Ciudad de México/Puerto Principe, Haití, 3 de diciembre de 2019. – Una crisis política y económica cada vez más grave ejerce una gran presión sobre todos los aspectos de la atención médica en Haití, asegura la organización médica internacional humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), tras anunciar la apertura de un hospital en Puerto Príncipe para pacientes con lesiones traumáticas.
Inaugurado el 27 de noviembre en el área de Tabarre de Puerto Príncipe, el hospital se especializa en el tratamiento de pacientes con lesiones que amenazan su vida, incluidas fracturas abiertas y heridas de bala. En sus primeros cinco días de operaciones, el hospital admitió a 21 pacientes, aproximadamente la mitad sufrió heridas derivadas de la violencia.
«Estamos respondiendo a una necesidad vital con la apertura del hospital de emergencia para traumatismos de Tabarre, pero esto no será suficiente», dijo Jane Coyne, jefa de misión de MSF en Haití. «El país está pasando por una grave crisis económica y política, y los hospitales están luchando por mantenerse abiertos».
MSF abrió originalmente un hospital en Tabarre en 2012 para brindar atención de emergencia a personas con lesiones traumáticas en los años posteriores al terremoto de Haití. El hospital, llamado «Nap Kenbe», redujo progresivamente sus servicios en los últimos años y admitió a su último paciente a finales de 2018.
A medida que la crisis económica y política de Haití creció desde septiembre de 2019, MSF decidió una nueva iniciativa para atender a pacientes con lesiones potencialmente mortales, que el sistema médico haitiano ahora lucha por tratar. Trabajando en la misma ubicación de Tabarre, el nuevo hospital de MSF actualmente emplea a 170 médicos, incluidos ocho cirujanos. Después de abrir con 25 camas, el hospital se prepara para aumentar su capacidad a 50 camas.
A medida que los problemas económicos y las tensiones políticas se han intensificado, las instalaciones médicas, incluidas las administradas por MSF, han luchado para satisfacer las necesidades de los pacientes. Desde septiembre, las calles han sido bloqueadas regularmente por barricadas hechas de neumáticos en llamas, cables e incluso paredes construidas durante la noche. Esto dificultael movimiento de las ambulancias y las instalaciones médicas para recibir combustible, oxígeno, sangre, medicamentos y otros suministros.
Las instalaciones médicas de MSF en Haití reciben un alto nivel de necesidad en medio de la crisis actual. En lo que va de 2019, el centro de estabilización de emergencia de MSF en el área de Martissant, en Puerto Príncipe, ha recibido un promedio de 230 pacientes por mes con heridas de bala, laceraciones y otras lesiones por violencia. El hospital de MSF en el área de Drouillard en Puerto Príncipe experimentó un aumento de actividad en septiembre, cuando admitió a un total de 141 pacientes con quemaduras graves, principalmente causadas por accidentes.
La inseguridad también afecta a los trabajadores de la salud. Durante meses, el servicio nacional de ambulancias de Haití ha experimentado repetidos incidentes que afectan su capacidad de responder a emergencias médicas.
Para mantener el funcionamiento de las instalaciones de salud de MSF durante las tensiones de los últimos meses, MSF transporta cada día a cientos de empleados para trabajar en los vehículos de la organización.
«Gracias a la buena reputación de MSF en Haití, nuestros vehículos son generalmente respetados y pueden pasar por las barricadas», dijo Ella Lambe, coordinadora de proyectos de MSF en la ciudad de Port-à-Piment. «Sin embargo, algunos centros de salud donde hemos derivado a nuestros pacientes han sido saqueados, y algunos de nuestros vehículos han sido impactados con piedras».
En áreas rurales como Port-à-Piment, en el oeste de Haití, los desafíos que enfrenta el sistema de salud de Haití son muy evidentes. Un centro de salud local donde MSF ha apoyado durante mucho tiempo a los servicios de emergencia y de salud materna, ahora lucha por derivar a sus pacientes a hospitales para recibir atención de alto nivel.
«Antes, podíamos derivar a los pacientes a otra instalación médica en una hora para necesidades urgentes como cesáreas», dijo Lambe. «Ahora toma de tres a cinco horas llegar a un hospital que pueda atenderles».
En colaboración con el Ministerio de Salud Pública y población de Haití, MSF también apoya a los hospitales públicos de varias maneras. Estos incluyen la rehabilitación de una parte de la sala de emergencias del Hospital de la Universidad Estatal de Haití, la organización de capacitaciones para el personal de salud y la donación de medicamentos y suministros esenciales como el oxígeno.
MSF trabajó por primera vez en Haití en 1991 con programas de respuesta a emergencias como desastres naturales y otras crisis. El día después del terremoto del 12 de enero de 2010, MSF lanzó la mayor respuesta de emergencia en su historia. Hoy, los equipos de MSF en Puerto Príncipe y en el suroeste de Haití cubren brechas importantes en los servicios de atención médica y refuerzan la capacidad de los sistemas de salud locales.