El dictador y asesino Francisco Franco, el BOE del 8 de marzo de 1940, impuso el horario de Berlín, para agradar a Hitler:
‘Orden de 7 de marzo de 1940 sobre adelanto de la hora legal en 60 minutos a partir del 16 de los corrientes:
Excmos. Sres: Considerando la conveniencia de que el horario nacional marche de acuerdo con los otros países europeos y las ventajas de diversos órdenes que el adelanto temporal de la hora trae consigo,
Dispongo:
Artículo 1º – el sábado 16 de marzo, a las 23.00 horas, será adelantada la hora legal en sesenta minutos.
Artículo 2º – El servicio de ferrocarriles se ajustará, en lo relacionado con el adelanto de la hora, a las reglas establecidas en la real Orden de 5 de abril de 1918’,
decía la orden emitida por Franco.
‘No obstante, diferentes historiadores no dudan en señalar que la decisión se produjo única y exclusivamente para complacer a Hitler. Hay que señalar que en marzo de 1940 la Alemania nazi estaba en su momento más álgido y parecía que los países del Eje se iban a imponer en la II Guerra Mundial. Por ello, Franco decidió abandonar su postura de neutralidad y buscó un acercamiento tanto con el fuhrer como con Mussolini.
Este cambio del huso horario no fue algo exclusivo de España. También lo hicieron otras potencias como Italia, Reino Unido y Francia. Sin embargo, tras la conclusión del conflicto, y con la victoria de los aliados, los relojes de estos países (salvo Francia), volvieron a marcar la hora que les correspondía por su disposición geográfica. Pero franco se negó a dar marcha atrás, y siguió con un uso horario ajeno. Una decisión que provoca que Vigo tenga la misma hora que Varsovia (ambas separadas por 3200 kilómetros de distancia), pero una más que Oporto (a apenas 150 kilómetros).
Y desde entonces el estado español sigue aplicando un horario que no le pertenece, a excepción de las Islas Canarias.
Por la situación geográfica española, deberíamos tener la hora occidental (la de Londres), lo que implica una hora de adelanto con respecto al sol en invierno y dos en verano.
En 2016, el PP presentó, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, un paquete de medidas que incluía ‘la recuperación del huso horario GMT’, el correspondiente al meridiano de Greenwich (que pasa por Zaragoza), de esta forma, los horarios españoles pasarían a ser más ‘racionales’ y a parecerse a los europeos.
De ahí nuestros horarios tardíos en nuestras costumbres y en el ‘prime time’ televisivo. Pero, si generalmente en España almorzamos a las 14.00 horas, que se considera tardía en Europa, en realidad se corresponde a las 13.00 horas, que es el horario del almuerzo de los ingleses. Y el ‘prime time’ televisivo que ahora es a las 22.00 horas, en realidad corresponde a las 21.00 horas, como en el Reino Unido.
A esta hora de desfase respecto al sol, y de acuerdo con la Directiva Europea 200/84CE, rige el cambio horario estival, que obliga a todos los países de la UE, a pesar de que el 80% de los 4,6 millones de europeos se posicionaron a favor de la suspensión de esa modificación horaria.
Este fin de semana pasado efectuamos el ajuste horario, pasando al estival. Pero éste no es el problema que me interesa tratar en este escrito, a pesar de la disfunción que comporta ir dos horas respecto al sol.
Ahora bien, en cuanto se refiere al cambio de huso horario establecido por Franco, me parece que se trata de una muestra más, de los vestigios franquistas que son inmutables, a pesar de que, en el año 2016, los principales partidos sistémicos, acordaron revertirlo.
Pero en el estado español se realizan muchos acuerdos que después no se trasladan a la realidad, como sabemos también con la ‘mesa del diálogo’ entre España y Catalunya.
Así que nada nuevo bajo el sol. ‘Spain is different’, como dijo Manuel Fraga Iribarne (ministro de información y turismo, 1962-1969), en su campaña para favorecer el turismo, ‘España no es peor, es diferente, e intentaba sacar ventaja de la fama española de país aislado y de costumbres bárbaras’ ¡Ni mejor ni peor, Spain is different’ España un país exótico!
Y para desgracia nuestra, esa diferencia sigue impertérrita en todas las leyes y todos los poderes del estado, como una horma del calzado.
Anteayer, en un programa radiofónico (RAC1), Antonio Baños explicó que hasta el siglo XIX no había diferenciación entre el calzado de uno y otro pie, a pesar de la evidencia de la diferente forma de ambas extremidades, y que los calzados utilizados eran mayores, y repletos de paja o de ropa, para acomodarlos.
