- Sufren violencia física, sexual o psicológica; traumatismos, discapacidad o, incluso, la muerte.
- Baja California Sur, Guanajuato, Aguascalientes, Michoacán, estado de México, ciudad de México, Jalisco, Qurétaro, Quintana Roo, Sinaloa, las más violentas.
- Urge proteger la salud y el bienestar de los niños.
El número de agresiones a menores de edad se multiplicaron a partir del confinamiento que provoca la presencia del Sars-CoV-2 entre las comunidades mexicanas, así lo alertó la Confederación Nacional de Profesionistas y Jóvenes de México (Conapro).
Su presidente, Silvio Octavio García Rodríguez, afirmó que la mitad de la población de menores de edad en el país se ve sujeta a violencia física, sexual o psicológica; sufren traumatismos, discapacidad o, incluso, la muerte, porque los gobiernos incumplen con estrategias para su protección.
Puntualizó que entidades como Baja California Sur, Guanajuato, Aguascalientes, Michoacán, estado de México, ciudad de México, Jalisco, Qurétaro, Quintana Roo, Sinaloa, son las que suman denuncias penales por arriba de la media nacional, es decir, más de 17 mil casos sólo en el primer semestre del año.
“La violencia contra los menores de edad no tiene justificación; hoy en día existen herramientas con base científico para prevenirla, por lo que desde la Conapro solicitamos a todos los gobiernos —local y federal— a aplicarlas. Proteger la salud y el bienestar de los niños es crucial para proteger nuestra salud y bienestar colectivos, ahora y para el futuro”, expuso.
El ingeniero García Rodríguez recordó que durante la presente pandemia, que implicó el cierre de escuelas, “hemos constatado un aumento de la violencia, incitación del odio en línea, que incluye acoso. Ahora que las escuelas vislumbrar reabrir, los niños hablan de un miedo aunado a volver», señaló.
“Es responsabilidad de todos velar por que se lleve a cabo, en los centros escolares, entornos seguros. Debemos pensar y actuar colectivamente para acabar con la violencia en la escuela y en las sociedades en general, particularmente al interior de las familias”, explicó.
Las medidas para quedarse en casa, así como los cierres de escuelas, provocaron la reducción de apoyos a familias, personas, amigos, la familia extensa o de los profesionales.
“Ello erosiona aún más la capacidad de las víctimas para hacer frente con eficacia a las crisis y las nuevas rutinas de la vida cotidiana. Se han observado incrementos pronunciados en el número de llamadas a las líneas telefónicas de ayuda contra el maltrato infantil y la violencia de pareja”, añadió.
Y si bien los recursos virtuales han sido cruciales para que muchos niños puedan seguir aprendiendo, recibiendo apoyo y jugando, “se ha detectado un aumento de los comportamientos dañinos en línea, como el ciberacoso, las conductas de riesgo y la explotación sexual”.
García Rodríguez recordó que el Estado mexicano signó con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una alianza para acabar con la violencia a los menores de edad “integrada por más de 420 asociados y actúa de plataforma mundial para promover acciones e inversiones de base científica con el fin de acabar con toda forma de violencia contra los niños.
«Para que los niños estén seguros, esta Alianza Mundial para Acabar con la Violencia contra los Niños se centra en tres ámbitos principales: en los hogares, en línea y en las diferentes etapas escolares”, resaltó el líder nacional de la Conapro.
