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Acción no violenta

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Un día como mañana, 30 de enero, de 1948, fue asesinado el pensador y político indio Mohandas Gandhi (n. en 1869), conocido por el sobrenombre de Mahatma (en sánscrito, ‘maha’ significa gran, y ‘atma’, alma; así ‘gran alma’).

Su doctrina, basada en la resistencia pasiva y la desobediencia civil mediante la no violencia activa, dio sus resultados frente al Reino Unido y, en los 75 años desde entonces, ha sido practicada en numerosos hechos puntuales.

Es famosa su ‘Marcha de la sal’, iniciada el 12 de marzo de 1930 y, tras un recorrido de 300 kms., llegó el 6 de abril de 1930 a la costa del Océano Índico, para avanzar en el agua y recoger con las manos un poco de sal, iniciando, de ese modo, el boicot al monopolio del estado sobre la distribución de la sal, por la que todos tenían que pagar un impuesto. Los británicos encarcelaron a más de 60.000 ‘ladrones de sal’, Gandhi estuvo 9 meses en prisión. Finalmente, el virrey quitó el impuesto y el monopolio, pues vio que era imposible hacerlo cumplir.

Es importante diferenciar entre la no violencia y la no violencia activa.

La primera opción tiene su origen en el jainismo, una doctrina india que surgió entre los siglos IX y VI a.C., por los líderes Parsuá y Majavira (Vardhamana); con una doctrina basada en la liberación de la conciencia hacia un estado divino (moksa); es decir, que se centra en la lucha interior. Consideran que el universo es una totalidad viviente, con alma, por lo que no deben efectuar ningún tipo de violencia contra nada ni nadie.

Por su parte, la no violencia activa, promulgada por Gandhi, se basa en la desobediencia civil frente a la violencia institucionalizada, es decir, no cumplir el pago de impuestos o cualquier otra ley que se considere injusta u opresiva; y eso mediante varias estrategias: la objeción de conciencia, la huelga de hambre, el boicot a productos y empresas, el bloqueo, la manifestación pacífica, la no colaboración negándose a realizar cualquier trabajo solicitado por el violento, etc.

Tenemos varios ejemplos de actuaciones en cada una de esas estrategias, pues:

  • Martin Luther King (1929 – asesinado en 1968), en 1955 organizó el boicot de 352 días contra la empresa de autobuses de Alabama, bajo el eslogan ‘I am a Man’ (Yo soy un hombre), después de que una mujer afroamericana, Rosa Parks, fuese arrestada por negarse a ceder el asiento a un hombre blanco,
  • Las manifestaciones de las Madres de la Plaza de Mayo, organizadas en 1976, durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, con el fin de recuperar con vida a los detenidos o, recuperar sus cadáveres. La primera manifestación fue el sábado 30 de abril de 1977. Utilizaron esa plaza como punto aglutinante, pero al implantar el estado de sitio, la policía las expulsó del lugar. Luego, para identificarse como grupo en la Peregrinación a Nuestra Señora de Luján, en octubre de 1977, decidieron ponerse un pañuelo blanco en la cabeza. De esa manera surgieron los dos símbolos que las representan: las marchas todos los jueves a las tres y media de la tarde alrededor de la Pirámide de Mayo, sin importar las condiciones climáticas, y el pañuelo blanco en la cabeza.

Las Madres de Plaza de Mayo actualmente se encuentran divididas en dos grupos: el grupo mayoritario, denominado Madres de Plaza de Mayo, presidido por Hebe de Bonafini, y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, presidida por Marta Ocampo de Vásquez. 

  • La objeción de conciencia para no efectuar el servicio militar obligatorio, un movimiento de insumisión que, en España, se multiplicó en la década de los años 80, hasta la suspensión del servicio militar obligatorio derogado el 31 de diciembre del 2001.
  • Etc.

Bien, una vez efectuado este rápido repaso histórico, me parece interesante que, desde el movimiento independentista catalán, repensemos nuestra situación, para definir nuevas estrategias.

Hemos visto que pequeñas acciones, como ir a recoger la sal, o el boicot a los autobuses, puede acabar produciendo grandes resultados. Es el llamado ‘efecto mariposa’:

‘Un fenómeno descrito en sistemas caóticos ‘con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales por el cual, cualquier pequeña variación en las condiciones iniciales en un sistema determinista no lineal, acabará dando lugar a una diferencia mayor en estados posteriores. Esto implica que, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Es un concepto de la teoría del caos.’

(Wikipedia)

También sabemos que es muy humano que, en toda organización, incluso en las de tipo asambleario, se produzcan tensiones y divisiones, como la citada en el colectivo de las Madres de la Plaza de Mayo. Aún así, todas las actividades suman, aunque, obviamente, cuanta más división menos fuerza. Y sabemos que el poder siempre tiende a buscar el ‘divide y vencerás’ (el ‘divide et impera’ de Julio César, 100 a.C.- asesinado el 44 a.C.).

También sabemos que los sacrificios siempre son grandes, ya hemos visto que los líderes Gandhi, Luther King, César, etc., acabaron siendo asesinados.

Los estados y sus cloacas nunca, NUNCA, conceden nada gratuitamente.

En otras ocasiones, como vimos con los indultos y la supresión del delito de sedición, Pedro Sánchez, con su habilidad de gran tramposo y mentiroso, ‘concedió’ esos gestos, vendiéndolos como fruto de su disposición al diálogo, cuando, en realidad, eran imposiciones que le reclamaba el consejo de la UE, como hemos sabido por el reciente informe.

También vemos que ERC, en su ‘candidez’ interesada, compró ese relato, ya que así obtenía un respaldo a su estrategia de diálogo. Estrategia que fue apoyada casi por la totalidad de los participantes en su congreso de ayer.

Pero los que somos menos ‘cándidos’, sabemos que el estado español, nunca, y NUNCA ES NUNCA, negociará la realización de un referéndum, ni la ley de claridad, ni la vía montenegrina.

Como digo, nunca se sentará en una mesa de ‘igual a igual’, pues va contra su ADN castellano imperial y conquistador. Por ello, apostar por esa vía, es un engaño a la ciudadanía.

Por eso, la ÚNICA alternativa es la confrontación, la actividad no violenta, como las propugnadas por Gandhi y Luther King. Así, mediante el efecto mariposa, al final, se puede torcer el brazo del poder.

No hay otro camino. Así que debemos seguir manifestándonos, en la avenida Meridiana y en muchos puntos de Catalunya, como hasta ahora venimos haciendo, con diferentes formatos y frecuencias. Pero eso, por sí sólo, es muy poco y meramente simbólico. Deberíamos pasar a un segundo nivel de acción, pacífica, pero contundente contra los intereses de todo lo que representa el estado español, por ejemplo, mostrando nuestro desacuerdo con la nueva visita a Barcelona del rey Borbón el próximo martes, así como cualquier otro tipo de acciones de insumisión.