Con más de 45 años de antigüedad, una tienda de vinilos en Guadalajara (oeste de México) se mantiene fuerte ante la crisis económica derivada de la pandemia por COVID-19 gracias a la nostalgia de los melómanos y al resurgimiento del disco en el viejo formato.
Ricardo Villalpando, dueño de «Roxy and roll, contó a Efe que sacar adelante este negocio es un acto de «amor al arte», porque sabe que la cultura no da réditos como él quisiera.