BERLÍN (AP) — Los funcionarios bávaros cancelaron el lunes las festividades del Oktoberfest por segundo año consecutivo debido a las preocupaciones sobre la propagación del COVID-19, argumentando que resulta demasiado riesgoso organizar la celebración, que atrae visitantes de todo el mundo, durante la pandemia.
El gobernador de Baviera, Markus Soeder, dijo que con “gran pesar” decidieron suspender el festival de cerveza conocido a nivel mundial, pero que con las cifras de coronavirus aún obstinadamente altas y los hospitales alemanes lidiando con la crisis sanitaria tuvieron que hacerlo.
“El Oktoberfest se celebrará de nuevo y volverá a ser grande”, prometió.
Alemania se encuentra en cuarentena debido al coronavirus, incluyendo la prohibición de grandes reuniones, con una tasa de infección de 146,9 nuevos casos semanales por cada 100.000 habitantes.
Bavaria está ligeramente por debajo del promedio nacional con 145,4 nuevas infecciones semanales por cada 100.000 habitantes, según el centro de control de enfermedades del país, el Instituto Robert Koch.
El Oktoberfest generalmente atrae a unos 6 millones de visitantes de todo el mundo y este año estaba programado del 18 de septiembre al 3 de octubre.
La combinación de enormes carpas llenas de gente y el consumo de grandes cantidades de alcohol, así como la posibilidad de que lleguen variedades mutadas del virus del exterior, hacen que sea particularmente peligroso seguir adelante con el festival, dijo Soeder.
Después de que el Oktoberfest se canceló el año pasado, alrededor de 50 de las cervecerías y otros establecimientos de la ciudad del sur de Alemania organizaron fiestas más pequeñas bajo estrictas pautas por el coronavirus. El alcalde Dieter Reiter dijo que la esperanza era poder tener nuevamente jardines de cerveza al aire libre y patios abiertos bajo ciertas restricciones.
Por más difícil que haya sido la decisión de cancelar el Oktoberfest, habría sido peor si la ciudad hubiera esperado demasiado y tuviera que cancelarlo cuando los preparativos ya estaban en marcha, dijo.
“Para mí, personalmente, no fue una decisión fácil porque es una fecha importante en el calendario para el alcalde”, dijo. “Mucho más importante, es una gran pena para los millones de fanáticos en todo el mundo”.
Según la legislación nacional alemana de “frenos de emergencia” aprobada el mes pasado, las medidas limitan el contacto personal, el cierre de instalaciones deportivas y de ocio y el cierre o restricción de acceso a muchas tiendas en áreas que tienen más de 100 nuevos casos semanales por cada 100.000 residentes durante tres días consecutivos. Las restricciones también incluyen un toque de queda de 10 p.m. a 5 a.m.