Nota previa: Mañana, 23 de febrero, se cumplirá el 40 aniversario del golpe de estado de Tejero, encabezado por el ‘elefante blanco’, que hoy se sabe que era el propio Juan Carlos I; y en la víspera no se hablaba más que de ruido de sables. En la actualidad el ruido es de togas, principalmente, pero la ideología sigue siendo la misma, y así nos va.
Tras las elecciones catalanas, los dirigentes de los partidos políticos están en plena ‘negociación’, para pactar un futuro gobierno. Los Comunes, el PSOE-PSC, y no decir los partidos de derechas, han devaluado el recuerdo y situación de los presos políticos. Incluso ERC parece que también relativiza esa prisión, pues priman otros temas, también muy importantes, como la crisis sanitaria, y sus derivadas sociales, económicas, etc.
Obviamente, la gestión de las crisis mencionadas son fundamentales, pues afectan a toda la ciudadanía, en especial a los sectores más desfavorecidos.
Ahora bien, yo estoy convencido que pueden y deben abordarse al unísono, sin tener que aparcar las reivindicaciones principales: la amnistía de los presos y de todos los independentistas imputados, pues no son excluyentes.
En esta línea, para mi son un insulto las declaraciones de la patronal catalana, Fomento del Trabajo Nacional, en concreto las de su presidente Josep Sánchez Lliure, a su vez, vicepresidente de la CEOE (confederación española de organizaciones empresariales), criticando la ‘pasividad’ del govern de la Generalitat, al que ha pedido actuar sin complejos para frenar los disturbios. Los empresarios han cifrado en 750.000 € los daños producidos al centro de Barcelona (una docena de comercios saqueados y 75 establecimientos con aparadores destrozados, y 300 pintadas, según sus cálculos) y reclaman responsabilidad al govern. ‘Ya es demasiado’, ha subrayado el mencionado directivo, a la vez que se ha hecho portavoz de los afectados, condenando los hechos y reclamando ‘coraje político’ para dotar de más recursos a los mossos d’esquadra (policía autonómica). Y ha cargado contra los vándalos que han provocado destrozos en la ciudad, pero también contra la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, como encargados del orden público. A unos y otros, los empresarios les han calificado de ‘irresponsables’:
‘Delante de la gravedad de los hechos, los sectores afectados nos vemos obligados a hacer una llamada a la responsabilidad de todos aquellos responsables que promueven, consienten, justifican o cierran los ojos delante de estos gravísimos altercados (…) y, mientras tanto, mantienen a nuestra policía con una mano en la espalda’
(…)
‘Podríamos decir que ha estado la noche barcelonesa de los vidrios rotos, como la que vivió Alemania en el año 1938’, ha afirmado Luis Sanz, presidente de la asociación de amigos del Passeig de Gràcia.
Estas declaraciones, sumadas a las presiones efectuadas para reabrir los comercios, cerrados según directrices sanitarias por la pandemia, demuestran, a mi modo de ver, que a esos altos empresarios les preocupa mucho más ‘su economía’ que la salud de la ciudadanía en general. Y esto es inmoral, y más viniendo de un personaje como Sánchez Lliure, de ideología democristiana y diputado, durante muchos años, por Unió Democrática Catalana, coaligada, durante décadas, con Convergencia Democrática de Catalunya.
Y el colmo de los colmos de la ignominia y falta de ética y moral, es la comparación con la ‘Noche de los cristales rotos de Alemania’, el pogromo organizado por la SS en la Alemania nazi, contra la población judía. En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 incendiaron y destruyeron unas 1574 sinagogas, se profanaron cementerios, se destruyeron más de 7000 comercios y 29 almacenes judíos; detuvieron más de 30.000 personas y asesinaron a más de 90 judíos’.
(Wikipedia)
Efectuar una comparación de estos hechos con los de Barcelona, no es demagogia, es lo siguiente, pura maldad.
Y obviar la represión de la libertad de expresión materializada con el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, es pura desvergüenza.
