En memoria de Hans Küng (1928-2021), sacerdote y teólogo fallecido ayer, 6 de abril, el mismo día que falleció Arcadi Oliveres (1945-2021), citado en mi anterior escrito. Es decir, ayer perdimos a dos campeones del diálogo.
Y ayer también falleció Julen Kerman Madariaga Agirre (1932-2021), uno de los fundadores de ETA contra el franquismo que, posteriormente postuló el fin de la violencia, y defendió la paz y el diálogo, imposible en España.
Es evidente que los alumnos necios nunca aprenden de los maestros, y aquí, en el reino de España, nunca hemos tenido políticos que se hayan preocupado en aprender. Así que, aquí, tenemos la excepción que confirma la regla ‘no hay mal alumno, si hay un buen profesor’
El carácter del típico orgulloso hidalgo siempre ha sido ir de ‘sobrado’ pues ha considerado una debilidad reconocer que no sabe algo, que debe aprender y mejorar. Y lo peor es no querer aprender y no reconocer a los maestros en cada ámbito.
Esa cerrazón intelectual la constató Küng, si bien se refería a la falta de diálogo entre las religiones:
‘contra el absolutismo torpe, imaginario que asienta la propia verdad ‘ab-solutamente’, esto es, ‘des-ligada’ de la verdad de los otros’ (…) También rechazó ‘un punto de vista de superioridad, que antepone la religión propia como la mejor por principio. Semejante punto de vista solamente conduce a la apologética cómoda, a la incapacidad de aprender y al ergotismo; en una palabra: a ese dogmatismo que cree de antemano poseer la verdad entera y por eso mismo no la encuentra’.
(Hans Küng, ‘El cristianismo y las grandes religiones’, Circ. Lectores, Barcelona, 1993, pág. 16)
(nota: ergotismo = en filosofía, abuso de los silogismos en la argumentación)
Y lo importante en toda discusión, es ir al núcleo, dejar de lado los aspectos colaterales, como señala el citado Küng:
‘Las religiones deberían reflexionar sobre su propio programa, en el que la palabra ‘paz’ -en la Biblia hebrea ‘salom’, en el Corán, ‘salam’ y en el Nuevo Testamento ‘eirene’.
(Hans Küng, ‘El Judaísmo, pasado, presente y futuro’, Círc. Lectores, Barcelona, 1994, pág. 765)
(nota: ‘Eirene o Irene, (en griego, aquella que trae la paz). Es una de las tres Horas, hijas de Zeus y Temis. Irene es la personificación de la paz (…) en la mitología romana su equivalente es la diosa Pax’).
(Wikipedia)
Pero sabemos que las instituciones, como la iglesia católica, no aceptan el diálogo crítico, ni las ideas que consideran revolucionarias, como postular la derogación de la inviolabilidad papal, por lo que le prohibieron enseñar teología en las universidades católicas.
Siguiendo esa cultura carpetovetónica, en el estado español vemos que todos los poderes, como los propios partidos, y la mayoría de nosotros, queremos imponer absolutamente nuestra visión. Y en las negociaciones entre los partidos, o en el pretendido diálogo entre el gobierno central y la Generalitat, se considera preciso un abordamiento justo al revés del recomendado por Küng, pues pretenden afrontar los flecos, dejando para el final el tema central.
En cuanto hace referencia a Madariaga, es preciso clarificar que era una persona muy compleja:
· hijo de exiliados españoles en Chile,
· doctorado en derecho en Cambridge,
· uno de los fundadores de Ekin, embrión de ETA (1959),
· encausado en el proceso de Burgos (1970) del que se libró al ser condenado en rebeldía por residir, en ese momento en Argelia,
· haber pasado por la prisión francesa,
· en 2001 se adhirió a los postulados de Aralar, de Euskal Herritarrok, favorables al fin de la violencia, que en 2002 se convirtió en partido independiente; siendo diputado y senador,
· en el 2006 el entonces juez Grande-Marlaska, actual ministro de interior, ordenó su detención, quedando posteriormente en libertad,
· en el proceso de paz iniciado por el gobierno de Rodríguez Zapatero, Madariaga afirmó que ETA debería pedir perdón a las víctimas, ‘he dicho que todos han de pedir perdón y de eso no se escapa ETA. Los conflictos siempre tienen diversos actores y ETA es uno más. Han de pedir perdón todos los agresores’
(Wikipedia)
‘A Madariaga el franquismo le voló una casa, recién estrenada, en Bakio, ametrallaron un Peugeot pensando que iba en él y lo encerró en Carabanchel después de pasar ‘por las manos y los pies’ -así lo decía él- del temible comisario Melitón Manzanas. La pistola que lo mató -la primera víctima de la organización, agosto de 1968- la compró Madariaga en el mercado negro de Bélgica y el comunicado explicando la ‘ejecución’ lo redactó el mismo’
(Antoni Batista, Ara, 7 de abril 2021)
Yo no estoy a favor de la violencia, de ninguna violencia, creo que no hay justificación para torturar ni matar, obviamente, si bien, en todo análisis objetivo deben ponderarse todas las circunstancias, y no limitarse a una visión parcial e interesada. Por eso cabe señalar que:
· Que cuando el estado hace y apoya la violencia, como en el caso del citado comisario Melitón Manzanas González (1909-1968), jefe de la brigada político social de Guipúzcoa, conocido por su extremo celo en la represión de la oposición a la dictadura franquista, colaborador de la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial, fue la primera víctima política de ETA (Operación Sagarra, manzana, en vasco).
