DOVER, Inglaterra, 21 dic (Reuters) – Decenas de países cerraron sus fronteras a Reino Unido el lunes por temor a una nueva cepa de coronavirus altamente infecciosa, lo que intensificó el pánico mundial, provocó el caos en los viajes y aumentó la posibilidad de escasez de alimentos en territorio británico pocos días antes de la consumación del Brexit.
India, Polonia, España, Suiza, Rusia y Hong Kong suspendieron los viajes de los británicos después de que el primer ministro Boris Johnson advirtió que se identificó una variante mutada del virus hasta un 70% más infecciosa en el país.
Varios países ya habían suspendido los viajes con anterioridad, como Francia, Alemania, Italia, Holanda, Austria, Irlanda, Bélgica, Israel y Canadá, pese a que científicos dijeron que es posible que la cepa ya esté circulando en países con métodos de detección menos avanzados que los británicos.
Colombia, Chile y El Salvador prohibieron el ingreso de pasajeros de Reino Unido y México lo estaba estudiando. Arabia Saudita, Kuwait y Oman cerraron completamente sus fronteras.
El descubrimiento de la nueva cepa, ocurrido pocos meses antes de que las vacunas puedan estar ampliamente disponibles, sembró el pánico en una pandemia que ha causado ya la muerte de unos 1,7 millones de personas en todo el mundo y más de 67.000 solo en Reino Unido.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, instó a la administración estadounidense a tomar medidas para evitar que la nueva cepa entre en el país, el más afectado por COVID-19 con casi 318.000 muertes.
“Ya es hora de que el gobierno federal tome medidas rápidas, porque hoy esa variante puede subir a un avión y aterrizar en el aeropuerto JFK, y todo lo que se necesita es una persona”, comentó.
El subsecretario de Salud de Estados Unidos, Brett Giroir, dijo que aún no se ha decidido nada sobre la prohibición de viajar. A medida que la pandemia se acelera, el Congreso estaba listo para votar un paquete de ayuda de 900.000 millones de dólares para el COVID-19, después de meses de inactividad. Los funcionarios de la UE se reunieron por vídeo para coordinar su respuesta a la nueva cepa del coronavirus. El bloque está en camino de comenzar las vacunaciones contra COVID-19 dentro de una semana, después de que el regulador de medicamentos aprobó el uso de una inyección de Pfizer y BioNTech el lunes.
Francia cerró su frontera a las llegadas de personas y camiones desde Gran Bretaña, bloqueando una de las arterias comerciales más importantes con Europa continental.
Mientras las familias y los conductores de camiones intentaban sortear las prohibiciones de viaje para regresar a casa a tiempo para Navidad, la segunda cadena de supermercados más grande de Reino Unido, Sainsbury’s, dijo que en un días sus estantes empezarán a aparecer vacíos si los lazos de transporte con Europa continental no se restauran con rapidez.
“Si nada cambia, en los próximos días empezaremos a ver escasez de lechugas, algunos vegetales para ensalada, coliflores, brócoli y cítricos, todos ellos importados del continente en esta época del año”, dijo Sainsbury’s.
Los productores de mariscos de Escocia dijeron que tenían toneladas de productos perecederos varados en las carreteras por el cierre de la frontera francesa. Las interrupciones en Reino Unido también complicarán los suministros a Irlanda.
“Ningún conductor quiere realizar entregas en Reino Unido ahora, por lo que Reino Unido verá cómo se agota su suministro de carga”, dijo la federación nacional de transporte por carretera FNTR de Francia.
EL ENFERMO DE EUROPA
La alarma mundial se reflejaba en los mercados financieros.
Las bolsas europeas se desplomaban, lideradas por las acciones de viajes y ocio. IAG -propietario de British Airways-, e easyJet bajaban cerca de un 7% y Air France KLM cayó más de un 3%.La libra esterlina se desplomaba un 2,5% frente al dólar, en camino a su mayor descenso diario desde marzo, mientras que el rendimiento de los bonos del gobierno británico a dos años tocaba un mínimo histórico.
Los tabloides británicos lamentaron la crisis y el periódico Daily Mirror titulaba “El enfermo de Europa” en su primera página junto a una foto de Johnson.
La nueva variante y las restricciones en Gran Bretaña agravaban el caos mientras el país se prepara para separarse finalmente de la Unión Europea, posiblemente sin un acuerdo comercial, el 31 de diciembre.
Las conversaciones para un acuerdo comercial del Brexit debían continuar el lunes.
La nueva variante, que según los científicos es de un 40% a un 70% más transmisible, se ha convertido rápidamente en la cepa dominante en partes del sur de Inglaterra, incluyendo Londres.
Los expertos subrayaron, sin embargo, que no había pruebas de que las vacunas, incluyendo la de Pfizer-BioNTech que se está desplegando en Gran Bretaña, no protegerían contra esta variante.
También se han detectado casos de la nueva cepa en otros países, entre ellos Italia y los Países Bajos.
Australia dijo que dos personas que viajaron del Reino Unido a Nueva Gales del Sur, su estado más poblado, portaban el virus mutado. Se eliminaron docenas de vuelos nacionales, mientras que Nueva Gales del Sur bloqueó a más de 250.000 personas.
“El 2020 no ha terminado con nosotros todavía”, dijo el primer ministro Scott Morrison.
Algunos científicos dijeron que la prevalencia en Gran Bretaña podría deberse a la detección. “Gran Bretaña es simplemente el país que más encuentra estas mutaciones porque las buscan más. Hay países que apenas buscan o no buscan en absoluto”, dijo Marc Van Ranst, virólogo del Instituto Rega de Investigación Médica de Bélgica a la emisora belga VRT.
“Creo que en los próximos días veremos que muchos otros países lo encontrarán”, añadió.
La nueva cepa ha sido identificada en un momento en que los casos de COVID-19 han aumentado en varios países asiáticos que antes habían contenido la pandemia, lo que ha dado lugar a fuertes restricciones.
Reporte adicional de Toby Melville y James Davey en Londres, Laurence Frost en París, Sayantani Ghosh en Singapur, Josh Smith y Sangmi Cha en Seúl, Renju Jose en Sídney, Shilpa Jamkhandikar en Mumbai y Farah Master en Hong Kong; escrito por Guy Faulconbridge y Pravin Char; editado en español por Carlos Serrano y Javier López de Lérida