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Peruanos recurren a plantas medicinales ante avance de COVID

LIMA (AP) — La artesana Olga Mori, que vive en un barrio sin agua ni luz cerca del palacio presidencial, confía más en una infusión de plantas que en el colapsado sistema de salud de Perú para protegerse del coronavirus.

Aunque enfermó dos veces de COVID-19 nunca fue al hospital tras ver en la televisión cómo muchos morían luego de ser ingresados. Permaneció en casa y bebió una mezcla de eucalipto, jengibre, matico, cebollas, limón y miel. “Era la única solución”, dijo la mujer de 61 años.

En enero, con la llegada de una nueva ola de infecciones, los nosocomios colapsaron y dejaron de recibir pacientes. Muchos peruanos buscaron entonces protegerse preparando remedios naturales y ante la falta de dinero para comprar medicamentos en las farmacias.

La Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud peruano coincidieron en que no hay evidencia científica de que las plantas reduzcan el riesgo de contagio o los síntomas del COVID-19.

Pero eso no persuade a Mori, quien nació en la Amazonía, pertenece a una familia de la etnia Shipibo-Konibo y aprendió de su abuela el poder curativo de las plantas, un conocimiento que llevó consigo cuando migró 25 años atrás al barrio limeño de Cantagallo.

Una mañana reciente la mujer hervía hojas de matico y eucalipto en una olla cuyo fuego era alimentado con leña en los exteriores de su casa que no tiene jardín, vereda ni calle asfaltada.

“Tenemos que ayudarnos para protegernos del coronavirus”, indicó Mori, quien vestía una falda y una blusa de vivos colores y llevaba un tocado en la cabeza. Su barriada está ubicada en la capital de 10 millones de habitantes donde 39% contrajo el virus, según datos oficiales de diciembre.

La segunda ola de infecciones llegó en enero con la aparición de las variantes de Brasil y el Reino Unido. Las camas de cuidados intensivos y las salas de emergencia estaban repletas y cada día faltaban 100 toneladas de oxígeno, clave para las terapias de recuperación.

El país inició en febrero la vacunación de los trabajadores sanitarios en medio del escándalo desatado luego de hacerse público que casi 500 privilegiados se habían aplicado en secreto la vacuna. El resto de los millones de peruanos no saben cuándo serán inoculados.

Abandonados a su suerte y sin médicos a quienes consultar, muchos se enfrentan como pueden a posibles contagios y echan mano de métodos naturales heredados de sus antepasados para combatir problemas bronquiales o catarros.