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España: más notas negativas, para seguir con su propio eslogan ¡Spain is different!

Cada día tenemos nuevas noticias negativas sobre el estado español, todas ellas originadas por su propia idiosincrasia, es decir, por su prepotencia quijotesca, como veremos seguidamente:

1 – Nuevo revés de la justicia europea.

“El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dice que España no puede negar el derecho de un investigado a tener un abogado, aún que no comparezca.

Cree que la interpretación de la ley que hacía hasta ahora el Estado es contraria al derecho europeo.

El TJUE avisa que la aplicación que las autoridades españolas están haciendo de la directiva europea sobre el derecho a la tutela y a un juicio imparcial, es contraria al derecho europeo. En respuesta a una cuestión prejudicial presentada por un juzgado de Badalona (localidad próxima a Barcelona), el Tribunal de Luxemburgo concluye que España no puede negar a un investigado el derecho a tener un letrado defensor sólo porque el investigado no haya acudido a la citación judicial.

(…)

El derecho de los sospechosos o acusados a la asistencia de un letrado no depende de la comparecencia del interesado.”

(Ara)

“Último capón europeo.

Una respuesta del TJUE a un juzgado de Badalona, confirma que todos los perseguidos con euroórdenes tienen derecho a la defensa, tanto si se han puesto a disposición de un tribunal, como si no.

El Supremo negó a Puigdemont, hasta que lo detuvieron en Alemania, que nombrase abogado en la instrucción.

La resolución ayudará ahora en el suplicatorio, y cuando el caso llegue al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La justicia española no gana para capones que le llegan de Europa. (…) La respuesta del TJUE desautoriza de medio a medio la jurisprudencia anterior, avalada por el Tribunal Constitucional español, que interpretaba justo lo contrario (…) y que el noviembre del 2017 sirvió para expulsar de la causa contra el 1 de Octubre (referéndum) al abogado Jaume Alonso-Cuevillas, que, después de defender en un primer momento a la mitad de los miembros del gobierno legítimo, entonces ya representaba solo -o al menos eso pretendía- a los exiliados Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Lluís Puig. Primero lo apartó la juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional y, después, Pablo Llarena, del tribunal Supremo, todo y haber dictado euroórdenes contra sus clientes. Eso sí, Cuevillas al final fue aceptado en la causa cuatro meses después, cuando en marzo del 2018, Llarena los procesó, dictando una segunda euroórden y Puigdemont fue detenido en Alemania.

Antes, el abogado catalán había agotado todos los recursos posibles contra su exclusión, y pidió diversas veces que se planteasen cuestiones prejudiciales para preguntarlo al TJUE, sin éxito. Hoy, de hecho, aún está pendiente de resolución uno de los recursos de amparo presentados delante del mismo TC, para lo cuál, ya ha aportado a la documentación la nueva respuesta europea. Según él, la teoría dice que esta grave irregularidad ‘puede ser motivo de la nulidad de toda la instrucción’ del juicio al proceso, ya que el veto a su participación pudo afectar ya no solo la defensa de los exiliados, sino también la de los acusados que entonces se quedaron en prisión preventiva. ‘Pero temo mucho que no pasará, es muy difícil que nadie mueva ficha’ (…) Eso si, confía que el nuevo y poderoso argumento será útil para ayudar que no prospere el suplicatorio de los tres eurodiputados que de aquí a pocas semanas empezará a discutirse en el Parlamento Europeo, y, a más largo plazo, que sea igualmente valioso cuando todos los casos judiciales catalanes empiecen a llegar al TEDH de Estrasburgo.”

(Óscar Palau, PunAvui, 29/8)

Como se ve, realmente ‘Spain is different’, eslogan que puso de moda el ministerio de Información y Turismo, cuando era ministro Manuel Fraga Iribarne, en los años sesenta, ‘que sacaba ventaja de la fama española de país aislado y de costumbres bárbaras.

