ASUNCIÓN (AP) — El ministro de Salud de Paraguay, Julio Mazzoleni, renunció el viernes al cargo ante la falta de fármacos básicos y vacunas para el COVID-19 en medio del colapso de los hospitales públicos.
En tanto, el gobierno hará un reclamo al programa COVAX porque aún no envió las 4,3 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca por las que en octubre se pagaron casi siete millones de dólares, anunció el viernes el canciller Euclides Acevedo tras reunirse con el presidente Mario Abdo Benítez.
“Con el Congreso, por el bien de la nación, hemos acordado que yo deje el Ministerio de Salud para generar la paz que necesitamos”, dijo Mazzoleni en un audio enviado a The Associated Press por la oficina de prensa del Palacio de Gobierno.
Agregó que su decisión contribuirá a enfrentar el desafío de la lucha contra la pandemia.
El viceministro Julio Borba se hizo cargo de la conducción de la institución hasta la designación de la nueva autoridad.
Desde el miércoles están suspendidas por tiempo indeterminado todas las cirugías programadas en todos los hospitales estatales para que los recursos se destinen al tratamiento de enfermos de COVID-19.
La dimisión de Mazzoleni es consecuencia del derrumbe del sistema sanitario de combate al COVID-19 por la falta de drogas básicas para los enfermos en terapia intensiva como el atracurio (un relajante muscular) y el midezolam (un sedante), cuya disponibilidad en el almacén del ministerio no supera las 30.000 dosis, apenas para dos semanas de tratamiento.
Derlis León, director de Abastecimiento del ministerio, señaló que “en enero pasado hicimos llamados a licitación para la provisión de estas drogas pero ninguna empresa se presentó. Por ley no podemos hacer compras directas salvo que se modifique la regla para introducir el denominado sistema simplificado de compras”.
Los registros oficiales indican que desde el 11 de marzo de 2020 -cuando comenzó la cuarentena que sigue hasta el presente con algunas flexibilizaciones- han muerto 3.256 personas y se registraron 164.310 contagiados de COVID-19 de una población total de 7,6 millones de personas.
El neumólogo Carlos Morínigo, jefe de contingencia respiratoria del Instituto de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), el mejor equipado en la capital paraguaya, dijo a AP que gran parte de los insumos primarios, como placas radiográficas y sondas nasogástricas, están agotados.
Con unas veinte enfermeras, cocineras y personal de limpieza y médicos, Morínigo encabezó esta semana una manifestación que bloqueó la calle frente al Ineram. La policía antimotines no reprimió la protesta a la que se unieron familiares de los ingresados al centro médico.
Según el presidente Abdo Benítez, el Fondo Ruso de Inversiones entregó a fines de febrero 4.000 dosis de la vacuna Sputnik V con las que fueron inmunizados médicos y enfermeras de las unidades de terapia intensiva, pero el resto del millón de dosis contratadas arribarán en los próximos meses de acuerdo con la disponibilidad del laboratorio ruso.
Tras la renuncia del ministro Rosana González, secretaria general del Sindicato Nacional de Médicos, declaró a los medios locales que “tenemos el temor sobre quien será el nuevo ministro porque no queremos escuchar que por ser nuevo en la función se le otorgue tiempo para conocer la crisis actual”.
“Se necesita un profesional médico que no sea político y que posea el perfil de capacidad de liderazgo”, acotó.