Amnistía Internacional (AI) reconoció este miércoles en rueda de prensa los avances entorno al caso del defensor medioambiental mexicano Julián Carrillo, asesinado el 2018, pero expresó inquietud por la supresión por parte del Congreso de fideicomisos destinados a la protección de activistas.
«Los casos como el de Julián Carrillo son casos paradigmáticos que muestran lo graves que pueden ser las consecuencias de la lucha por conservar la naturaleza y defender los territorios, pero sobre todo la falta de atención por parte de los estados a las causas estructurales que generan esta situación de violencia», expresó Érika Guevara, directora para las Américas de AI.