BRUSELAS (AP) — La Unión Europea impidió el envío a Australia de más de un cuarto de millón de vacunas de AstraZeneca contra el coronavirus, la primera vez que aplica un sistema de control de exportaciones creado por el bloque para garantizar que las grandes compañías farmacéuticas respeten sus contratos.
La medida, que sólo afecta a un pequeño número de vacunas, pone en evidencia una creciente frustración en el bloque de 27 países por la lentitud de su campaña de inoculación y el déficit en las entregas prometidas de las dosis, en especial de parte de AstraZeneca, una empresa británico-sueca.
La cancelación del embarque se hizo a solicitud de Italia, y la UE no objetó el endurecimiento de la postura de Roma frente a la escasez de inoculaciones en el bloque desde que Mario Draghi se convirtió en el primer ministro italiano el 13 de febrero.
Italia ha centrado sus objeciones tanto en la escasez general en el suministro de vacunas al interior de la Unión Europea como en “las demoras en las entregas de las vacunas a la UE e Italia por parte de AstraZeneca”, dijo el ministerio del Exterior en un comunicado.
El ministerio señaló que también intervino debido al volumen del envío, de más de 250.700 dosis, que irían a Australia, a la que no considera una nación vulnerable.
Italia dijo que había informado el martes a la compañía. AstraZeneca no quiso emitir declaraciones. El Financial Times fue el primero en informar del asunto el jueves por la noche.
Debido a la escasez de dosis durante las primeras etapas de la campaña de vacunación iniciada a finales de diciembre, la UE implantó en enero un sistema de control a las exportaciones de vacunas contra el COVID-19, obligando a las compañías a respetar primero sus compromisos contractuales con el bloque antes de que se puedan aprobar los envíos comerciales al exterior.
La UE esta molesta con AstraZeneca porque la empresa está entregando mucho menos dosis al bloque de las que prometió. Del pedido inicial de 80 millones de dosis para la UE en el primer trimestre, la compañía tendrá dificultades para entregar apenas la mitad.
Existen rumores de que la empresa está desviando producción de las plantas establecidas en la UE a otras naciones, pero el director general Pascal Soriot insistió en que el faltante se debe sólo a problemas técnicos en la fabricación.
La Unión Europea ha vacunado sólo a 8% de su población en comparación con más del 30% en Gran Bretaña, por ejemplo. Australia se encuentra todavía muy al principio de su campaña de inoculación.
Debido a la medida, la UE está en una disyuntiva. Por un lado, enfrenta fuertes presiones para incrementar la producción de vacunas en el bloque, y por el otro desea continuar siendo atractiva para las gigantes farmacéuticas y un socio comercial justo con terceros países.
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Danica Kirka, en Londres, y Colleen Barry, en Milán, contribuyeron a este despacho.