- Entre los puntos críticos están las áreas de trabajo mal acondicionadas y las reuniones sociales.
- El cubrebocas previene que el virus se propague al contener las posibles partículas de contagio.
En esta etapa de nueva normalidad de la emergencia sanitaria es innegable que el momento de contagio COVID-19 aún es importante y debemos evitar lugares con aglomeración de personas, entornos cerrados con flujo de aire deficiente y tratar de mantener siempre una sana distancia.
“Los estudios de casos que se remontan al comienzo de la emergencia sanitaria por COVID-19 han encontrado que las principales fuentes de infecciones corresponden al lugar de trabajo, el transporte público, las reuniones sociales, los centros comerciales y los restaurantes, sobre todo por no utilizar cubrebocas y el nulo respeto por la sana distancia”, afirmó el epidemiólogo Jesús Ordóñez Espinoza de los Monteros.
El especialista, perteneciente a la Jefatura de Prestaciones Médicas de la Oficina de Representación del IMSS en el Estado de México Oriente, aclaró que estar expuesto al virus no significa que automáticamente alguien se infectará. “Enfermarse depende del tiempo y la cantidad de partículas virales a las que se esté expuesto; el contacto prolongado, muchas conversaciones directas, respiración y gritos entre individuos aumentan la exposición directa a partículas virales,”, explicó.
Detalló que la cantidad de virus que libera una persona cambia a lo largo de la infección y varía según la persona. Esto depende de la carga viral de las personas infectadas, que es la cantidad de virus detectada en la sangre y refleja qué tan bien se está replicando éste.
“Muchas personas son asintomáticas y pueden propagar fácilmente el virus, sin saberlo, al hablar directamente, cantar, gritar o incluso respirar alrededor de otras personas en contacto cercano. Es por ello que se aconseja que todos usen cubrebocas en público”, añadió.
Por otra parte, el especialista fue claro al señalar que, en situaciones de muy alto riesgo, las pautas de distanciamiento social no son tan efectivas, “porque incluso si está lejos de una persona infectada en un espacio cerrado pequeño y mal ventilado durante un período prolongado, una dosis baja del virus en el aire puede alcanzarlo y durante un período prolongado de tiempo puede ser suficiente para causar infección”.
El epidemiólogo recomendó no descuidar la sana distancia, la limpieza de manos constante con agua y jabón, o gel antibacterial. Antes de exponerse a una situación o zona de alto riesgo, sugiere hacer las siguientes preguntas: ¿hay demasiada gente aquí?, ¿cuánto tiempo han pasado aquí?, ¿hay personas que hablan en voz alta, cantan o gritan?, además de procurar el control para reducir el riesgo de propagación de virus en lugares públicos.