Ciudad de México a 10 de mayo 2021. “Ya no es necesaria la prueba del tamiz neonatal para tu hija”, con esa frase que le inspiró seguridad, Jessica Portela, salió del hospital para volver a casa con Fernanda, su bebé recién nacida. Dos años después notó que la pequeña apenas alcanzaba a balbucear las palabras “mamá” y “papá”. Sin saber que se trataba de un problema mayor, decidió llevarla a clases de estimulación temprana lo que tampoco dio resultado.
Por coincidencia, una audióloga que asistía con su hijo a las clases de estimulación temprana le sugirió revisarla. Fernanda no pasó la prueba del tamiz auditivo en ambos oídos y luego de varias pruebas el diagnóstico fue pérdida auditiva profunda. De inicio necesitaba auxiliares y terapia auditiva verbal, pero requería de un implante coclear para recuperar la audición y desarrollar el lenguaje.
Con los auxiliares tuvo ganancia, pero limitada, sin embargo, la lucha apenas empezaba ya que tenían que reunir entre 600 y 700 mil pesos para el implante coclear. Buscaron diversas opciones de apoyo, pero la pandemia por coronavirus los obligó momentáneamente a detener su propósito, aunque no por mucho tiempo. En septiembre, Jessica y su esposo iniciaron una campaña para recaudar fondos, en redes sociales con el #SoyFernandaAyúdameAEscuchar, rifaron una motocicleta con 500 números, botearon en las calles, vendieron productos, entre otros.
En ese esfuerzo de recaudación, Jessica recibió una llamada que les cambiaría la vida, la ayuda que necesitaban la ofreció una especialista otorrinolaringóloga que valoró a Fernanda y la canalizó con médicos del Hospital para el Niño Poblano, quienes a su vez le indicaron que la pequeña era candidata a un implante coclear con los costos mínimos requeridos para una cirugía. El dinero recaudado sirvió para cubrir una cirugía previa para extirpar las amígdalas y adenoides que por su tamaño obstruían el paso del canal y posteriormente someterse a terapia auditiva – verbal.
El 20 de noviembre de 2020, Fernanda entró a quirófano para recibir con éxito el implante coclear. Jessica y su familia hicieron cadenas de oración y las sumaron a las redes sociales con el #OremosPorFernanda. El proceso de recuperación también fue positivo.
Un mes después, el 16 de diciembre de 2020 en el mismo Hospital para el Niño Poblano, los especialistas realizaron la activación del procesador que complementa el implante coclear. En un momento especial, la niña de ahora 4 años escuchó por primera vez “Fernanda soy tu papá”, su reacción fue observar a su padre fijamente mientras tocaba su cara y lloraba de emoción. Todos lo hacían, Jessica comenta que sentía que el corazón se le salía.
Desde ese momento, Fernanda asiste a terapia auditiva – verbal con reforzamiento en casa, los avances son evidentes a cuatro meses de distancia, hay reconocimiento de sonidos, aprendizaje de más de 20 palabras, identificación de colores, animales, y una mayor sociabilización en familia “en casa también entrenamos, le hablamos de lado o atrás de una puerta o pared, realizamos varias actividades como pintura y juego con muñecas mientras aprende nuevas palabras o vocales” dice Jessica Portela, una mamá incansable que logró con esfuerzo dar a su hija una mejor calidad de vida a través de la audición.
En México, cerca de 10 millones de personas tienen algún tipo o grado de problema auditivo, de esa cifra, entre 200,000 y 400,000 presentan sordera total. Se estima que aproximadamente 61% de la población la padece desde el nacimiento, con una incidencia de uno a tres por cada 1,000 neonatos[1], de ahí la importancia de realizar el Tamiz Aditivo Neonatal (TAN).
Los tres primeros meses de vida son fundamentales para determinar si el neonato tiene alguna pérdida de audición ya que existen tecnologías auditivas, como los implantes cocleares, que pueden evitar las limitaciones en el desarrollo integral del niño, principalmente en el lenguaje y el aprendizaje, si se acompañan de una terapia de rehabilitación.
“El proceso de implantación coclear y la rehabilitación maximizarán las ventajas de los dispositivos actuales, esto se complementa con actividades en casa para superar las barreras de comunicación, a las que se enfrentan quienes se someten a este tratamiento. Tener soluciones auditivas MED-EL de la más alta tecnología y el asesoramiento de médicos especializados ayudarán a atender la pérdida de la audición oportunamente para mejorar la calidad de vida de los niños”, asegura Jimena Atuan, Clinical Support Manager de MED-EL Latinoamérica, quien estuvo involucrada en el caso de Fernanda.
Desde MED-EL exhortamos a las nuevas madres de familia a solicitar la prueba de Tamiz Auditivo Neonatal que permitirá la detección temprana y un diagnóstico oportuno. Con la solución correcta como un implante coclear, de conducción ósea o de oído, estamos seguros de que favorecerán a la restitución auditiva y brindará a los infantes la oportunidad de desarrollar una vida con mayor calidad.
Acerca de MED-EL
MED-EL, con sede principal en Innsbruck (Austria) y 30 oficinas distribuidas por todo el mundo, es un proveedor internacional líder en sistemas de implantes auditivos. En 1977, la Dra. Ingeborg Hochmair y el Prof. Dr. Erwin Hochmair, científicos austríacos y fundadores de la empresa, desarrollaron el primer implante coclear multicanal, mientras que en 1990 sentaron las bases de la historia de la empresa con la contratación de los primeros empleados. Actualmente, la empresa dispone de 2,000 empleados.
El implante coclear fue y sigue siendo la primera sustitución eficaz y factible de un órgano sensorial. Los implantes cocleares, los implantes de oído medio, el sistema EAS (Estimulación Acústica Eléctrica combinada), el implante de tronco cerebral (ABI), así como el primer implante activo de conducción ósea, conforman la gama de productos más amplia del mundo que MED-EL ofrece en el sector de soluciones implantables para el tratamiento de los distintos tipos de pérdidas de audición. Hoy en día, los pacientes de más de 123 países en todo el mundo pueden oír gracias a los productos de MED-EL.