Ciudad de México, 2 de 2021.- Ante la llegada de la temporada de calor es conveniente extremar las precauciones sobre dónde ubicamos a nuestras mascotas, pues dejarlos expuestos a altas temperaturas puede ponerlos en peligro, advirtió la MVZ. Maricela Jiménez, cirujana del Hospital Veterinario de la Universidad del Valle de México.
La MVZ, explicó que situaciones cotidianas comunes tales como, dejar a la mascota en el auto mientras se va al supermercado o el que viva en la azotea sin un techo adecuado, son factores de riesgo que pueden ocasionar esta situación delicada que puede ocasionar una urgencia médica. Al exponerlos a situaciones así, pueden sufrir un golpe de calor, que puede ocasionar una falla multiorgánica y la muerte.
Este llamado golpe de calor, es un estado de choque en donde hay varios sistemas fisiológicos alterados, se afecta la función renal, la presión sanguínea, la función cardiaca, todo produce mal funcionamiento dentro del organismo, indicó.
La medico veterinaria explicó que la temperatura normal de un perrito, oscila alrededor de los treinta y ocho grados centígrados, pero cuando sucede un proceso de choque calórico, el paciente puede alcanzar temperatura corporal de más de cuarenta y dos grados centígrados.
Maricela Jiménez explicó que un vehículo cerrado puede alcanzar en minutos una temperatura superior a los cincuenta grados centígrados, naturalmente provoca que la mascota que es dejada dentro sufra un incremento de temperatura. Al alterarse la temperatura corporal y sin forma de disiparla, se incrementa la presión de la sangre, y como consecuencia el sistema respiratorio y cardiovascular también se ven alterados. Indicó que el paciente termina desarrollando un estado de inconsciencia.
El sistema respiratorio se complica porque el mecanismo del jadeo que les permite disipar el calor, agota el sistema respiratorio. No permite una adecuada ventilación ya que a nivel celular y a nivel del alveolo no hay un adecuado intercambio de gases, tanto del oxígeno que entra para oxigenar la sangre, como del dióxido de carbono que no es eliminado.
“El dióxido de carbono es la consecuencia del proceso respiratorio, por lo tanto, no es eliminada de manera adecuada y se va acumulando en el organismo, esto de alguna forma va intoxicando a las células, este proceso es justo lo que puede provocarles la muerte”, detalló.
Maricela Jiménez indicó que existe mayor riesgo en aquellas razas braquicéfalas, por ejemplo, los bulldogs, pug, bulldog francés, bóxer, es decir, todos aquellos que son chatos de la cara.
Esto es debido a que tienen una condición particular en la faringe, lo cual provoca que, al tratar de disipar el calor con el jadeo, este cause demasiado movimiento en las estructuras de orofaringe y como resultado un proceso llamado edema. El edema va a provocar que las vías respiratorias se inflamen y dificultará que el aire pase a través de las vías respiratorias.
Dijo que los perros de pelo oscuro también tienen mayor riesgo, ya este tipo de pelo, absorbe mayor cantidad de calor en menor tiempo que un perro de un color más claro.
Jiménez indicó que lo más importante es evitar estas situaciones, es decir, la prevención, Es necesario que los propietarios de mascotas eviten dejarlos encerrados en el auto aun cuando se quede un poco abierta la ventana o bajo la sombra, porque el aire no circula de manera adecuada dentro de vehículo.
La MVZ mencionó que si alguien ya enfrenta la situación de que su perro ha tenido un golpe de calor y si el paciente todavía está consciente, hay que colocarlo de inmediato en la sombra y mojarlo profusamente -sin que se espante y huya-, con el fin de mantenerlo fresco y bajar el calor acumulado en el cuerpo. “Hay que ofrecerle agua abundante para beber; no agua fría, ni enfriarlos con hielo, porque esto puede ser contraproducente, el hielo en contacto directo con la piel producirá vasoconstricción periférica y esto impide que pierda calor de manera eficiente”, detalló.
Si el paciente está inconsciente, no se debe dar nada vía oral porque se pueden ahogar, no tienen una capacidad de deglutir. Lo adecuado, añadió, es llevarlo al veterinario de inmediato.
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