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La jugada del tahúr Pedro Sánchez mirando única y exclusivamente por su propio beneficio, siguiendo a su asesor de marketing, es la de estar planteándose anticipar las elecciones generales para el próximo otoño, cuando la población, teóricamente, en gran proporción, esté vacunada, y España haya recibido parte de las transferencias económicas de la UE. Así, ‘capitalizará’ ambos éxitos.
Es preciso recordar que en el año 2019 se repitieron las elecciones, ya que las del 28 de abril no permitieron las mayorías para conformar un gobierno, y se repitieron el 10 de noviembre. Por lo tanto, unas nuevas elecciones ‘no tocarían’ hasta noviembre del 2023.
Y, si se confirma ese adelantamiento, sería acortar la legislatura dos años. Con el coste e inestabilidad que genera, como generaron en 2019.
Iván Redondo Bacaicoa (n. 1981), consultor político, actualmente director del gabinete de presidencia del gobierno de Pedro Sánchez, puede ser un ‘buen profesional’, pues, como señalé en un anterior escrito, antes asesoró con éxito al PP (a X. García Albiol, por ejemplo) y Ciudadanos.
Es evidente que un profesional atiende al negocio, no a la ideología y, en este caso, podríamos decir que es un mercenario, como lo puede ser cualquier jugador de fútbol profesional, que va al equipo que más le pague. Y todo buen profesional se esforzará para trabajar de la mejor forma, para obtener los mayores beneficios del que le paga.
Pero, en este caso que nos ocupa, si no hay una ideología, una consciencia, una moral ‘histórica’, y únicamente se miran las encuestas y los sondeos de opinión, para conformar la mejor fórmula vencedora; podrá ganar, pero no dejará de ser un cierto fraude conceptual.
Y la supuesta jugada de Pedro Sánchez, no se puede comparar con la situación de la comunidad de Madrid, en la que su presidenta, Isabel Díaz Ayuso se ve forzada a convocar elecciones, sino quiere afrontar una moción de censura. Éste es el juego democrático y, obviamente, la presidencia tiene la prerrogativa de fijar las elecciones.
Ahora bien, en el caso del gobierno central, la situación es diferente, y se viene de unos años de inestabilidad, y el único objetivo de Pedro Sánchez es aprovecharse de la situación coyuntural (vacunas, y fondos europeos), para hacérselos suyos, ponérselos como medallas, e intentar deshacerse de su socio de gobierno, Pablo Iglesias, con el que no se siente cómodo, ya que Sánchez hubiese preferido haber pactado con la derecha, con Ciudadanos, pero no le salían los números.
Asimismo, el PSOE aspira a no tener que depender de los partidos nacionalistas, como el PNV y ERC.
Y si le sale bien la jugada, está claro que los independentistas catalanes lo tendríamos mucho más negro, ya que no se vería forzado a ‘dialogar’.
Pero todos sabemos que Pedro Sánchez es un mentiroso compulsivo, y debería crecerle la nariz más que a Pinocho, ya que hemos visto que se compromete a una cosa, pero, después se olvida, como ha hecho repetidamente con el indulto, la mesa de diálogo, etc.
Por eso, aprovecharse de las expectativas electorales, para anticipar las elecciones, únicamente pensando en su beneficio personal y partidista, es vergonzoso, y debería ser penalizado, por inmoral, por poner sus propios intereses por delante de los del estado. Máxime cuando la ciudadanía podemos ir constatando, cada día, el desastre de las programaciones de las vacunas, que no son más que un caos e improvisación total, ya que en las familias tenemos a mayores de 80 y de 90 años, que todavía no se han podido vacunar, siendo las personas de mayor riesgo.
Asimismo, vemos que en la mayor parte de países europeos se está poniendo la vacuna de AstraZeneca (de Oxford) a la franja de edad hasta los 65 años, mientras que, en España, se sigue con el patrón inicial de fijar el tope de edad de los 55 años. De ese modo, hay profesionales de la enseñanza y policías, que ven que los menores de 55 años están vacunados, y los de 55 a 65, no lo están, con lo que corren un mayor riesgo.
Por eso, en Catalunya, los responsables han dado un ultimátum, de que, si el gobierno central no autoriza ampliar esa franja, alineándose con casi toda Europa, se tomarán las medidas oportunas, para autorizarlas, aunque comporte contravenir las instrucciones centrales.
En esa misma línea de conducta narcisista de Pedro Sánchez, cuadra a la perfección que, con esos vaivenes y mentiras, lo que pretenda, respecto a la situación catalana, es desestabilizarla más, que la división entre ERC y JuntsxCat se profundice y agudice.
Sánchez busca el ‘cuánto peor, mejor’, pues ‘a río revuelto, ganancia de pescadores’, como dice el refrán popular. Y si con esa situación, aquí nos viéramos abocados a repetir las elecciones, para Pedro Sánchez sería un gran regalo en su estrategia.
Por eso estamos en un gran túnel negro de ÑORDISTÁN, pues los independentistas catalanes tenemos en contra la confluencia de todos los poderes del estado, ya que, no debemos olvidar, que Pedrito Sánchez no deja de ser nada más que la ‘mano tonta’ del estado. ‘El corre ve y dile’, el ‘botones Sacarino’ de Felipe VI y su escudero Carlos Lesmes (presidente del consejo general del poder judicial), es decir, ambos, los representantes más carpetovetónicos de la España más rancia.
