El 14 de octubre del 2019 el tribunal superior hizo pública su ignominiosa condena contra nueve líderes políticos y sociales independentistas catalanes. Y esa sentencia fue el detonante espontáneo de varios movimientos vecinales, para protestar, para hacer evidente nuestra discrepancia. Entre estos movimientos, los vecinos del barrio de Sant Andreu de Barcelona, decidimos manifestarnos en la avenida Meridiana, por ser la vía más importante del barrio.
Y desde entonces, nos hemos ido manifestando cada día, cortando la circulación un par de horas; con la excepción del período de confinamiento por la pandemia, obviamente. Así que llevamos más de un año soportando todo tipo de inclemencias meteorológicas: calor, lluvia, frío, y las borrascas Gloria y ahora la Filomena. Así mismo, hemos soportado todo tipo de ‘visitas’ para insultarnos, incluso agresiones.
Para efectuar ese corte, cumplimos los formalismos legales establecidos, mediante el perceptivo comunicado al departamento de interior (que no permiso). Y el silencio administrativo es la ‘aprobación’ al respecto.
Hace unos días, mediante las redes sociales, conocimos que ayer, viernes, vendrían los unionistas, bajo el ‘paraguas’ de vecinos contra el corte.
No es la primera vez, y siempre, hasta ayer, los unionistas se manifestaban en la plaza, y nosotros en la calzada, separados ambos grupos por un dispositivo policial de la brigada móvil de los ‘mossos d’esquadra’, la policía autonómica.
Pero ayer, al llegar al lugar habitual, nos dimos cuenta que el operativo policial era muy superior, y dispuestos de forma estratégica diferente, ocupando las confluencias del cruce. Y de seguida, nos informaron que ayer, de forma puntual, debíamos irnos y manifestarnos una calle más abajo, pues el lugar estaba reservado para los unionistas.
Ante nuestras quejas, el responsable del dispositivo nos comentó que el departamento de interior había emitido una ‘resolución exprés’, indicando que estaba ordenado así y que, al día siguiente (hoy), podríamos volver a nuestro sitio habitual.
Le comentamos que no era lógico, si nosotros llevábamos más de un año en ese sitio, y regularmente íbamos renovando el comunicado, que incluía el día de ayer, y no habíamos recibido ninguna notificación, no era comprensible que nos expulsaran. Y el responsable nos dijo que ya nos informaba él. Y a preguntas sobre que nos mostrara dicha resolución exprés, dijo que no la tenía.
Así que, nos tuvimos que marchar, ya que, en caso contrario, nos comentó que se vería obligado a denunciarnos.
Y por eso, cortamos más abajo y, a las 20.30h, cuando marcharon los unionistas en tres autocares medio vacíos, y también marchó el dispositivo policial especial, pudimos regresar a nuestro sitio habitual, hasta las 21.30h.
Obviamente, nada que decir del dispositivo, los policías son unos funcionarios cumpliendo órdenes, si bien a mi me pareció excesivo. Según se comentó y, lógicamente no pude comprobarlo, en el otro bando estaban Abascal y Garriga, líderes de Vox, el partido de ultraderecha.
Ahora bien, mi total discrepancia con el conseller de interior, pues su departamento mostró una falta de ética y de moral, respecto a los vecinos que nos venimos manifestando día tras día en ese lugar, a pesar de las fuerzas contrarias, incluida la alcaldesa Colau.
Una decisión así es propia de un mero leguleyo, es decir, de una persona que aplica la ley, como haría un ordenador, pero sin el rigor que contemple una inteligencia empática, sin profundizar y sin el preciso conocimiento. No es lógico que se ajuste, exclusivamente, a la letra del reglamento, sin tener una visión global.
Asimismo, he buscado en la web del departamento de interior para localizar la citada resolución exprés, y no he sabido localizarla. Por eso creo que, de haberla, hubiera sido más lógico que el dispositivo del jueves, nos lo hubiera notificado. Pero seguramente prefirieron la comodidad y no decir nada, para evitarse unos gritos, que hubiera sido lo máximo que hubiera pasado.
Es evidente, al menos lo sentimos así, que, dar esa ‘victoria’ a los unionistas, que gritaban que ‘la Meridiana era suya’, rompiendo el simbolismo que tiene ese lugar para nosotros, no deja de ser una injusticia más. Como lo fue la manifestación, también de Vox, el pasado día 6 de diciembre, día de la constitución española, y precisamente en la Plaza Sant Jaume, delante del Ayuntamiento y de la Generalitat de Catalunya, para gritar soflamas españolistas, con simbología nazi y levantando el brazo, etc.; muchos catalanes lo vimos como una afrenta imperdonable que no tendría que repetirse.
Yo creo que los simbolismos son importantes, y deben tenerse presentes.
Asimismo, la prueba de ayer nos deja en la inseguridad, ya que hechos así podrán repetirse; sólo hace falta que los unionistas se avancen unas horas a nuestro comunicado periódico, que, como lo debatimos e informamos de forma asamblearia, es factible (y seguro) que es conocido por los contrarios al corte, los que nos quieren ‘desinfectar’, siguiendo el mensaje de Josep Borrell, ahora IRresponsable de la política exterior de la UE.
