El 5 de octubre de 2021, en el pleno de la LXI Legislatura del Estado de México, se presentó nuevamente la iniciativa que busca reformar el Código Civil de la entidad, con la finalidad de garantizar el matrimonio y el concubinato entre personas del mismo sexo y, con ello, garantizar condiciones de igualdad y no discriminación hacia las y los mexiquenses sin importar su orientación sexual.
Por ello, desde esta organización civil nos congratulamos con la decisión de los grupos parlamentarios de Morena y PRD, por enfatizar en la necesidad de que la discusión del tema esté apegada al marco legal de los Derechos Humanos, bajo una perspectiva de género y sin que esté guiada por suposiciones, argumentos carentes de validez científica o creencias personales.
Sin embargo, quienes integramos Fuera del Clóset A.C., asociación civil con 11 años enfocada en la defensa de las personas LGBTTTI+ en la entidad, exigimos que ambas iniciativas sean discutidas y aprobadas, sin dilaciones en las Comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales, Procuración y Administración de Justicia y de Igualdad de Género, a las que fueron turnadas. No queremos más ejercicios de simulación como en las Legislaturas pasadas, donde los proyectos fueron congelados sin más argumentos que la homofobia institucional.
Perpetuar el no reconocimiento al matrimonio civil igualitario en el Estado de México promueve y justifica la discriminación sistematizada hacia las personas por su orientación sexual, lo que atenta contra su dignidad humana, por lo que es necesario subrayar que los artículos 1° y 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 5° de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, así como la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Ley para Prevenir, Combatir y Eliminar Actos de Discriminación del Estado de México estipulan los principios de igualdad y no discriminación por la orientación sexual de las personas.
Además de recordar que la Tesis Jurisprudencial 43/2015 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emitida el 19 de junio de 2015, señala que «cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio civil es la procreación y/o defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional», por lo que el Código Civil de la entidad al definir al matrimonio civil en su artículo 4.1 Bis como «una institución de carácter público e interés social, por medio de la cual un hombre y una mujer
voluntariamente deciden compartir un estado de vida para la búsqueda de su realización personal y la fundación de una familia”, va en contra de lo fijado por el Máximo Tribunal Constitucional del país y, por ende, debe ser modificado.
Aunado a ello, es importante referir que la SCJN también publicó la Tesis Jurisprudencial 8/2017 que estipula el derecho a la vida familiar entre personas del mismo sexo no sólo limitado a la vida en pareja, sino que puede extenderse a la procreación y crianza de hijas e hijos, además de la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 24/17, en la que se determinó que «el interés superior del niño no puede ser utilizado para amparar la discriminación en contra de la madre o el padre por la orientación sexual de cualquiera de ellos».
Finalmente, expresamos nuestra disposición total y abierta como organización civil para colaborar en el avance del reconocimiento al matrimonio igualitario. Es una vergüenza que casi dos décadas después de que se presentara la primera iniciativa al respecto, el Estado de México siga siendo una de las ocho entidades en el país que mantengan resistencias al respecto. Las personas LGBTTTI+ no pedimos privilegio alguno; exigimos que nuestros derechos humanos sean respetados y garantizados. Nuestros votos e impuestos valen lo mismo que los de las personas heterosexuales y, por ende, la posibilidad de casarnos y adoptar debe ser una realidad.
La exigencia porque se reconozca el matrimonio igualitario corresponde en atender la deuda histórica que hasta el momento no ha saldado el Poder Legislativo. La libertad de amar no debe ni puede ser motivo de discriminación, exclusión o violencia. Tenemos orgullo por ser quienes somos. Alzamos la voz, no por capricho, sino por la dignidad de nuestras vidas. El progreso democrático sólo se alcanza cuando se reconoce la riqueza de la inclusión, la diversidad y la pluralidad. Hoy es el momento de que la vida de gays, lesbianas, bisexuales, travestís, transgénero, transexuales e intersexuales y personas con otra orientación sexual o identidad de género no normativa sea reconocida.
¡No más excusas ni pretextos!
¡Diputadas y diputados locales aprueben ya el matrimonio igualitario en el Estado de México!
ATENTAMENTE
FUERA DEL CLÓSET A.C.