Buscar

Tres años después del 3 de octubre del 2017

Este día 3 también ha quedado grabado en nuestra memoria, y lo será en la historia, pues este día se produjeron dos hechos importantes:

Paro del País:

Dos días después del referéndum realizado en Catalunya, fue convocada una Huelga General por los sindicatos minoritarios CGT, CNT, COS I-CSC e IAC, ya que ni CCOO ni la UGT le dieron soporte.

La Huelga fue un éxito, por el apoyo organizativo de los Comités de Defensa de la Huelga, herederos de los Comités de Defensa del Referéndum (CDR).

Paralelamente, la Mesa por la Democracia convocó para ese día 3, una Parada de País; esa Mesa era transversal: ANC, Òmnium Cultural.

El objetivo de la huelga fue manifestar la disconformidad por el empeoramiento de las condiciones laborales, pero, realmente, fue la manifestación por la disconformidad con el terrorismo aplicado por el estado, contra los votantes del referéndum; violencia enmarcada en la Operación Anubis, contra la realización del citado referéndum.

Desde primera hora de la mañana se cortaron diferentes vías y autopistas, en total unas 15 grandes vías principales y los accesos a Francia y Andorra; así como en múltiples poblaciones, por ejemplo, en Barcelona se cortaron la Vía Layetana, la Meridiana y la Ronda del Litoral; pero los cortes fueron cambiando, y en algunos momentos la ciudad quedó parada, como otras ciudades y municipios. También las comunicaciones ferroviarias y marítimas.

El seguimiento fue muy amplio, el consumo de electricidad se redujo en un 11,5%.

La huelga fue pacífica y festiva, como lo reflejan los numerosos vídeos con cantantes, juegos, bailes.

Ahora bien, la respuesta de la policía fue muy desigual, observándose respuestas muy agresivas, detenciones e identificaciones; que en la actualidad están empezando a ser juzgados.

Discurso del rey Borbón, Felipe VI

“El rey de España, Felipe VI, ha situado el Gobierno de la Generalitat ‘al margen del derecho y la democracia’ y ha avalado al gobierno de Mariano Rajoy para ‘asegurar la vigencia del orden constitucional’ en Catalunya.

(…)

El rey se ha mostrado contundente, acusando al Ejecutivo catalán de realizar ‘un intento de apropiación de las instituciones de Catalunya’ como consecuencia de una serie de decisiones que ‘han vulnerado de manera sistemática las normas, demostrando una deslealtad inadmisible con los poderes del Estado’, ha denunciado.

Eso habría desembocado, a su parecer, en ‘una sociedad catalana fracturada y confrontada, despreciando los lazos de afecto y solidaridad que nos han unido y unirán’ y poniendo en peligro ‘la estabilidad económica y social de toda España’ con su ‘comportamiento irresponsable’ en una ‘situación de extrema gravedad’.

Por todo ello, el monarca se ha alineado con las tesis del gobierno de Mariano Rajoy anticipando su aval a medidas que se puedan derivar -como se especula, la aplicación del artículo 155 o la suspensión de Carles Puigdemont y su gobierno o ambas cosas-, tras de una hipotética declaración unilateral de independencia (DUI).

‘Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado mantener la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno basado en la Constitución y el Estatuto de Autonomía’ ha expuesto ante ese intento de ‘romper la unidad de España, la soberanía nacional y el derecho a decidir de todos ellos’. El monarca ha recordado que el Estado democrático ‘ofrece las vías para que cualquier persona pueda defender sus ideas’.

Ahora bien, no ha habido ninguna alusión a los más de 800 heridos en las cargas policiales del domingo, motivo del ‘paro de país’ de este martes, y que la prensa internacional ha condenado, así como la UE. Tampoco ha hecho ninguna apelación al diálogo, como muestra que podría creer en vía muerta esta posibilidad, en estos momentos.

En última instancia, Felipe VI ha lanzado un mensaje de calma a los ciudadanos catalanes asegurando que entre ellos también había ‘mucha preocupación con las autoridades autonómicas’. Ha pedido entonces buscar la ‘concordia y los puntos comunes’, afirmando que los contrarios al soberanismo tenían ‘todo el apoyo y solidaridad del resto de españoles’, así como la ‘garantía absoluta del Estado de Derecho”.

Si bien, a la ciudadanía del resto del Estado les ha dirigido un mensaje de ‘tranquilidad, calma y esperanza’ afirmando que en el camino ‘deseado’ de convivencia ‘también estará Catalunya’. ‘Son momentos difíciles, pero lo superaremos’ ha asegurado sobre la unidad de España. ‘Nos sentimos orgullosos de lo que somos’, ha remachado.

(…)

La puesta en escena del mensaje, grabado y retransmitido por TVE a las 21.00 horas (…) se ha realizado ante el cuadro de Carlos III que preside el despacho del monarca.