Nosotros actuamos de forma transparente, ellos de forma burda, utilizando los vericuetos legales; y eso debería ser considerado por parte de los responsables políticos, máxime si ética y moralmente también están a favor de la amnistía de los presos.
Y no se trata de reclamar ningún privilegio, ningún trato de favor, ni mucho menos.
Sabemos que las calles son de todos los ciudadanos. Pero eso no es óbice para respetar los símbolos y los signos de cada acto, ya que son importantes. Y hoy, los unionistas, se han llevado el ‘triunfo’ de desbancarnos durante una hora. Un triunfo efímero, pero que lo harán valer en sus redes sociales, especialmente ahora que están en precampaña electoral.
En nuestro grupo hay personas de diversas sensibilidades políticas, si bien, nos une, como denominador común, el deseo de la libertad de nuestros representantes políticos y sociales; y, mayoritariamente, somos independentistas, pero eso, es complementario, ya que lo sustancial es la expresión de malestar contra la nefasta sentencia del tribunal supremo, presidido por Marchena. Y eso debería ser considerado por parte del responsable del departamento de interior, Miquel Sàmper y del presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès.
Siguiendo con el término ‘deseo’, que ya traté en mi escrito anterior, y con el de ‘considerar’, cabe señalar que ambos contienen la raíz ‘sidus’, estrella, constelación celeste. Por lo tanto, considerar, del latín considerare, significaba ‘contemplar las estrellas’ y deseo, del latín ‘desiderare’, significaba ‘esperar algo de las estrellas’ (fuente: www.hispanoteca.eu).
Y nosotros, los que nos manifestamos, sabemos que sólo podemos esperar la solución de las estrellas, ya que, de los políticos, especialmente de los nacionalistas españoles, no podemos esperar nada, como se explica en el siguiente diálogo zen:
‘Maestro, estoy teniendo problemas con una persona con la que discuto mucho y a la que no puedo sacar de su error ¿Qué debo hacer? ¿Extremar mis esfuerzos para que ella tenga claridad en su pensamiento y podamos convivir en paz?
Hijo, si puedes hacerlo, hazlo, pero si lo has intentado y fallado, mejor sería que te apartes de esa persona y no le des más la oportunidad de quitarte tu paz mental. Tu tranquilidad es tu primera responsabilidad; después vienen las otras’.
(4grandesverdades.wordpress.com)
Ahora bien, sabemos que el símbolo, en este lugar, si bien es importante, ya que es la forma de exteriorizar un pensamiento, no es un fin es sí mismo. La finalidad es la liberación de los presos. Pero es evidente que preservar la simbología es importante, como muy bien sabe la ultraderecha, mostrando, en algunas manifestaciones (en la de ayer no) símbolos preconstitucionales.
La incongruencia está, también, en la realidad, pues el 1 de octubre del 2018, el entonces president de la Generalitat, Quim Torra, en un discurso en Sant Julià de Ramis, con motivo del primer aniversario del 1 de octubre del 2017 (referéndum), comentó: ‘A vosotros, amigos de los CDRs, que apretáis y hacéis bien en apretar (…) No se está juzgando sólo a unos cuantos políticos, se está juzgando al pueblo de Catalunya. Y yo apelo a las consciencias colectivas de todos los catalanes para saber si aceptaremos o no aquellas sentencias’. Pero Torra fue inhabilitado, y ahora, en estos meses de transición, todo es muy confuso, y nos falta liderazgo. Y lo que pasó ayer, no deja de ser una muestra clara de esa falta de decisión, falta de ideas claras y falta de compromiso. Y, eso sí, un exceso de cálculo de posibilidades electorales por parte de todos.
Por todo ello, y siguiendo el consejo del maestro zen, después de haber intentado, durante muchos años, un verdadero diálogo con el gobierno central, sólo nos queda alejarnos de ese estado borbónico, por nuestra propia tranquilidad.
Por nuestra parte, no debemos ‘conformarnos’ con el hecho evidente de que ayer, la circulación se complicó más, al haber dos puntos de corte, y después volver al lugar de siempre.
En definitiva, seguiremos, persistiremos, volveremos a nuestro lugar, pues es un símbolo, muestra del signo, ya que, según Ramón Llull (1232-1316), ‘la significación es la revelación de los secretos mostrados con el signo’ (J.E. Cirlot, ‘Diccionario de símbolos), y el cruce en el que nos manifestamos, después de más de un año, tiene un significado, como muy bien saben los unionistas.
Mantendremos nuestro círculo, nuestro ‘ensö’, que es un símbolo japonés que expresa: iluminación, fuerza, elegancia, el universo y el vacío. Y ese círculo, no será cerrado como se ha generalizado, sino que será abierto, como hacen algunos maestros japoneses más sincréticos, para mostrar que el ‘ensö’ con una simetría rota, no es una cosa separada, sino que es parte de algo más grande, y que la imperfección es un elemento inherente de la existencia. Y sabemos que nuestra manifestación de malestar forma parte de un malestar general, mucho más amplio, que acabará siendo imparable.
Amadeo Palliser Cifuentes
