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España al revés

Amadeo Palliser Cifuentes
Amadeo Palliser Cifuentes    amadeopalliser@gmail.com

Como he venido comentando, el estado español tiene la brújula averiada, mal imantada, como vemos en los siguientes ejemplos actuales:

1 –

Se autorizan unas manifestaciones (las de los sindicatos policiales en Barcelona) y se prohíben otras (las que abogan por la libertad del rapero Hasél o la libertad de los presos y exiliados políticos (av. Meridiana), en función de la afinidad ideológica con el franquismo-borbónico,

Y a la junta electoral provincial le importa un bledo que, para la primera, vengan asistentes de toda España, igual que para las elecciones del próximo domingo, el PP traiga partidarios suyos de Madrid, principalmente, para hacer de apoderados en todas las mesas electorales catalanas, para ‘controlar’; y, claro, a esa junta le es indiferente que puedan contaminar del covid a nuestra ciudadanía.

2 –

Ya hemos visto que los prepotentes jueces españoles se creen por encima del bien y del mal, y como muestra, ayer, Luis Ángel Garrido Bengoechea, presidente de la sala de lo contencioso-administrativo del tribunal superior de justicia del País Vasco, en contra del gobierno de la comunidad, autorizó la apertura de los bares y restaurantes en Euzkadi, un juez que en su whatsapp tiene la frase ‘basta confinamiento’ (no more lockdown), el título de una canción de Van Morrison, de quien se ha confesado muy seguidor.

Y ese ‘juez’ entre otras argumentaciones, dijo que ‘un epidemiólogo es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo’ y que ‘las medidas contra el covid adoptadas en España y en todos los países, no difieren mucho de las que se daban en la Edad Media’. (…) ‘la epidemiología no está tan avanzada como parece’, ‘supongamos que suben un 2000 por ciento las enfermedades de transmisión sexual y llego yo, el gran epidemiólogo de la zona, y digo: muy fácil, estén ustedes dos años sin relaciones sexuales y bajará la curva, y que ahora te digan que para que el virus se reduzca tiene usted que quedarse en casa, no hablar con nadie, no ir a ningún espectáculo teatral, eso se sabía en la Edad Media’, manifestó en una tertulia en Radio Popular de Bilbao, el pasado lunes.

(amp.elperiodico.com)

Al final de este escrito transcribiré la letra de esa canción, y haré unos breves comentarios.

Obviamente, estas declaraciones de ese ‘juez’, deberían invalidarlo de por vida, pues se toma frívolamente el valor de las vidas; y siguiendo con la idea de ese personaje, podríamos decir que un juez es un licenciado en derecho que ha hecho un cursillo y tiene una ideología y amistades franquistas, que le han llenado de ‘puñetas’, y le ‘avalan’ para ser omnipotente.

Y, más grave todavía, es que no hay una autoridad superior que le expulse de la carrera judicial, pues entre esa casta y caspa se protegen.

3 –

La iglesia de Aragón (el obispo de Barbastro-Monzón), está obsesionada por los bienes materiales y la confrontación independentista catalana, y tras recuperar las obras de Sixena, ubicadas anteriormente en el Museu de Lleida, sigue empeñada en su lucha por otras obras de ese monasterio, ubicadas en el MNAC (Barcelona), pero no reclama las del museo del Prado. Esta es su forma de ‘acercarse’ a sus feligreses. Una clara deformación pastoral: priorizar la confrontación, los bienes materiales, prescindiendo de los valores espirituales, que deberían ser su guía.

Igualmente, el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el más progresista de la galaxia, según ellos, no han tenido ni tendrán ningún interés en revertir ese expolio, efectuado en plena aplicación del art. 155, que inhabilitó a todo nuestro gobierno.

Está claro que los obispos, siguiendo la teoría del mencionado juez, son monaguillos con un cursillo.

4 –

Ahora, los autodenominados ‘intelectuales españoles’ han firmado un manifiesto en apoyo a la sociedad catalana unionista, con el título: ‘No estáis solos’, parafraseando las palabras de Felipe VI, en su infausto discurso del 3 de octubre del 2017.