Pero no nos extraña, pues de la derecha lo podemos esperar todo, pero no así de partidos teóricamente de izquierdas, como los Comunes (Unidas Podemos) y el PSOE-PSC.
Por el contrario, Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, uno de los 9 presos políticos, y el único no vinculado directamente con ninguno de los partidos independentistas, ayer hizo un discurso aconsejando aprovechar los resultados del 14 F, valorar la mayoría absoluta independentista, para avanzar hacia la futura república catalana.
Respecto al mercadeo en las negociaciones entre los partidos que pretenden conformar el futuro govern de la Generalitat, me parece interesante reproducir la siguiente fábula:
‘Fábula del comprador de acero, (o del arbitrario precio del suelo).
Buenas, necesito seis planchas de acero de 10 mm de espesor, como del tamaño de una puerta (210 x 80 cm)
Muy bien, ¿se las llevamos o las recogerán ustedes? Ah, el transporte corre de su cuenta. Perfecto … , por último, para fijar el precio unitario, ¿para qué va a usar este acero?
¿Cómo que para qué? ¿a ustedes qué más les da? El acero es igual, sea su uso el que sea, las especificaciones de la aleación, la planeidad, el tratamiento, … son idénticas, y las marca la norma DIN ¿Para que quiere saber el uso que le vamos a dar?
Hombre, para qué va a ser … para fijar el precio.
¿…? (el comprador pone cara de no entender nada, de sorpresa y estupefacción)
Si, claro, no me diga que no sabe que el precio del acero se fija en función de lo que usted vaya a fabricar con él. Nosotros calculamos su precio con estas tablas (le enseña una cartulina plastificada donde hay unas columnas de precios, en euros por kilo, según el uso final del acero) El precio no puede ser el mismo si con ese acero usted fabrica barcos, aviones, muebles o vigas para edificación industrial. Depende. Si lo que usted fabrica vale mucho, nosotros le cobramos el acero más caro. Es la ley del mercado, oferta y demanda.
No entiendo anda. Yo es que es la primera vez que compro chapa de acero, porque soy escultor, y hasta ahora sólo había usado madera, bronce y escayola. Y de esto no tenía ni idea. Yo pensaba que el acero, como el resto de materias primas, tenía un precio único, a unos 2 euros el kilo, sea para lo que sea después …
Mmmmm … con que escultor, ¿eh? Pues es la columna más cara de toda la tabla, creo …. Si, mire: más cara incluso que la de los chasis de los automóviles deportivos de lujo y más que los fuselajes de los jets privados. Desde que se puso de moda Chillida, Oteiza y demás ‘modernos’, el acero para esculturas está carísimo. A 500 euros el kilo. Pero, claro, es porque luego cada escultura la venden ustedes por una millonada. Que son ustedes unos especuladores del arte, los escultores …. ¿o me va a decir que si puede vender una escultura por 5000 €, la va a vender por un precio menor porque yo le venda el acero más barato?
No sé a qué precio venderé mi escultura, porqué no sé ni si podré venderla. Pero no entiendo por qué el acero para vigas de edificios cuesta a 2 € el kilo, y a mí, el mismo acero, me lo quiere cobrar por 500 €. El mismito. Se supone que el valor de la escultura está en lo que yo hago, la propia escultura, no en la materia prima necesaria, el acero… Y se supone que a usted el acero le costará lo mismo traerlo de la acería sea el uso que sea el que le vaya a dar el comprador … No entiendo nada.
Pues es así, señor escultor. Es la cosa del mercado, de la oferta y la demanda. Si usted se enriquece con la escultura, es gracias a mi acero. Si quiere acero para esculturas, es a 500 €. Y dese prisa, que últimamente hay mucho escultor moderno, y me quitan el acero de las manos.
