Los cambios han sido profundos, pero los resultados son insuficientes.
El gobierno ha impreso una nueva dinámica, pero no ha resuelto problemas tan fundamentales como el de la seguridad, la injusticia, el pobre desempeño del gasto público, la educación y la corrupción.
A pesar de los magros resultados, la popularidad del presidente López Obrador se mantiene en niveles extraordinarios. Sin embargo, el presidente no ha empleado esa popularidad para llevar a cabo el tipo de transformación que él mismo propuso en su campaña y que ha estado ausente en los pasados 12 meses de gestión.
Seguridad: el incendio local Gobierno y sociedad hemos ignorado la dimensión local de la criminalidad. Y en este primer año de gobierno no se han desmontado los mecanismos que desincentivan el involucramiento de las entidades en la creación de soluciones de política pública. |
Justicia: retroceso aceleradoPara remontar los niveles pavorosos de impunidad, la gran tarea es la construcción de una genuina política de Estado, pero en cambio hemos visto 12 meses de restricción de derechos y ampliación de espacios de arbitrariedad. |
El fortalecimiento de los Poderes Judiciales: la gran tarea pendienteLos poderes judiciales siguen padeciendo problemas de nepotismo y corrupción, que socavan su legitimidad. De acuerdo con el Inegi, el 68.4% de los mexicanos percibe que los jueces son corruptos y el 44.9% dice confiar poco o nada en ellos. |
Gasto público: la llave de la inversión física Pueden y deben promoverse las condiciones institucionales para que el desarrollo de la infraestructura sea más orgánico. Tras 12 meses, no vemos síntomas de recuperación en el sistema de inversión pública. |
Política energética: pérdida de equilibrioEl cambio de política energética ha sido radical, pero en la discusión pública ha estado ausente el reto ineludible: el fortalecimiento de la gobernanza al interior del sector. |
Educación: la apuesta a una sola fichaLa inclusión y equidad prometidas en la reforma educativa aprobada en mayo y reiterada en diversas ocasiones por el presidente y las autoridades educativas, no contará con recursos suficientes para su implementación. |
Combate a la corrupción: el centro de la paradojaA la corrupción lacerante se suma el reto de articular incentivos, procesos y políticas públicas para enfrentarla. En estos primeros meses de gobierno hemos visto más confusión que decisiones basadas en evidencia. |