El Grupo Parlamentario del PRD en la 60 Legislatura planteó incorporar al Código para la Biodiversidad de la entidad que los planes y programas rectores para el desarrollo urbano del estado deban considerar acciones para garantizar el derecho humano a un medio ambiente saludable, la recarga de los acuíferos y acciones para proteger, restaurar e incrementar las áreas verdes, la protección de la atmósfera, la recuperación del suelo y la resiliencia ante fenómenos naturales.
En sesión del Sexto Periodo Ordinario, la diputada Araceli Casasola Salazar dio lectura a la propuesta de esa bancada para establecer en tal Código que un hábitat sustentable es el ecosistema con la capacidad de producir alimentos y refugio para las personas y otros organismos sin agotar los recursos naturales, buscando no enviar residuos que generen un impacto ambiental adverso a dicho ecosistema y aprovechando las energías renovables o limpias.
Remitida a las comisiones de Desarrollo Urbano y de Protección Ambiental y Cambio Climático, la iniciativa sostiene que la afectación al medio ambiente y la devastación de los recursos naturales presenta un incremento exponencial y que, entre sus causas destaca la necesidad que los habitantes tienen de acceder y mejorar los servicios públicos, aun a costa de la preservación del entorno natural del Estado de México”.
Agrega que el enfoque de sustentabilidad sugiere que, para solucionar o, en su caso, disminuir los efectos negativos en el ambiente se requiere aplicar diversas acciones estructurales y no estructurales, y para “hacerlo posible se requiere, en primera instancia, conocer los factores de la presión antropogénica y la situación ambiental en general del territorio y así evaluar la magnitud de los cambios sucedidos, detectar sus dinámicas evolutivas y proponer las medidas adecuadas de respuesta”.
En este marco, la propuesta incluye que los planes y programas referidos consideren también acciones para impedir la deforestación, la destrucción de humedales y la contaminación de aire, agua, suelo, acústica, visual, lumínica y cualquier otra, además de acciones que fomenten la adopción de patrones de producción y consumo sustentables, compatibles con el respeto a los ciclos vitales de la naturaleza.
Asimismo, prevé acciones que fomenten la educación ambiental preferentemente en escuelas y población que habita los núcleos rurales del suelo de conservación; la promoción y realización de proyectos de ecotecnias en viviendas que aprovechen y protejan de manera sustentable los recursos naturales; el cuidado, conservación y fomento de la zona de montaña, y la promoción y realización de proyectos especialmente para el uso de energías renovables.