ST. PETERSBURG, Florida, EE.UU. (AP) — Poco más de la mitad de los 2,8 millones de estudiantes de las escuelas públicas de Florida deben usar mascarilla en el aula, mientras continúa el pleito judicial en torno a la política del gobernador Ron DeSantis de que son los padres quienes deben decidir si sus hijos cumplen con la medida para prevenir contagios de COVID-19.
La mayoría de los miembros de la junta escolar del condado de Orange dijeron el martes a la superintendenta que anuncie la obligación de usar mascarilla y aceptó su recomendación de que la disposición rija hasta el 30 de octubre.
Al comenzar el año lectivo este mes, los padres tenían poder de decisión sobre el uso de la mascarilla, pero un foco de pruebas positivas de los estudiantes trastornó las clases. Hasta el martes el distrito había registrado 1.968 casos positivos entre los alumnos desde el comienzo de las clases, con 1.491 personas en cuarentena.
Al menos 10 juntas escolares de algunos de los distritos más grandes de Florida están impugnando la orden de DeSantis de prohibir la obligatoriedad del uso de mascarillas en las escuelas. La junta del condado de Orange dijo que quiere disputar la legalidad de una norma del Departamento de Salud que ratifica la decisión del gobierno.
En Fort Lauderdale, la junta escolar del condado de Broward dijo el martes al Departamento de Educación que no desistirá de su norma, de que los padres no tienen el derecho absoluto de enviar a los chicos a la escuela sin mascarilla, lo que vulneraría el derecho de otros padres de velar por la seguridad de sus hijos.
El gobierno estatal había dado plazo hasta el martes a los condados de Broward y Alachua para desistir de sus normas sobre la mascarilla. Los alumnos de Broward iniciaron clases la semana pasada, con la norma sobre la mascarilla en vigor. Las autoridades estatales han amenazado con retener fondos equivalentes a los salarios de una junta si el distrito no acata la orden. Los fondos constituyen menos del 1% del presupuesto de cada distrito.