Felipe VI ha gesticulado mucho, algo poco habitual en sus apariciones”

(David González y Estefanía Molina, elnacional.cat, 3 de octubre del 2017)

Obviamente, ambos hechos, el paro de país y el discurso, son vistos y asumidos de diferentes formas:

·       Mientras que los independentistas consideramos un gran éxito y una gran demostración democrática, la manifestación; vemos el discurso como una muestra más de la agresividad del estado.

·       Los unionistas acríticos, tienen una percepción totalmente opuesta. Para ellos, los prioritario es la unidad de la España una grande y libre (para unos, para ellos), la democracia carece de importancia. Ya les va bien, que uno mande, y ellos obedecen.

·       Los demócratas unionistas, que los hay, y algunas incluso votaron, cabe suponer que están a favor de permitir que la ciudadanía decida; y, por lo tanto, no asumieron el discurso del rey.

A mi modo de ver, y de la mayoría de los independentistas, el discurso del rey fue su epitafio, pues con él acabó de romper los escasos lazos que tenía con Catalunya (el viernes pasado ya ni le dejaron venir a la entrega de los despachos a los nuevos jueces). Aquí nunca será bien recibido. Lo será, cuando nos visite como representante de un país extranjero.

Ese discurso, merece la pena tenerlo bien enmarcado y grabado en la memoria, pues párrafo a párrafo, idea a idea, es un ataque, una demostración de soberbia y de abuso del poder, y, nada menos, por parte de una persona que no tiene el aval democrático, que es rey por la genética, esa es su ‘validez’, impuesta por Franco, y ‘refrendada’ de forma camuflada, pues, como reconoció Adolfo Suárez, si hacían un referéndum sobre monarquía o república, lo perdían. Ese es el aval que tienen, e igual, como su nula ética y moralidad, como lo muestran los discursos del rey emérito, diciendo que la justicia era igual para todos. Para todos, menos para ellos, como se ve por su huida protegida y costeada su seguridad.

Ese discurso / epitafio, será estudiado por los historiadores, como el punto final de la monarquía borbónica, eso es lo que deseamos.

Y ese discurso, que fue el pistoletazo del ‘a por ellos’, abrió la Caja de Pandora y salieron todos los males y todos los demonios: judiciales, policiales, económicos, políticos, sociales, eclesiásticos, etc., todos, todos, sacaron su bilis, su agresividad contra todo lo que es catalán.

Es importante recordar que la operación policial aplicada en Catalunya antes, durante y después del referéndum, la denominaron: operación Anubis, y no debemos olvidar que:

‘En la mitología egipcia, Anubis, hijo de Seth y Neftis, era el dios de los funerales, el guardián de las tumbas. Se le representaba como un chacal o como un hombre con cabeza de chacal (o de podenco, según las versiones) y era el encargado de pesar las almas (con Horus) y conducirlas al reino de Osiris”

(Wikipedia)

Este era el interés del estado, ‘asistir’ a nuestros funerales y ‘guardar nuestras tumbas’. Realmente, poner este nombre a la operación policial, fue una demostración de arrogancia y de interés aniquilador, sin escrúpulos ni pudor.

Pero nosotros persistimos, y veremos nuestra república catalana; y que más allá del Ebro, que se confiten a su estado, sus jueces, sus policías, sus políticos y su rey de ‘juguete’, ya que parece que mayoritariamente están conformes.

Ese rey que en su discurso tenía detrás un cuadro de Carlos III, enfocando, al hacer un primer plano de Felipe VI, el bastón.

Sobre Carlos III es muy interesante un artículo de Ignasi Aragay, de hoy mismo, en el que dice:

“El tópico dice que después de la derrota del 1714, los catalanes volvieron a subir las persianas y se pusieron a trabajar. Se ha querido atribuir el relativo progreso económico de aquellos años a la modernidad del absolutismo borbónico, sobre todo del ilustrado Carlos III. La teoría ya hace tiempo que hace aguas. Ahora el catedrático emérito de la Universidad de Barcelona, Josep Mª Torras Ribé, remacha el clavo. A través de fuentes oficiales de la misma administración borbónica, desmiente el supuesto avance material de aquella centuria y sobre todo desmonta la influencia supuestamente positiva de un sistema basado en la corrupción institucionalizada.

La obra, titulada ‘Misèria, poder i corrupció a la Catalunya borbònica (1714-1808)’, (Rafael Dalmau Editor), documenta y analiza el funcionamiento de los ayuntamientos de la época después que el decreto de Nueva Planta fulminase el sistema protodemocrático de elección por insaculación (sorteo de cargos) (…) también trata la fiscalidad abusiva, reconocida por las mismas administraciones de la. Nueva Planta, una realidad que el autor califica sin atenuantes de ‘espolio fiscal’.

