WASHINGTON (AP) — En un principio, sonaba un poco ambicioso el plan de administrar 100 millones de vacunas en 100 días.
Actualmente, a un mes de haber ocupado la presidencia, Joe Biden está por lograr el objetivo y se lanza mucho más allá en la más ambiciosa y abrumadora misión de vacunar contra el coronavirus a todos los adultos elegibles antes de que termine el verano.
El suministro limitado de las dos vacunas aprobadas contra el COVID-19 ha afectado el ritmo de las vacunaciones, incluso antes de que el clima invernal demorara la entrega de aproximadamente 6 millones de dosis la semana pasada. Pero Estados Unidos está a punto de lograr un avance en cuanto a suministro al aumentar la manufactura, con la expectativa de una tercera vacuna disponible en las próximas semanas.
Eso significa que el acto de administrar las inyecciones pronto será lo más importante y eso provoca que el gobierno de Biden presione para expandir drásticamente la cantidad de personas que administran las inyecciones y los centros de vacunación.
“Una cosa es tener la vacuna y otra muy diferente es inyectarla en los brazos de alguien”, dijo Biden el viernes durante una visita a la fábrica de Pfizer en Portage, Michigan.
La empresa está por duplicar su ritmo de entrega de vacunas en las próximas semanas.
Desde su aprobación en diciembre, más de 75 millones de las vacunas de dos dosis de Moderna y Pfizer han sido distribuidas, de las cuales 63 millones han sido administradas, alcanzando a 13% de los estadounidenses. Casi 45 millones de dichas dosis han sido administradas desde la juramentación de Biden el 20 de enero.
El ritmo de distribución de esas vacunas está por despegar. Aproximadamente 125 millones de dosis están por ser entregadas en las próximas cinco semanas, con 200 millones adicionales previstas para finales de mayo y otras 200 millones para finales de julio.