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México conmemora rebelión indígena con disculpas

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Al conmemorar el aniversario de una batalla que en 1901 puso fin a la última rebelión indígena en América del Norte, el gobierno de México se disculpó con los mayas por siglos de explotación y discriminación.

La ceremonia del lunes se realizó en la villa de Tihousco, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, donde se encontraban las comunidades mayas que encabezaron la rebelión. Se llevó a cabo en el marco de la conmemoración de los 500 años de la Conquista Española y los 200 años de la independencia de México.

“Durante siglos, estos pueblos han sufrido explotación y maltrato”, dijo la secretaria de Gobernación (Interior) Olga Sánchez Cordero. “Hoy reconocemos algo que hemos negado por mucho tiempo, los agravios e injusticias que se han cometido en contra del pueblo maya”.

“Al pueblo maya de México, hoy le pedimos perdón en nombre del Estado mexicano por los agravios cometidos en su contra a lo largo de nuestra historia y por la discriminación de la que aún son víctimas en el presente”, declaró.

El presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo acompañado por el mandatario de Guatemala, Alejandro Giammattei, país vecino que tiene una población mayoritariamente maya.

Los mayas de Quintana Roo —que entre 1847 y 1901 se rebelaron contra colonizadores y el gobierno mexicano en una disputa conocida como “la Guerra de las Castas”— aún habitan en la costa del Caribe. La rebelión finalmente terminó una vez que las tropas mexicanas tomaron Felipe Carrillo Puerto entre el 4 y el 5 de mayo de 1901.

Aunque los mayas en México han logrado sobrevivir, la mayoría de ellos no forman parte de la rica industria del turismo que ha surgido en localidades como Cancún y Playa del Carmen desde 1974. Muchos de ellos se ganan la vida en granjas o huertos o con trabajos de construcción y limpieza en los complejos turísticos.

“Nosotros nos damos cuenta que tenemos una gran historia, que siempre nos ponen como ejemplo, pero además, hacen mucho dinero a nombre de nosotros y ese dinero no se ve en las comunidades indígenas del estado”, dijo Alfaro Yam Canul, un activista maya.

A pesar de que la costa al sur de Cancún es conocida como la Riviera Maya y los parques acuáticos a menudo tienen atracciones “mayas”, la gran mayoría de los mayas viven en la pobreza en la región rural del sur del estado de Quintana Roo, al sur de Felipe Carrillo Puerto y cerca de la frontera con Belice.

Yam Canul pidió a López Obrador que les otorgue a los mayas el derecho para promover el turismo en una extensa zona de mangles que ha sido designada como reserva natural.

La reserva natural de Sian Ka’an —que abarca unos 120 kilómetros (75 millas) de litorales y unas 530.000 hectáreas (1,3 millones de acres) de manglares, humedales, bahías poco profundas y lagunas— “se nos arrebató a la mala, sin nuestro conocimiento, sin ninguna consulta previa”, dijo Yam Canul.

Actualmente, la reserva ofrece pequeñas visitas de un día, pero no hay hoteles. Los expertos afirman que la laguna y el ecosistema de mangles es sumamente delicado, y que cualquier actividad pesquera o turística significativa podría poner en riesgo el manglar.

Yam Canul pidió al presidente revisar las reglas de la reserva natural “para que nosotros los mayas cruzo’ob podamos entrar y desarrollar un turismo comunitario, un turismo ecológico, en donde no queremos construcciones absolutamente grandes, que toda la infraestructura hotelera, turística, se instale en la capital maya de Quintana Roo”, en Felipe Carrillo Puerto.

Felipe Carrillo Puerto, alguna vez conocido como Chan Santa Cruz, es considerada la capital maya debido a que fue el centro de la rebelión. Ahí se ubicaba el Santuario de la Cruz Parlante, un aparente oráculo que aconsejó a los mayas rebelarse contra sus opresores.

En el siglo XIX, los mayas fueron obligados a trabajar en condiciones de servidumbre en las plantaciones de sisal que, junto con el henequén, es una fibra utilizada en la fabricación de sogas. Algunos otros fueron engañados para laborar prácticamente como esclavos en los plantíos de caña de azúcar en Cuba.