· A casi un año de la liquidación de diversas entidades para la construcción de Finagro, seguimos sin conocer los criterios que definan su comportamiento estratégico: ¿Qué estrategia, qué indicadores, qué van a hacer con el equipo, presupuesto y personal que heredaron? cuestiona
· Desconfía el PRD de que con la nueva Finagro se repitan vicios del viejo Banrural, utilizado por el partido en el poder para fortalecer una “política clientelar” y el “voto verde”,
· Dejarse llevar por criterios de rentabilidad política y electoral; o visiones ideológicas, no son buenas ideas y sí malos consejos, advierte
El Secretario de la Comisión de Hacienda e integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) en la Cámara de Diputados, Antonio Ortega Martínez consideró indispensable que el nuevo titular de la Financiera Nacional Agropecuaria (Finagro), Baldemar Hernández Márquez, presente ya un balance de trabajo a casi un año de haber sido conformada esta entidad. Sostuvo que hay desconfianza de que se repitan vicios como los cometidos con Banrural, que fue empleado de manera clientelar para impulsar el llamado “voto verde”.
Durante una reunión virtual de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con Baldemar Hernández Márquez, titular de Finagro; Juan Manuel Gutiérrez Martín, presidente de la Unión Nacional de Avicultores; Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería; Marco Antonio Martínez Vázquez, presidente ejecutivo de la Asociación de Sociedades Emisoras de Vales; el legislador afirmó que la Cámara de Diputados está próxima a revisar el nuevo presupuesto y no conoce detalladamente lo que ha hecho la Financiera Agropecuaria por el sector primario nacional en todo este tiempo pese a que heredó presupuesto, recursos y personal de las entidades que fueron desarticuladas para conformarlo.
En este sentido, criticó el hecho de que Baldemar Hernández abandonara la reunión con las y los diputados sin responder a sus preguntas, además de precisar que la intervención de sus funcionarios “fue muy elemental”.
Antonio Ortega recordó para crear a Finagro, el gobierno federal desapareció al Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), al Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir); a la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (Fnd), y a la empresa estatal de seguros, Agroasemex; pero “hasta el momento –enfatizó- no hemos conocido los criterios que definirán el comportamiento estratégico de la nueva institución crediticia: ¿Qué estrategia, qué indicadores, qué van a hacer? Tienen presupuesto, se les va a sumar patrimonio, estructura y personal de las entidades que prescriben y ¡pues requerimos saber qué piensan hacer con éso!”.
Hizo hincapié en que la crisis de las finanzas públicas es muy grave y se multiplicará para el 2021. “No habrá recursos por lo que es necesario revisar el tema de los apoyos fiscales y subsidios ante el nuevo contexto económico nacional pues –dijo- el gobierno no puede cargar sus necesidades de ingresos sobre los contribuyentes cautivos”.
El también integrante de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública recordó que ya desde el año pasado, cuando se discutía el paquete económico 2020, hubo una consigna de Hacienda: “Ninguna iniciativa que lesione los ingresos fiscales”, porque sabían –aclaró- que habría déficit, incapacidad para alcanzar las estimaciones de entradas y, por lo tanto, de gasto.
No obstante, alertó que para el próximo año, el problema será mayor, por lo que no descartó acciones desde el gobierno que afecten presupuestal y financieramente al campo.
“En la última reunión que tuvimos (en la Comisión de Hacienda con Finagro), se aparejó la llegada de un decreto de Hacienda que exigía recortar el 75 por ciento de los gastos de operación en diversas entidades el gobierno y el entonces titular de Finagro esperaba que los exentara pues el recurso apenas les alcanzaba para la operación; sin embargo – rememoró Ortega- no los exentó”.
Esta política de buscar dinero “hasta por debajo de las piedras”, exprimiendo a todos los productores donde se dejen, de donde se pueda, no va a resolver el problema de fondo… Sectores tan importantes como estos que buscan desarrollo y crecimiento, estratégicos para la vida del país, requieren ser atendidos, expuso.
En México, añadió, tenemos ya prácticamente cien años de querer construir una banca de desarrollo para el campo y no hemos podido porque todas estas instituciones finalmente quiebran ¿y saben por qué? Porque el gobierno les destina importantes recursos que no se recuperan y, finalmente, es un “barril sin fondo” que cada año hay que estar subsidiando y finalmente, la solución lógica es la ruina, el fracaso.
En el PRD, abundó Antonio Ortega, tenemos profunda desconfianza de que esta nueva institución repita los vicios del viejo Banrural donde los campesinos esperaban cada informe del Presidente de la República que liquidaba los adeudos; pero en realidad lo que había detrás era el fortalecimiento del “voto verde”, una “política clientelar” en el campo.
Entonces, concretó el legislador federal, dejarse llevar por criterios de rentabilidad política y electoral; por visiones ideológicas e intenciones de carácter social, no es buena idea, son malos consejos.
“El subsidio con propósitos clientelares incentiva la irresponsabilidad, la incompetencia, el incumplimiento de los acuerdos, la morosidad, y el camino a la quiebra.
A nuestro parecer, lo hecho por el gobierno de López Obrador en el sentido de desaparecer entidades que atendían especificidades de desarrollo, crédito, y asistencia a diferentes sectores, para concentrarlos en uno solo, fue una mala idea.
“Una sola ventanilla para centralizar, atender especificidades y diferentes problemas, puede generarnos un ‘cuello de botella’ que impedirá cumplir el propósito de consolidar una banca de desarrollo para el campo… Los decretos no garantizan políticas públicas exitosas, mucho menos el voluntarismo puro propiciará el desarrollo en el campo”, concluyó.