SAO PAULO (AP) — Algunas ciudades de Brasil están administrando una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, aunque la mayoría de la población no ha recibido siquiera la segunda, un indicio de la preocupación que despierta en el país la variante delta del coronavirus, altamente contagiosa.
Río de Janeiro, el epicentro de la última ola de contagios en Brasil y con una de las poblaciones más avejentadas del país, comenzó a administrar el refuerzo el miércoles. Las ciudades de Salvador y Sao Luis, en el noreste, lo hicieron el lunes y la más poblada, Sao Paulo, arrancará la nueva fase de la campaña de inmunización el 6 de septiembre. El resto del país seguirá sus pasos la semana siguiente.
Francia, Israel, China y Chile son algunas de las naciones que ponen dosis de refuerzo a los ancianos, pero tienen una tasa de vacunación completa más alta que el 30% que recibió las dos inyecciones iniciales en Brasil. El plan de Estados Unidos para comenzar a distribuir la tercera dosis a partir del 20 de septiembre entre la mayoría de sus ciudadanos enfrenta complicaciones que podrían demorar su entrega para quienes tienen la vacuna de Moderna, dijeron funcionarios el viernes.
Alrededor de nueve de cada 10 brasileños se han vacunado ya o tienen previsto hacerlo, según la encuestadora Datafolha. La mayoría ha recibido la primera inyección, pero no la segunda.
En Brasil, los contagios y decesos llevan dos meses a la baja, con 621 muertes confirmadas en siete días hasta el 2 de septiembre, muy lejos del récord de más de 3.000 muertes en siete días alcanzado en abril. Los brasileños de más edad han expresado su preocupación por la eficacia de la vacuna china Sinovac contra la variante delta, lo que llevó a las autoridades a ofrecer la tercera dosis.
Diana dos Santos, de 71 años, recibió dos inyecciones de Sinovac incluso después de que el presidente, Jair Bolsonaro, pasó meses criticando el fármaco públicamente. Dos Santos, que vive en el barrio humilde de Maré, es diabética y estuvo hospitalizada por un problema cardiaco, se niega a salir de casa hasta que reciba el refuerzo.
“No puedo salir como antes y sigo teniendo miedo de todo esto”, afirmó. “Me sentiré más segura (con la tercera dosis)”.
Debido a la variante, algunos expertos dicen que el gobierno debería ralentizar la distribución de las nuevas dosis y centrarse en administrar las segundas. La delta es la variante más contagiosa identificada hasta el momento y muchos estudios han sugerido que una única inyección no ofrece protección suficiente. Dos brindan una protección fuerte y casi todas las hospitalizaciones y decesos se dan entre no vacunados.