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México convence al mercado y reduce riesgos, pese a desplome de economía

CIUDAD DE MÉXICO, 10 dic (Reuters) – A pesar de atravesar una de las recesiones más grandes en décadas y haber sufrido una baja en su nota crediticia este año, México ha tomado ventaja frente a otros países emergentes en recuperar la confianza de los inversionistas, según el desempeño de su moneda y de instrumentos que miden riesgo soberano.

Esta tendencia podría extenderse hasta la primera mitad de 2021, según expertos, luego de que algunos de los mayores riesgos externos para México, como la elección de Estados Unidos y los avances de diversas vacunas contra COVID-19, se han disipado.

Sin embargo, especialistas vislumbran a las elecciones locales de medio término como el siguiente foco de nerviosismo, pues la nueva composición de los partidos políticos en el Congreso será clave en la segunda mitad del actual Gobierno.

Mientras eso sucede, el peso de México, uno de los principales termómetros de los riesgos del país, se fortaleció en diciembre hasta llegar a cotizar en 19.68 unidades, su mejor nivel en nueve meses, tras recuperarse más de un 20% desde su peor nivel histórico de casi 26 pesos alcanzado en abril.

“Los mercados centrarán su atención (durante las elecciones) en la probabilidad de que continúe la actual agenda económica” del Gobierno, dijeron estrategas de Morgan Stanley, quienes anticiparon a finales de noviembre que el peso cotizaría por debajo de 20 unidades “en los próximos meses”.

Aunque todavía acumula una caída superior a un 5% en el año, el peso es la divisa con mayor apreciación desde abril dentro de una muestra de 25 monedas emergentes seguida por Reuters.

A nivel interno, también han influido en la disminución de riesgos factores como el manejo de la política monetaria y la disciplina fiscal del Gobierno, dijeron inversores y estrategas de mercado, incluso a pesar de que la economía mexicana se desplomará alrededor de un 9% este año.

“El mercado actualmente está premiando más a los (países) que guardaron, dentro de los mercados emergentes, la prudencia en materia de política fiscal”, dijo el martes Raúl Martínez-Ostos, director general del banco británico Barclays en México, en referencia a la mejor percepción de riesgo del país.

Sin embargo, añadió durante una conferencia, “hay espacio para mejorar el acercamiento del sector público con el sector privado”, y que eso “detone una mayor inversión” a nivel local.

El actual Gobierno y el sector empresarial en México han tenido roces en los últimos dos años por el manejo de políticas económicas y tras polémicas decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, principalmente sobre proyectos de infraestructura y energía.

MEJORA RIESGO PAÍS

Siguiendo al optimismo del peso, los Credit Default Swaps (CDS) de México a cinco años, que son un seguro que cubren el riesgo de un impago soberano, bajaron en diciembre a 83 puntos base (pb), casi al mismo nivel que tenían antes de la pandemia.

A finales de abril, México lideró el nerviosismo entre países emergentes y los CDS subieron hasta 309 unidades, lo que implicó que los operadores pagaron una prima anual de hasta 30,900 dólares por asegurar un millón de deuda soberana, pero ahora son los de mayor recuperación.

Otras economías emergentes con las que los operadores suelen comparar a México, como Brasil, Turquía y Sudáfrica, muestran niveles en sus CDS a cinco años de 152, 355 y 203 puntos base, respectivamente.

El banco central dijo recientemente que la reducción en los niveles de los CDS no solo beneficia a inversionistas, sino que también tiene ayuda al sistema bancario local, al reducir las tasas del crédito otorgado tanto a personas como a empresas, dando a su vez oxígeno a la debilitada economía local.

El diferencial o “spread” de tasa de México respecto a la deuda estadounidense, también conocido como prima de riesgo, confirma la tendencia, pues éste se ubica en 448 pb en los bonos a 10 años, mientras que el de Brasil está en 650, el de Turquía en 1,205 y el de Sudáfrica en 801.

Países como Chile (210 pb), Perú (280 pb) y Colombia (406 pb), por otra parte, cuentan con una prima de riesgo menor, aunque sus economías son más pequeñas y su deuda es menos operada que la mexicana.

En otras señales de la menor percepción de riesgo sobre México, llegó en noviembre y diciembre la ratificación en la nota crediticia del país por parte de Fitch y S&P, las cuales rebajaron la calificación soberana en marzo ante la previsión de un desplome económico por la pandemia.

En su reciente evaluación, S&P destacó que el déficit fiscal de México sería menor al de otros países emergentes y que su expectativa es que el gobierno mantenga estable su niveles de deuda en 2021.

Sin embargo, la calificadora advirtió que las finanzas de la estatal Pemex y una prolongada debilidad económica podrían conducir a una rebaja de la nota dentro de 12 o 18 meses.

Reporte de Abraham González; Editado por Ana Isabel Martínez