Los independentistas catalanes vemos que Pedrito Sánchez, como he dicho, no deja de ser una marioneta, un pelele del estado profundo, como todos sus antecesores. Todos han realizado el papel de meras comparsas de los intereses del estado profundo.
Y, en esta situación, como en otras, Rodríguez Zapatero y Felipe González, presentaban una cara ‘más agradable’ que la tosca y huraña del PP, pero, salvo ésto, coinciden en todo: salvar las vergüenzas de la monarquía, como objetivo primordial, y la sacrosanta unidad española, que, por lo visto, Dios encomendó a Adán, al expulsarlo del Edén.
Ayer, antes de entrar de nuevo en la prisión, nuestros líderes hicieron diferentes manifestaciones, coincidentes en el cansancio de verse como monedas de cambio por nada. Y de que veían inmoral que Pedro Sánchez estuviese jugando con los sentimientos, no ya de ellos, si no de sus familiares.
Por todo esto, personalmente, no veo ninguna salida, todo seguirá siendo más de lo mismo, el ardor guerrero de los nacionalistas españoles son los que marcan el camino. Y ante esta situación, no podemos esperar nada bueno, sea la que sea la jugada ‘maestra’ que aplique Sánchez.
Ayer, en el corte diario de la avenida Meridiana de Barcelona, que conmemoramos (no celebramos) el corte 365, un parlamentario señaló que tenía 68 años, que había nacido y vivido muchos años en una dictadura, y que ahora, no veía diferencias sustanciales, cuando se encarcelan raperos, se tienen en prisión personas dignas y honradas, que pusieron las urnas, para que los catalanes nos expresásemos, sabiendo que, según el código penal, eso no estaba penalizado. Pero, todos sabemos y hemos visto, que los jueces tienen una imaginación de lo más retorcida, para aplicar su venganza hasta límites inesperados. Y ese compañero comentó que temía morir sin ver una democracia y menos, una república catalana. Y yo me temo lo mismo, pues soy mayor que él.
En el Ara de hoy, José Antonio Martín Pallín (magistrado emérito del tribunal supremo y comisionado de la comisión internacional de juristas), en su artículo titulado ‘Una democracia de jueces y funcionarios’, señala detalladamente la interferencia del poder judicial sobre los poderes legislativo y ejecutivo, cargándose el espíritu de la separación de poderes de Montesquieu (Charles Louis de Secondat, barón de Breda y de Montesquieu, 1689-1755).
Asimismo, el triste y vergonzante comentario de la ministra española de asuntos exteriores, Arancha González Laya, efectuado ayer, entendiendo el apoyo de la UE a la justicia española, y a que los problemas de Catalunya deban solucionarse en España, no en la UE, está en línea con las declaraciones que hizo el 15 de enero pasado, diciendo que el ‘unilateralismo independentista catalán había fracasado y lo comparaba con el asalto al Capitolio de los EUA’. Declaraciones y pensamiento que no difieren ni un ápice a las que decía en su día José Manuel García-Margallo y Marfil, ministro de asuntos de exteriores del PP. Y es obvio que no difieran, ya que su ADN, como he dicho, es el mismo.
En definitiva, que los independentistas catalanes, y nuestros presos, exiliados, imputados, etc., estamos en un gran túnel negro, del que no vemos salida. Yo dudo que la tenga.
Es como el túnel en forma de cinta de Möbius (Moebius), en la que se pasa de una dimensión a otra. Como en la película argentina de ese mismo nombre, del año 1996, en la que se pierde todo un convoy (UM-86) lleno de pasajeros.
August Ferdinand Möbius (1790-1868), matemático y astrónomo alemán, descendiente de Martín Lutero (1483-1546), conocido por el descubrimiento de la banda que lleva su nombre; una superficie de dos dimensiones no orientable, con solamente un lado cuando está inmersa en el espacio euclidiano tridimensional.
(fuente Wikipedia)
Ante esta situación, los independentistas catalanes tenemos dos opciones, o bien continuar dando vueltas en la cinta de Möebius, con el riesgo de ir desapareciendo (encarcelados), o movilizarnos y forzar la ruptura de esa cinta infinita, pues esta es la única forma de salir del actual atolladero en el que estamos.
Y para forzar esa ruptura, no podemos confiar en los dirigentes de los partidos, que nos están defraudando tanto, y sólo podemos seguir a nuestro expresident Carles Puigdemont.
Debemos buscar el enfrentamiento directo, democrático e inteligente, pero, enfrentamiento, al fin y al cabo; y si para ello es necesario repetir jornadas de huelga general como la del 3 de octubre del 2017, pues adelante, aun sabiendo que el borbón Felipe VI volverá a llamar a arrebato a todos sus incondicionales al grito de ‘a por ellos’, y eso tendrá un coste. Pero no nos cogerá de sorpresa.
Nota final:
Es preciso recordar una de las famosas frases de Mariano Rajoy, ‘Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político’; frase que dirigió a Pablo Iglesias el 13 de junio de 2017, y que nadie entendió, ni el propio Rajoy.
Pues bien, seguimos en ese gran galimatías, y seguiremos, si no rompemos la mencionada cinta, si no acabamos con el día de la marmota que sufrimos.