Y, en el estado español, desde la aprobación de la constitución (1978), en Catalunya, hemos seguido aplicando esa paja y esas ropas, para ajustarnos a la horma unificadora, homogeneizadora, del ‘café para todos’ de Adolfo Suárez.
Pero en esta última década, los independentistas catalanes nos hemos cansado, sabemos que es preferible tener el calzado adecuado, ya no queremos usar ni paja ni paños, para acomodarnos. Y el mejor calzado será el que nos podamos confeccionar nosotros mismos, mediante nuestra república catalana independiente.
Y esa república deseada deberá partir de cero, para no seguir teniendo las mismas constricciones que nos aplican los diferentes poderes del estado, desde el huso horario, hasta las leyes de libertades y derechos humanos.
Los independentistas catalanes tenemos clara la moraleja del siguiente cuento anónimo:
‘Fábula del reloj del padre:
Antes de morir, un padre le dijo a su hijo: ‘Este reloj me lo regaló tu abuelo y tiene más de 120 años. Antes de regalártelo, quiero que vayas a la joyería y les digas que me interesa venderlo, y me dices cuanto de ofrecen’.
El hijo fue a la joyería, regresó donde su padre y le dijo: ‘Me ofrecieron 200 $, porque es muy viejo’.
El padre le dijo: ‘Ve a la casa de empeño y pregunta allá’.
El hijo fue a la casa de empeño y regresó. Le dijo a su padre: ‘Solo me ofrecieron 10 $ porque está muy descuidado’.
Entonces el padre dijo: ‘Ve al museo y pregunta en ese lugar’.
El hijo fue al museo, regresó donde su padre y le dijo: ‘¡Padre! ¡el tasador me ofreció 750.000 $ por el reloj, ya que es una pieza antigua y lo incluirían en su colección más valiosa de antigüedades!’
Finalmente, el padre le dijo: ‘Quería que supieras que en el lugar correcto te valorarán de la manera correcta. Si de repente te encuentras en un lugar donde no te valoren, no te molestes. Cambia de lugar y rodéate de los que sí te dan el valor que mereces. Nunca te quedes donde no te aprecien’.
De acuerdo con esa moraleja, sabemos que tenemos que dirigir todos nuestros esfuerzos, unidos, para abandonar el estado en el que nunca nos han valorada, más bien nos han despreciado, abusado y expoliado.
Y respecto a la segunda sesión de investidura del president de la Generalitat, que se está realizando ahora, y que todos saben y sabemos que será nuevamente frustrada, todos creemos que no debemos acabar el plazo de los dos meses para conformar el gobierno, ya que debemos aprovechar el 52% de los votos independentistas. Eso no quiere decir que JuntsxCat deba amoldarse a la horma que le quieren imponer ERC y la CUP.
Y, como ya he comentado de forma reincidente, el problema relevante es el papel que debe seguir ejerciendo Carles Puigdemont, pese a quien pese. Pero muchos sabemos que es nuestro president ‘in pectore’ (en el corazón), ya que lo destituyó de forma infame Mariano Rajoy, cuando los catalanes sabemos que los que ponemos y quitamos presidentes, somos los catalanes, vía Parlament.
Volviendo al ejemplo que debería revertirse, es decir, el horario franquista, debemos considerar que lo fundamental es poner de acuerdo el horario sincronizándolo con el sol, que es el que determina los ritmos circadianos, si bien, todo se manipula:
‘Winston Churchill consideró que cambiar el horario en verano ayudaba a ‘incrementar las posibilidades de encontrar salud y felicidad entre los millones de personas que viven en este país (Reino Unido)’, si bien sus críticos ‘detectaron la huesuda y azulada mano del puritanismo, ansiosa por llevar a la cama a la gente más temprano y levantarlos más temprano, para hacerlos más saludables, ricos y sabios a pesar de sí mismo’.
(Wikipedia)
Y esas injerencias políticas, siempre deberían quedar pospuestas, ante las necesidades biológicas, que deberían primar siempre. Y el ritmo biológico controla los ritmos circadianos (alrededor del día), y ese reloj biológico se encuentra en el cerebro, en concreto en el hipotálamo que, igual que la glándula pineal, responde a la luz, eliminando la producción de la melatonina, una hormona que provoca la somnolencia. (…) El cambio en la melatonina durante el ciclo sueño / vigilia, refleja los ritmos circadianos (…) El hipotálamo controla, asimismo, los cambios en la temperatura corporal y la presión arterial que ocurren durante el sueño.
En definitiva, que en la futura república catalana tendremos mucho trabajo, para eliminar todo vestigio franquista; y, con toda seguridad, obtendremos un ordenamiento social más positivo y de acuerdo con las necesidades de la ciudadanía.
