libertad de la voluntad y elección, en los innumerables giros, sinuosos, rompimiento de las olas; pero todo es necesario; cada movimiento se puede calcular matemáticamente. Así pasa con las acciones humanas; si uno fuera omnisciente, se podría calcular con antelación cada acción individual, cada paso en el progreso del conocimiento, cada error, cada acto de malicia.

Estar seguro que el hombre actuando queda atrapado en su ilusión de voluntad (…) La ilusión del hombre actuando sobre sí mismo, su suposición que existe el libre albedrío, también forma parte del mecanismo calculable”. (Wikipedia).

No es el momento de discutir sobre la existencia o no de la libertad, pues requiere más tiempo y espacio.

Pero sí que es el momento para señalar que todo ser vivo, actuando con el método de ensayo – error, puede aprender, acumular conocimientos para evitar errores futuros. Y eso no lo vemos en el caso de Pedro Sánchez. Y, sólo entendemos su actuación, sin autocrítica, por su permanente estado de campaña electoral, de gobernar con el timón de las encuestas del CIS, es decir, de gobernar pensando en su beneficio y el de su partido. Y en eso estamos.

Para finalizar con una nota curiosa, repasando el citado libro de Nietzsche, ‘Humano, demasiado humano’, he visto que al final de todo, en la pág 344, de 346, se inicia un apartado final titulado: ‘ANTIMERIDIANO’, compuesto por dos páginas tituladas ‘Entre amigos’, con el subtítulo ‘Post lusura’ (nota final)

“Es muy bello callar, pero reír más bello todavía cuando un cielo de seda nos cobija, reímos francamente, sin nada que amengüe o turbe la expansión amiga.

Si procedo bien, callaremos, y si procedo mal, podemos reír, pero siguiendo firmes en la empresa. Cuando mayor sea el daño, mayor risa se nos ofrece hasta que descendamos a la huesa.

¡Nada de excusas! Acoged este libro en vuestros brazos, vosotros los de corazón libre, y creed que jamás mis sinrazones, por muchos odios que me atraigan, sirvieron para execrar nada.

De lo que encuentro y busco con empeño ¿habló algún libro jamás? ¿Ven en mí la pasión de los locos! Honradme, que anhelé vuestra ventura; y sacad de este libro amargo razones para todo.”

(saudeglobaldotorg1.files.wordpress)

Este comentario final, está repetido, idénticamente, en las páginas 345 y 346; el autor alaba las virtudes de callar, de reír y de la amistad, tan difíciles de encontrar en las relaciones humanas, y cuanto más altos cargos se ocupen, más escasos, como ya comenté ayer tratando el Principio de Peter.

Lo que no he podido saber, es el motivo del título ‘ANTIMERIDIANO’, pero lo buscaré.

La inclusión de esa ‘post lusura’, me ha parecido muy oportuna, ya que, como se desprende de este escrito, las casualidades no son tales.

Y el motivo de su repetición, también lo buscaré, ya que no es un error, en otras ediciones aparece igual.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com