Ese manifiesto, dice:

‘El 3 de octubre de 2017, dos días después del inefable referéndum ilegal que dividió en dos a la sociedad catalana, se rompió un dique que durante muchos años laboriosamente había construido el nacionalismo: la separación emocional y psicológica entre los catalanes y el conjunto de la sociedad española.

Aquel día se recosieron los vínculos, las amistades y la solidaridad del conjunto de la ciudadanía con sus compatriotas catalanes. El detonante fueron tres sencillas palabras pronunciadas por su Majestad Felipe VI ese día: ‘No estáis solos’. Una vez roto el dique y reconstruidos los puentes, nació la ola de solidaridad demostrada por toda la sociedad española que se concretó en el apoyo a las dos grandes manifestaciones del 8 y del 29 de octubre, ayudando así a visualizar el apoyo a la Constitución y al Estado de derecho de una parte importantísima de la sociedad catalana.

El manifiesto, preparado y difundido por Núria Amat, José Rosiñol, Ignasi Buqueras, Míriam Tey, lleva también las firmas de Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Francesc de Carreras, César Antonio Molina, Óscar Tusquets, Carmen Posadas, y un largo etc., hasta 70 firmantes, (incluido, para nuestro mayor insulto, por Enric Millo, el delegado del gobierno de Rajoy en Catalunya, y el inventor del ‘arma de destrucción masiva del Fairy)

En el contexto preelectoral en Cataluña, estas personalidades alertan que ‘más de tres años después, con los juegos políticos y de intereses en auge, con una profunda herida sangrante fruto de la pandemia y de su gestión, los catalanes volvemos a vernos en la coyuntura de unas elecciones en las que el separatismo pretende recomponer fuerzas para retomar más temprano que tarde el desafío al Estado y a nuestra democracia’

(…)

Hacen al final del texto un llamamiento a la sociedad española para que ‘siga demostrando la solidaridad y la empatía con los catalanes, con aquellos que tan solos nos hemos sentido, aquellos que hemos servido como pieza a sacrificar en las distintas negociaciones partidistas, aquellos que hemos soportado y soportamos la presión social, civil y política por el mero hecho de defender cuestiones tan básicas como nuestra democracia, nuestro país, nuestra Constitución y nuestra rica cultura’.

(…)

(Elpais.com)

Evidentemente, un intelectual es una persona que se dedica al estudio y a la reflexión crítica y objetiva, que, teóricamente, ha de trascender la propia ideología.

‘El término ‘intelectual’ aplicado a un colectivo fue acuñado en Francia durante el llamado affaire Dreyfus (finales del siglo XIX), inicialmente como un calificativo peyorativo que los anti-dereyfusistas utilizaban despectivamente para designar al conjunto de personajes de la ciencia, el arte y la cultura (Émile Zola, Octave Mirbeau o Anatole France) que apoyaba la liberación del capitán judío Alfred Dreyfus acusado injustamente de traición’.

(Wikipedia)

Obviamente, estas características no se aplican ni caracterizan, en absoluto a los firmantes, que, en todo caso, pueden ser considerados ‘intelectuales orgánicos’, que es un oxímoron, como lo es el ‘viva la muerte’ de los falangistas, ‘la paz armada’, ‘el instante eterno’ o ‘el caos organizado’.

El término ‘oxímoron’ es, en sí mismo un oxímoron, ya que procede del griego ‘sabio’ y ‘necio’

La simple trayectoria de los firmantes, y el propio texto, son buena muestra de parcialidad, de subjetividad, de defensa de sus intereses, como ellos mismos reconocen: defender cuestiones tan básicas como nuestra democracia, nuestro país, nuestra constitución y nuestra rica cultura; en definitiva, nos consideran como simples colonias, ya que el estado es suyo.

¿Quién les ha dado ese ‘carnet’ de intelectual?, cuando no es más que una falta de modestia por su parte; ¿por qué se consideran ‘superiores’, una élite superior a los cantantes, actores, pintores, etc.? ¿Enric Millo, por ejemplo, qué tiene de intelectual?, cero patatero. Muchos de ellos no tienen ni el cursillo que menciona el juez Garrido.