“España no era peor, era diferente. Cuando la mayoría de países de Europa seguía considerando a España un lugar remoto y aislado de sus vecinos -los más ofensivos llegaron a decir que ‘África empezaba en los Pirineos’, el ministro Manuel Fraga promovió en 1960 un lema enfocado a los turistas extranjeros que sacaba ventaja de la mala fama española: ¡Spain is different!. Ni mejor ni peor, ‘Spain’ era un destino exótico”

(ABC.es)

Desgraciadamente, en lo sustancial España no ha evolucionado apenas, y, en las cúspides de los diferentes poderes, no lo ha hecho en modo alguno; y si pudieran, que pueden, involucionaría.

Y, como ya estamos acostumbrados, en los medios de comunicación unionistas, este nuevo revés de la justicia europea no ha sido noticia, o, como máximo, le han dedicado un espacio breve y escondido.

2 – Nueva petición de responsabilidades por el asesinato de Companys.

“La Comisión de la Dignidad Española, envió ayer (29/8) una carta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, pidiendo al gobierno español – y en especial al ejército – ‘un acto de reconocimiento y reparación’ por su responsabilidad en el fusilamiento de Lluís Companys. El presidente de la entidad, Josep Cruanyes, tramitó la misiva en el 80 aniversario del asesinato del expresident de la Generalitat de Catalunya. Reclaman un acto de arrepentimiento per las más de 66.000 causas que se instruyeron en los consejos de guerra en Catalunya, que el 2017 fueron anuladas por la ley de reparación jurídica de las víctimas del franquismo. La carta exige, también, el retorno de los documentos de la Generalitat requisados por el ejército franquista en 1939. ‘Aun están como un trofeo de guerra en el archivo militar de Ávila’, recuerda la Comisión.”

(Ara 30/8)

No deja de ser vergonzosa la situación española, el país con más muertos desaparecidos o enterrados en cunetas, el segundo, después de Camboya.

Y que ochenta años después, ningún gobierno, ya no diferencio entre izquierdas ni derechas, pues tanto el PP como el PSOE, en lo sustancial (la unidad de su sacrosanta patria), son lo mismo, por eso se les llama PPSOE. Ni ahora, con el ‘gobierno más progresista de la historia de España’, como ellos mismos (PSOE y Unidas Podemos, es decir, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias), tengan la ética, para solucionar, de una vez por todas este tema, afrontándolo y dándole toda la transparencia y legalidad que se merece. Pero no será así….

3 – Los Comunes y Colau se abstienen y ‘agradecen’ el nuevo ‘servicio’ de Manuel Valls.

Siguiendo con lo que comenté en mi anterior escrito, es preciso no olvidar que el pleno sobre la monarquía, en el Ayuntamiento de Barcelona, fue ‘utilizado’ por la alcaldesa Ada Colau, y su partido (Comunes), para seguir haciendo política de vuelo gallináceo, pues:

“La abstención permitía a los comunes evitar titulares catastróficos, en uno u otro sentido, por lo que buscó el los del mal menor. Pero para que esto fuera posible, para no salvar a la monarquía ni haberse de mojar votando sí o no, hacía falta una condición aritmética imprescindible: que los dos regidores de Manuel Valls no fuesen al plenario. Sólo eso salvaba a los comunes de la obligación de mojarse. Y nuevamente Valls acudió al rescate de Colau. Ciertamente, su ausencia hizo posible la condena a la monarquía. Pero para Valls hay una cosa mucho peor: que, en un tema político de fondo, los comunes voten al lado de los independentistas. Él está aquí para evitarlo, porque es su peor escenario. ¿También lo es para los comunes?”

(Vicenç Villatoro, Ara, 30/8)

Está claro que el apoyo de Manuel Valls a Colau, para conseguir la alcaldía, tiene más flecos de los que podíamos imaginar. Colau quería, sobre todo la poltrona, el poder y las prebendas, pero, también, frenar al independentismo. Ella es una revolucionaria de salón, de pacotilla, ya que en realidad quiere mantener el statu quo español. En cuanto a Valls, nada que decir de un político paracaidista que, tras fracasar en Francia, quiere medrar en España; al fin y al cabo, no deja de ser un doble de Mario Vargas Llosa, al que ya me referí en un anterior escrito.

4 – ¿Pragmatismo?

