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“Amigo” abstencionismo

Miguel Ángel Sosa
@Mik3_Sosa

El abstencionismo es uno de los problemas más urgentes que hay que atender, porque es precisamente durante las elecciones intermedias cuando se evidencía el desinterés de la gente por participar y elegir a sus gobernantes.

Es de sobra conocido que los niveles de votación decrecen en aquellos procesos electorales en los que no se elige Presidente de la República; lo que sitúa a este 2021 como uno de esos años en los que el fantasma de la baja participación estará rondando las urnas.

Si sumamos al desinterés natural por las elecciones, también un escenario de emergencia como el que trajo la epidemia de Covid-19, el resultado no parece alentador. A la apatía, se junta el miedo de contagio y la poca o nula información que las autoridades hacen para incentivar la participación de la gente.

Como en los viejos tiempos, unos ganan y otros pierden. Este escenario de temor sin duda abre la puerta a los acarreos y movilizaciones amañadas por los partidos. Y no olvidemos la cascada de dádivas que desde el gobierno federal se viene bajando con la operación quirúrgica de los llamados siervos del patrón, perdón, de la Nación.

En los primeros spots difundidos por la oposición llama la atención la poca referencia a la participación ciudadana y la lucha contra el abstencionismo, ya que este debiera ser un tema de la máxima prioridad. ¿De qué sirve gritar desde la acera de enfrente si la gente no sale a caminar hombro a hombro?

Frente al avasallante uso del presupuesto aplicado directamente en programas clientelares que, aunque lo nieguen, busca influir en la decisión de los votantes, es muy importante que la participación ciudadana sea promovida como el arma más efectiva contra el populismo.

Salir a votar no solo resulta ser una obligación cívica de las mexicanas y mexicanos, es también el instrumento más poderoso para cambiar o validar las acciones de gobierno y, en su caso, reorientar el rumbo de los país.

Si estás de acuerdo con lo que pasa en el país, sal y vota. Si no estás de acuerdo, acude a la urna y hazte oir marcando con una cruz lo que a tu consideración es la mejor opción. Cualquiera que sea tu opinión, participa. El “amigo” abstencionismo sólo sirve a las hienas.