5 –

Estos paniaguados quieren que los independentistas catalanes nos ‘acomodemos’ a sus deseos a su estatus quo, como en el siguiente cuento:

‘El mundo al revés’

Érase una vez un bosque al revés, a simple vista parecía un bosque normal, estaba lleno de árboles verdes, flores amarillas, rojas, naranja, violetas, algunas eran grandes y otras muy pequeñas, pero todas dejaban su perfume en aquel gran bosque.

Los animalitos de nuestro bosque eran muy especiales, el búho Florencio, era un búho muy particular porque pasaba toda la noche durmiendo, nuestro pato Marcial, pasaba toda la noche despierto…

También está la rana Ana, que era muy valiente y Leoncio, el león, que era bobalicón y se pasaba el día saltando entre rama y rama y qué les cuento de Dante el elefante, que se creía muy pequeñito y había también una hormiguita, Ita, que se creía grande y fuerte.

En verdad, era un bosque al revés; la única normal soy yo, su servidora, la ardilla Pilla, que, en vez de andar y saltar, puedo volar…

Una tarde, el búho Florencio, cansado de tanto dormir, decidió ir de casa en casa, en busca de ayuda.

Toc, toc.

Marcial, el pato: ¿quién toca?

Florencio: soy el búho, ¿me puedes ayudar?

Marcial: ¿para qué soy bueno?

Florencio: Verás, me pasa algo raro, duermo toda la noche, cuando debería estar cuidando el bosque y cuando amanece me apetece salir, pero no veo nada, la luz del sol me ciega.

Marcial: bueno, eso lo remediamos con unas gafas de sol y mucho café. A mí me está pasando algo así, yo debería dormir toda la noche, pero no puedo pegar ojo, estoy muy nervioso, vamos a casa de Dante (el elefante), tal vez a él se le ocurra algo.

Juntos caminaron a casa de Dante, el pato Marcial le mostraba el camino al búho, porque el pobre no veía nada.

Toc, toc.

Dante: ¿quién anda ahí?

Marcial y Florencio: somos el pato y el búho, venimos a pedirte ayuda.

Elefante: ¿el búho de día…?

Florencio (el búho): sí, nos pasa algo raro y necesitamos ayuda, yo duermo toda la noche.

Marcial (el pato): y yo me paso toda la noche durmiendo.

Dante: ¿cómo quieren que les ayude, si yo soy el elefante más chiquito de la manada?

Marcial: ¿chiquito tú? ¿te has visto en el espejo?

Dante: No tengo espejo, pero todos los demás elefantes me dicen que soy el más chiquito. Chicos, a mí no se me ocurre qué hacer, vamos a casa de Ita, la hormiguita, ella quizás nos pueda ayudar.

Toc, toc.

Ita: si, ¿quién es?

Todos: somos el búho, el pato y el elefante y queremos hablar contigo.

Ita: ¿qué pasa?, me interrumpen, estoy levantando pesas.

Dante: ¿pesas, tú?

Marcial (el pato): chicos ahora sí, aquí está pasando algo.

Ita: ¿qué? ¿qué pasa?

Dante: ¿tú crees que es normal que una hormiga tenga fuerzas para levantar pesas?

Ita: bueno…  mis amigas no lo hacen.

Florencio (el búho): Yo no veo nada y nadie tiene respuesta. Chicos, vamos a ver a Ana, la rana.

Toc, toc.

Ana: Voy, voy, un momento, que estoy afilando mis garras.

Todos: ¿garras la rana?

(…)

Y así, fueron de casa en casa, hasta la de la ardilla Pilla.

(…)

Pilla: tranquilos, que todo tiene una explicación. Hace unos días en el bosque hubo un eclipse de sol y desde entonces el bosque está al revés.

(…)

Pilla: Lo importante es que aceptemos que todos cambiamos y tenemos que aprender a aprovechar nuestras nuevas virtudes … yo os quiero mucho a todos siendo diferentes, así que, por mí, que no haya más eclipses.

Todos: Tienes razón, Pilla, tenemos que aceptarnos tal y como somos ahora.

