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Mejoredu inauguró el ciclo de mesas de análisis Aportes para la Mejora Continua de la Educación

  • Las mesas tienen como objetivo detonar análisis y reflexiones sobre temas que resultan relevantes en el contexto educativo actual.
  • El estudio de esta mesa de análisis fue comentado por especialistas internacionales.
  • Difícilmente la escuela tradicional volverá a ser lo que era en un escenario pospandemia: Marcela Gajardo.
  • La pandemia hizo retroceder a la región latinoamericana y la recuperación no va a ser igualitaria: José Miguel Insulza.
  • Necesario pasar de la gestión de la emergencia a un enfoque de gestión de riesgos en educación: Claudio Osorio Urzúa.

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) puso en marcha el ciclo de mesas de análisis Aportes para la Mejora Continua de la Educación que tiene como objetivo analizar y reflexionar sobre diversos temas que han impactado al Sistema Educativo Nacional (SEN) durante la pandemia por Covid-19, con base en los estudios realizados por esta institución en los últimos meses.

A nombre de la junta directiva, Etelvina Sandoval Flores, comisionada presidenta, inauguró el evento y destacó que Mejoredu busca detonar el análisis y la reflexión más profundos sobre temas que resultan relevantes en el contexto educativo actual.

Luego de agradecer la participación de los distinguidos ponentes de esta primera mesa de análisis sobre el estudio denominado Experiencias internacionales de apoyo a la educación durante la emergencia sanitaria por Covid-19. Balance y aportaciones para México, destacó que Mejoredu pretende abrir espacios de diálogo con el público interesado en los temas educativos. “Queremos que este ciclo sea un aporte para un debate que es muy necesario en estos momentos”, finalizó.

Al presentar los resultados del estudio, Francisco Miranda López, titular de la Unidad de Evaluación Diagnóstica de la comisión, informó que su objetivo fue el análisis comparado de las recomendaciones emitidas por 10 organismos internacionales, así como de las acciones educativas implementadas por 13 países durante la pandemia por Covid-19: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay, España, Finlandia, Nueva Zelanda, China, Japón y República de Corea, así como por la ciudad de Nueva York.

Dijo que la experiencia internacional muestra que además de mejorar la capacidad de respuesta de los sistemas educativos ante la contingencia sanitaria, es necesario prever estrategias para su recuperación y reconstrucción.

Señaló que uno de los aspectos centrales que plantea el estudio es la construcción de un marco de referencia para el análisis de la educación en situaciones de emergencia y recuperar el enfoque de gestión de riesgos en la generación de protocolos para la prevención, mitigación y reducción de vulnerabilidades.

Al comentar el estudio, Marcela Gajardo, investigadora de FLACSO-Chile, consideró que el informe de Mejoredu aporta información valiosa a planificadores y tomadores de decisiones en un momento en el que “todos buscamos dar una mano a profesores agobiados y a familias que sienten el peso de no tener el tiempo o las herramientas para apoyar el aprendizaje de sus hijos”.

Consideró que difícilmente la escuela tradicional volverá a ser lo que era en un escenario pospandemia. Las medidas de seguridad, el cuidado personal y el distanciamiento social que se están adaptando para el regreso a las aulas romperán el tipo de relaciones pedagógicas que ha caracterizado a la escuela. Será difícil recuperar la función socializadora en los espacios escolares, enfatizó.

Señaló que, dado el impacto de la pandemia sobre la desigualdad y la pobreza en América Latina, su incidencia seguirá siendo uno de los principales obstáculos para la expansión y el mejoramiento educativo de la población infantil y juvenil, y que a pesar de la pandemia los maestros han respondido bien al desafío de avanzar en calidad, con capacitaciones en línea y en campos que incluyen el liderazgo pedagógico.

En su oportunidad, el senador de la República de Chile, y exsecretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, comentó que las pérdidas que ha tenido la región latinoamericana han sido enormes y que le será difícil la recuperación. Esta situación afectará a la educación porque las escuelas han perdido a muchos estudiantes, resaltó.

Consideró que la educación a distancia no ha tenido la calidad que se esperaba y que en muchos casos la gente no tiene acceso a ella. Agregó que el acompañamiento a los niños en los procesos educativos ha sido precario porque los padres de familia tienen que salir a trabajar.

Informó que otro factor a considerar es la crisis de vulnerabilidad social; que la pandemia hizo retroceder a la región, y que la recuperación no va a ser igualitaria sino favorecerá a determinados sectores de la economía y “nos encontraremos con Estados más débiles que los que teníamos antes”.

Claudio Osorio Urzúa, facilitador de la Comunidad Hispana de la INEE (Inter-Agency Network for Education in Emergencies) dijo que el informe da a conocer que, pese a los aciertos, se evidenció que la respuesta ante la emergencia fue improvisada y que, a pesar de la planificación y respuesta a nivel nacional, es preciso que éstas se hagan a nivel local y en cada una de las comunidades educativas.

Como aspectos positivos mencionó que durante la pandemia se ha garantizado el derecho a la educación a través de la educación a distancia y el reconocimiento de la sociedad a los docentes.

Consideró importante profundizar el estudio de los efectos del confinamiento por la pandemia en temas especialmente sensibles como: la educación inicial, la atención a estudiantes con discapacidad, la deserción escolar, la migración de estudiantes del sector educativo privado al público, y la pérdida en los aprendizajes.

Finalmente, destacó la necesidad de transitar, como lo señala el estudio, de un enfoque de la gestión de la emergencia a uno que ponga el énfasis en la gestión de riesgos en el sector educativo, a efecto de fortalecer las capacidades de prevención, definir estrategias oportunas de recuperación y avanzar en la conformación de sistemas educativos resilientes.