(Cámbiese ‘acero’ por suelo, y ‘escultura’ por vivienda. Pues eso)
Este cuento me parece muy apropiado para aplicarlo, metafóricamente, a los presos e imputados políticos catalanes, pues:
Si los queremos libres a cambio de renunciar a un referéndum de independencia, su indulto o amnistía tendría un ‘coste’ político para todos:
· para el gobierno central, y para el catalán; pero, en este caso el coste sería mínimo para el gobierno central (2 máximo, como el acero para construir vigas,
· y un coste máximo para el gobierno catalán (500 €, como el acero para construir esculturas)
Ahora bien, si los queremos libres sin renunciar al referéndum, el coste se llevaría a los extremos, pues:
· los poderes del estado central impedirían todo tipo de indulto o amnistía, y nos dirían a los catalanes, ‘que se lo han quitado de las manos’ y ya no les queda acero. Y, por lo tanto, para el gobierno central las consecuencias de no hacer nada, no sería un coste cero, más bien le comportaría un beneficio.
· en cambio, para el gobierno y partidos catalanes, el coste sería máximo, por cuanto sería llenar el martirologio de catalán, con todos nuestros presos e imputados.
Todo es muy complejo, como ha señalado el periodista Francesc-Marc Álvaro en su twitter, refiriéndose a las manifestaciones diarias por la libertad del rapero Pablo Hasél, que acaban en disturbios:
‘El vacío de poder del que hablábamos el jueves, se ha hecho más grande. El carro va solo y al borde del precipicio cada noche. Algunos políticos de los que prometen una República tienen el sentido de Estado de una ameba’
Yo creo que hay personas soñadoras, con un pensamiento mágico, acorde con las siguientes máximas: que el ‘querer es poder’, que ‘cuando quieres puedes y el resto son excusas’, ‘la pregunta no es ¿puedes? La pregunta es ¿quieres?’
Otras personas más realistas o pesimistas, que queremos, pero sabemos que no podemos (de momento), pues pensamos que ‘querer no es automáticamente poder’; si bien no perdemos el pensamiento positivo de: ‘si me pones un muro de 5 metros, pondré una escalera de 6 metros’, es decir, que intentaremos hacer lo imposible para superar los problemas.
En definitiva, los que no tenemos el pensamiento mágico, sabemos que la problemática es muy compleja, pero que no nos cansaremos, estamos motivados para seguir movilizados, y para presionar, para evidenciar nuestro malestar. Pero no solo nos hemos de limitar a esto, hemos de ser activos, hemos de trabajar para construir la escalera que supere el muro que nos ponen.
Ya que la alternativa es seguir con el estatus quo español, hijo del golpe del 23 de febrero de 1981, pues si bien ‘formalmente’ no triunfó, en realidad sí que venció, ya que comportó una regresión general, pues el año siguiente, en junio de 1982, las cortes españolas aprobaron la Loapa, la ley de armonización del proceso autonómico’, con la consiguiente reacción contraria en Catalunya y el País Vasco.
Y no olvidemos que esa ley fue pactada por los partidos unionistas, con Felipe González a la cabeza, ya que estaba en puertas de llegar a la presidencia del gobierno (diciembre del mismo 1982), y su influencia era máxima en la ya débil UCD, con Leopoldo Calvo Sotelo en su insignificancia.
Y seguimos con este mismo patrón y esquema mental, pues el PSOE sigue anclado en esa ley de la Loapa, de su armonización (que el entonces tribunal constitucional ‘suavizó’).
Y para acabarlo de empeorar, con Pedro Sánchez en el gobierno, vemos que se cumple la ley de la entropía, la del deterioro en todos los órdenes. Sabemos que no tiene palabra, hemos tenido muchas muestras, y también sabemos que miente más que Pinocho, y que tiene una moralidad a la altura del betún, como lo muestra el juego de trilerismo que hace con los indultos de nuestros presos, ya que el año pasado decía que antes de Navidad, ya se habría adoptado. Después, el PSOE comentó que sería después de las elecciones catalanas, para no interferir. Y ahora ya dice que será después del verano, y se lo guardará hasta que le convenga como moneda de cambio. UNA INMORALIDAD MÁXIMA.
Todo esto es una inmoralidad, y si no hacemos nada, seguiremos comulgando con ruedas de molino, como pretenden.