Desde ese momento, los animalitos del bosque aprendieron a vivir con sus nuevas características y fueron muy felices.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado’

(www.losmejorescuentos.com)

Y se equivocan, nosotros no queremos dejar de ser lo que somos, no nos cambiarán, queremos ser ciudadanos, y no aceptamos que el eclipse solar que fue el ‘a por ellos’ de Felipe VI en su discurso del 3 de octubre del 2017, que es lo que ha aplicado y aplican los poderes del estado: político, judicial, policial, militar, etc.; y en ningún modo se ha visto la farsa del ‘no estáis solos’ dirigido a los catalanes unionistas, ya que, al castigar presupuestariamente, políticamente a la comunidad catalana, castigan a todos, independentistas y unionistas.

El eclipse del 1 de octubre, nuestro voto, fue y será determinante.

6 –

Todo es una vergüenza, todos aprovechan los sentimientos para su propio beneficio, como, por ejemplo, ayer, Pablo Iglesias, en un mitin en Barcelona, ‘apelando a la gente de barrio que no se avergüenzan de tener abuelos andaluces o padres extremeños’. Esto es un insulto a la inteligencia, por eso creo que Pablo Iglesias podría incluir su firma en el manifiesto citado.

Este tipo de discurso es manifiestamente populista, un discurso que divide y no integra, pues quiere profundizar en diferencias clasistas que aquí damos por superadas en buena medida, aunque es muy difícil zanjar adecuadamente; pero, lo que hace Iglesias, es estrictamente clasista, despectivo: ‘gente de barrio’.

Ya sabemos que todo está manipulado, y no solo en Ñordistán, la España más cutre, pues en Italia vemos que Mario Dragui será nombrado primer ministro, igual que lo fue Mario Monti (2011-2013), se ve que va de Marios, lo que prevale, sobre los votos, es una manipulación de la democracia, de la elección indirecta. Y, siempre gana la banca, claro.

7 –

Para finalizar, y como he comentado al tratar el ‘juez’ Garrido, es preciso señalar que, si realmente es un fan de Van Morrison, y le encanta la canción mencionada, debería dejar su empleo, pues, como se ve leyendo la letra, es incongruente con su oficio.

No more lockdown (no más aislamiento obligatorio)

George Van (Ivan) Morrison (‘el león de Belfast’) y Eric Clapton grabaron en 2020 este tema, en contra del aislamiento obligatorio por el covid, para salvar la música en vivo, los recitales en directo.

No más encierros

No más extralimitaciones del gobierno

No más policías fascistas

Perturbando nuestra paz

No más quitarnos nuestra libertad

Y nuestros derechos otorgados por Dios

Fingiendo que es por nuestra seguridad

Cuando realmente es para esclavizar

¿Quién gobierna nuestro país?

¿Quién gobierna el mundo?

Examínelo de cerca

Y mírelo desplegarse

No más encierros

No más amenazas

No más Imperial College

Santas inventado hechos torcidos

No más encierros

No más burlas sobre nuestros ojos

No más celebridades que nos digan

Que nos digan lo que se supone que debemos sentir

No más status quo

Pon tu nombre al viento.

No más encierros

No más encierros

No más encierros

No más encierros

No más encierros

No más extralimitaciones del gobierno

No más policías fascistas

Perturbando nuestra paz

No más quitarnos nuestra libertad

Y nuestros derechos otorgados por Dios.

Dejando a Dios al margen, para la conciencia privada, es preciso señalar que nuestros derechos han ido siendo ganados siempre con revoluciones.

Estoy de acuerdo con muchas de las afirmaciones que se hacen en esta canción, pero creo que los encierros por el covid están totalmente justificados para salvar vidas, y los negocios, los conciertos, son secundarios.

En definitiva, que el infausto juez, diga que le gusta esta canción, y continúe considerándose juez, y defende un sistema, el estatus quo que protege todo lo que Van Morrison ataca, ya demuestra su inconsistencia intelectual.

Ese juez podría firmar el comunicado, al lado de las tristes figuras como Vargas Llosa, Savater, Millo, etc., nuestros ‘Chiquitos de la Calzada’ (Gregorio Esteban Sánchez Fernández, 1932-2017), al que añadiría a Pedro Sánchez, claro, pues sus comentarios le hacen merecedor de ser miembro de honor de ese ‘selecto club’ ya que ayer nos dijo que debían ganar los no independentistas, los que quieren permanecer en España, pues el cielo está aquí. De pura vergüenza.

Si este es su cielo, quiero ir al infierno.