“Voces con autoridad nos dicen: ‘Sin confrontación no habrá independencia’, ‘Sin tomar riesgos no habrá independencia’, ‘De la mesa de diálogo nunca surgirá un referéndum’, ‘Si no hay una mayoría clara de votos para la independencia, no habrá independencia’. Estoy de acuerdo con todas estas afirmaciones. Mi problema es que me parecen igualmente acertadas las siguientes: ‘Con confrontación no habrá independencia’, ‘Tomando riesgos no habrá independencia’, ‘De fuera de la mesa de diálogo no saldrá ningún referéndum’, ‘Con mayorías tan claras como se quiera no habrá independencia’.

Es decir: no habrá ni independencia ni referéndum vinculante de independencia. Lo puedo suavizar: nada de lo que se pueda hacer desde Catalunya afectará a la probabilidad de la independencia o de un referéndum vinculante.

¿Por qué? Pues por que España, monárquica o republicana, nunca aceptará la separación de Catalunya (…) Europa está y estará de parte de España. Incluso en el caso de Escocia, la UE sólo reconocerá su independencia el día que el Reino Unido la reconozca (…) El compromiso de la UE con el principio de inmutabilidad de las fronteras es absoluto. Sin la posibilidad de convalidación europea, Catalunya no podrá ser independiente. Europa, como estamos viendo con muchas decisiones judiciales, no nos quiere ningún mal, y nos ofrece un grado de protección. Si nosotros empujamos por un acuerdo que no cuestione las fronteras internas de Europa, ningún problema. Si vamos por la independencia, se nos girará en contra.”

(Andreu Mas-Collell, artículo ‘Hace falta ser pragmático’, Ara, 30/8)

El citado autor, que formó parte del gobierno de la Generalitat – conseller de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (2000-2003) y de Economía y Conocimiento (2010-2016) -, explica con detalle los pros y contras de las diferentes opciones, y en todo momento argumenta que es preferible intentar seguir con el actual statu quo, mejorarlo, si es posible, o procurando que no empeore.

Obviamente, la opinión de un personaje como Mas-Collell, con su experiencia política y docente, internacionalmente reconocida, es preciso escucharla y considerarla; ahora bien, creo que en los platillos de la balanza no todo son aspectos económicos, aún siendo muy importantes, pues hay elementos, muchos, que son cualitativos, éticos, morales, sentimentales.

¿Realmente debemos seguir sujetos, prisioneros, al ‘atado y bien atado’ del dictador y asesino Franco, que en el lecho de muerte le recordó al futuro rey Juan Carlos I, ‘la unidad de España, Juanito, la unidad de España’; y esto es lo único que vale en todos los poderes del estado, en TODOS, ya que no hubo regeneración, hubo una asimilación, un tránsito?

“Los consejos de administración de Endesa, La Caixa, Telefónica o Iberdrola fueron el cobijo en democracia de la mitad de los últimos ministros franquistas. La otra mitad recalaron en la política. También en la justicia hubo puerta giratoria: 10 de los 16 jueces del Tribunal de Orden Público franquista ascendieron al Tribunal Supremo o a la Audiencia Nacional (‘Lo decía Félix Millet. Somos 400 familias y siempre somos los mismos’)”

(desmemoria.eldiario.es)

Vistos estos cuatro puntos, a mi modo de ver sólo nos quedan dos alternativas:

·       Seguir como hasta ahora y reprimir nuestro deseo de libertad, y transmitir a nuestros nietos las cadenas al estado corrupto español, para que sigan resignándose.

·       Hacer lo imposible para romper dichas cadenas, como dijo Puigdemont, confrontándonos democrática e inteligentemente; y si nos sale mal, al menos habremos sido coherentes con nosotros mismos; y nuestros nietos no podrán criticarnos.

La primera es conservadora y cómoda, mientras que la segunda es progresista y más problemática; es cierto. Pero no por eso debemos aparcar nuestros sentimientos, y doblegarnos ante un pragmatismo materialista.

Por todo eso, hicimos el referéndum y lo ganamos, aunque no fuera reconocido. Y si quieren hacerlo ‘bien’, que nos dejen votar de nuevo, esta vez sí, un referéndum legal, acordado y vinculante. Nosotros, los independentistas, aceptaríamos su resultado, como buenos demócratas.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com