Estos cambios en la gobernanza, que darían como resultado ayuntamientos corruptos e ineficaces, el ahogo económico de la población, fueron adoptados en un clima de brutal represión, un castigo sin precedentes a la sociedad catalana, de control social abusivo (se prohibió la publicación de gacetas, etc., y se impuso una severa censura de imprenta) en el marco de un país arrasado militarmente y abocado a una miseria escandalosa. Era, un castigo sobre otro castigo. En concreto, y por lo que hace a la gestión consistorial, se instauró la compra de cargos (…) con la consiguiente corrupción y abusos de poder.

(…)

Además de un impuesto del catastro personal inasumible para la población (sólo se pagaba en Catalunya y suponía la mitad de los ingresos obtenidos por la monarquía en el Principado), también había el alojamiento de tropas, el pago de tasas, los impuestos de la sal y el tabaco, el derecho de ‘bolla’, de ‘bolla y plom’ (impuesto a los tejidos), el papel sellado, y los desproporcionados pagos que se tenían que hacer efectivos para sostener la pirámide institucional borbónica. A todo esto, el autor añade incontables defectos, abusos, arbitrariedades y favoritismos, es decir, un uso sectario y discrecional de la fiscalidad como arma política. Y para postres, comenzó a circular moneda falsa proveniente de la paga que recibían los mismos soldados borbónicos, fruto de una red organizada a través de coroneles y otros mandos.

El descontrol de los consistorios convertidos en feudos de nepotismo (…)”

(Ara, 3 octubre 2020)

Que Felipe VI, en su discurso más importante de su vida, contra el independentismo catalán, tuviera, tras suyo, el cuadro de ese antepasado Carlos III, sólo podía ser superado con la imagen del padre de ese Carlos, es decir, Felipe V, el primer Borbón, el que arrasó Catalunya en 1714. Esa debe ser su muestra de ‘humanidad’ de hacernos ver que aún no ha mostrado su peor cara. Es evidente que los consejeros de comunicación de la casa del rey no dejan nada a la improvisación cualquier detalle es estudiado previamente. Y mantener el cuadro habitual del despacho, nos muestra, muy claramente, cual es el talante de este rey ‘preparao y prepagao’.

Ante un estado así, sólo hay que pensar cómo son sus cloacas: TEMIBLES, como bien sabemos.

Por todo esto, nosotros debemos seguir persistiendo, como muy bien dice Carles Puigdemont, debemos efectuar la confrontación democrática e inteligente. Debemos huir de los cantos de sirena que como a Ulises, ahora querrán embaucar a ERC y a otros.

“En el canto XII de la Odisea, la diosa Circe acoge a Ulises y a sus hombres tras su vuelta del Hades y después de festejarlos generosamente les advierte de los peligros que tendrán que afrontar en sus próximas singladuras camino de Ítaca, la primera de ellas la Isla de las Sirenas: ‘Tendréis que pasar cerca de las sirenas que encantan a cuantos hombres se les acercan. ¡Loco será quién se detenga a escuchar sus cánticos, pues nunca festejarán su mujer y sus hijos su regreso al hogar! Las sirenas les encantarán con sus frescas voces. Pasa sin detenerte después de taponar con blanda cera las orejas de tus compañeros, ¡qué ni uno solo las oiga! Tu solo podrás oírlas si quieres, pero con los pies y las manos atados y en pie sobre la carlinga, hazte amarrar al mástil para saborear el placer de oír su canción”.

(www.alejandradeargos.com)

Como he reconocido en muchos artículos, los independentistas catalanes somos conscientes que lo tenemos muy difícil, pero si persistimos, ganaremos. Tenemos la evolución a nuestro favor, pues no hay nada inmutable, ni el estado español, por mucho que los borbones y sus lacayos Lesmes, Marchenas, etc., se empeñen.

Y, mientras tanto, tenemos la tranquilidad de conciencia, no como ellos, que, aunque racionalicen sus conductas, no hacen más que escudarse, protegerse con mecanismos de defensa inconscientes, pero, en el fondo, saben que están actuando de forma antidemocrática, lanzando a todos los demonios contra un pueblo que quiere manifestarse libre y pacíficamente.

Y de los poderes colaterales que únicamente viven por y del estado, deberemos tener memoria también; entre ellos de la institución de la iglesia católica, dirigida por el arzobispo Omella.

Como este escrito ya es largo, dejo este tema para mañana, pues la carta pública que ha enviado Isabel Turull, hermana de Jordi, preso político), ha dirigido al arzobispo, es una carta que merece ser leída, estudiada y conservada. Es un ejemplo de ética. Vaya diferencia entre este escrito y el discurso del rey, están en las antípodas.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com