· Y cuando se ve que el estado le condecora: en julio de 1964 con la cruz al mérito policial con distintivo rojo; y en su expediente constan unas cincuenta felicitaciones por sus actuaciones policiales, a pesar de ser un torturador brutal (torturó casi un centenar de miembros o supuestos miembros de ETA); y en 2001 el gobierno de Aznar le concedió de forma póstuma, la gran cruz de la orden del reconocimiento civil a las víctimas del terrorismo, avalando, de ese modo, una carrera de torturas y terrorismo de estado. El tribunal supremo avaló esa condecoración, impugnada por el PNV.
(fuente: Wikipedia)
En sentido amplio, es comprensible, aunque nunca justificable, el tomar la justicia por su propia mano, viendo la injusticia del estado; máxime en situaciones de autodefensa; como pasa en todas las guerras.
Y sí que sabemos que el estado español, nunca dialoga ni dialogará, y menos para tratar la división, la independencia de Catalunya.
Todo esto nos muestra, así mismo, la actuación de los otros poderes, los controladores del ‘gran hermano’, unos poderes ocultos, no representativos ni democráticos.
Un ‘gran hermano’ que no tiene nada que envidiar al descrito por George Orwell (1903-1950) en su novela ‘1984’ (publicada en 1948, los dos últimos dígitos al revés), así que esas redes sociales siguen el patrón del enigmático dictador totalitario Oceanía, uno de los tres estados en que se divide el mundo, en dicha novela.
Y ayer ese ‘poder censor’ lo vimos claramente, ya que:
El dirigente de EH Bildu, Arnaldo Otegi Mondragon denunció que Instagram y Facebook le bloquearon sus cuentas durante 24 horas, por su comentario en un tuit, diciendo:
‘Ha fallecido Julen Madariaga, fundador de ETA y militante de HB y de Aralar. Abertzale y comprometido con la libertad de nuestro pueblo. Mis condolencias a familiares y amigos. Irabazi arte!’ (hasta ganar)
Este tuit provocó las críticas del PP vasco, que lo calificó de ‘nueva humillación a las víctimas’.
Y en otro tuit Otegi explicó:
‘Instagram y Facebook me han bloqueado las cuentas 24 horas por hacer alusión al fallecimiento de Julen Madariaga.
Isildu nahi gaituzten arren, Ianean jarraituko dugu. (aunque quieran silenciarnos, seguiremos adelante)
No nos callarán! Ez gaituzue isilduko!’
Es evidente que dialogar nunca es fácil, es muy difícil si queremos mantener nuestro criterio absolutamente, pues, como ya apuntaba Küng, y atendiendo a la etimología:
Absolutamente, etimología: está formada con raíces latinas, con su prefijo ‘ab’ (separación del exterior, de un límite, privación), ‘solutus’ (suelto, participativo de solvere=soltar), más el sufijo ‘mente’ (a la manera de)
Todos pretendemos imponer nuestro criterio, sin buscar una Irene, ni aprender de los maestros.
Cuando no podemos imponernos, buscamos otros subterfugios, como en el siguiente chiste, así acabo el presente escrito, un tanto duro, de forma un poco simpática:
‘De visita en el campo, en viaje de caza, un atildado y bien vestido hombre de Estocolmo apunta y dispara a un pato. Pero el ave cae dentro del terreno de un campesino, y éste lo reclama como propio.
Dado que ambos lo quieren, el campesino sugiere cerrar la disputa con un antiguo duelo de patadas.
‘Lo patearé tan fuerte como pueda en la entrepierna, y luego usted hará lo mismo conmigo’, explica. ‘Quien grite menos, se queda con el pato’.
El citadino acepta. Entonces el campesino toma coraje y le mete un patadón directo en las partes pudendas, y el que la recibe cae al suelo.
Veinte mi nutos después, cuando el citadino, finalmente, puede con su alma y se incorpora, dice, jadeando: ‘Mi turno’.
‘Nah’, le contesta el campesino, mientras se aleja. ‘Puede quedarse con el pato’.
(Jörgen Jönsson, www.selecciones.com.ar)