BOGOTÁ, 21 oct (Reuters) – Miles de indígenas, estudiantes, profesores y miembros de organizaciones sociales y sindicales de Colombia participaron el miércoles en una jornada de protesta en las principales ciudades del país contra las políticas gubernamentales, el asesinato de líderes sociales y los recientes abusos policiales.
Las marchas son las últimas de una serie de protestas que comenzaron a finales del año pasado, incluidas las manifestaciones de septiembre contra la brutalidad policial que dejaron 13 personas muertas, además del incendio de autobuses y estaciones de policía.
El Gobierno advirtió que las multitudes crean un mayor riesgo de contagio de COVID-19. Colombia, que mantuvo más de cinco meses de un aislamiento obligatorio para detener el virus, está a punto de superar el millón de infecciones confirmadas.
Los manifestantes demandan el cumplimiento de un extenso pliego de peticiones que incluye la solicitud de una renta básica para los trabajadores que perdieron sus empleos por la pandemia de coronavirus, la financiación del sistema de salud, un plan de apoyo a la educación y acciones para que cesen los feminicidios y las agresiones contra las mujeres.
Además, los líderes exigen un encuentro con el presidente Iván Duque que permita acordar acciones para poner fin a los asesinatos de líderes sociales.
“Estamos pidiendo no más matanzas contra nuestros líderes indígenas, más seguridad”, dijo Harold Arias, de 32 años, uno de los miles de indígenas que llegaron a Bogotá desde el suroeste de Colombia para protestar. “No nos da miedo el coronavirus, nos da más miedo irnos a nuestros territorios y no conseguir un diálogo con el presidente”.
Los manifestantes fueron llegando poco a poco a la Plaza Bolívar, en el centro histórico de la capital. El sistema de transporte masivo de autobuses TransMilenio reportó en Twitter el cierre de algunas estaciones y el desvío de algunas rutas debido a las protestas.
SIN TEMOR A CONTAGIO DE CORONAVIRUS
“Caminamos hoy conjuntamente por la negociación del pliego de emergencia, en donde está representada la salud, la vida, la producción campesina, los derechos de las mujeres, de las poblaciones vulnerables”, dijo Diógenes Orjuela, representante de los sindicatos en el Comité Nacional de Paro, en una conferencia de prensa.
Unos 10.000 indígenas llegaron en los últimos días a Bogotá para presionar por una reunión con Duque, sin que el mandatario haya aceptado.
“Hay factores de riesgo, las aglomeraciones que tengamos hoy pueden ser los rebrotes de mañana”, dijo Duque el martes en la noche.
Los organizadores de la protesta hicieron caso omiso de las advertencias del Gobierno sobre los riegos de contagio de COVID-19.
“A nuestro movimiento no lo va a parar ni la pandemia y no lo va a parar nadie”, dijo a periodistas Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). “No queda otro camino que seguir luchando, seguiremos caminando la palabra”.
Los gremios económicos pidieron suspender las protestas y advirtieron del impacto que tendrían sobre la cuarta economía de América Latina, que sufriría un desplome de un 5,5% este año a consecuencia del confinamiento de más de cinco meses al que estuvo sometido el país entre marzo y agosto para contener la propagación del coronavirus.
Los organizadores de la protesta anunciaron una nueva movilización para el próximo 21 de noviembre, para conmemorar el primer año del inicio de las manifestaciones contra el Gobierno.
Reporte de Nelson Bocanegra. Editado por Luis Jaime Acosta