· El costo de la CBA de marzo a abril es de $1,904.67, lo que confirma un alza por segundo mes consecutivo, duplicándose el incremento.
· Los productos que más aumentaron su precio son aguacate, chile jalapeño, avena, limón y bistec de res.
· Las prohibiciones y boicots comerciales animados por noticias falsas son dos caras de la misma moneda, cancelan el libre comercio y el libre consumo.
Ciudad de México a 21 de abril de 2025.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reportó la variación de precios de la canasta básica alimentaria de cuarenta y cuatro productos de marzo a abril del presente año; estudio de mercado realizado en los treinta y dos estados de la República con una muestra aleatoria domiciliada, ambulatoria y estratificada en más de 200 puntos de venta en tres niveles de consumo: alto, medio y popular.
El precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) resultó en $1,904.67 al aumentar su precio en promedio $15.24, lo que significa una variación al alza de 0.81%. Con este son dos meses consecutivos al alza, de febrero a marzo el incremento fue de $7.44, equivalente a una variación de 0.40%.
Los cinco estados con la CBA más encarecida resultaron ser Chihuahua 13.18%, Campeche 12.59%, Morelos 4.24%, Querétaro y Tabasco 3.68%; los productos que más aumentaron en el último mes son aguacate 11.27%, que pasó de $77.66 a $86.41; chile jalapeño 11.05%, que pasó de $27.38 a $30.40; avena 7.53%, que pasó de $40.52 a $43.57%; limón 5.87%, que pasó de $34.16 a $36.16, y bistec de res 4.66%, que pasó de $198.69 a $207.94 (provocando la disminución del consumo de carne a una vez a la semana en los hogares más vulnerables).
“La guerra arancelaria sigue complicando el escenario económico global y lo vuelve cada vez más peligroso al dejar claro las intenciones que hay detrás de todo esto por parte de los Estados Unidos: levantar un bloqueo económico a China para aislarla del resto del mundo, lo que trae como remembranza el muro de Berlín, el bloqueo a Cuba y el muro fronterizo con México. Ahora se busca levantar un nuevo “muro” y bloquear a China”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Este es el verdadero significado del “día de la liberación” a la que ha venido aludiendo el presidente de los Estados Unidos. Se trata entonces de liberar al mundo de China, lo que se convierte de facto en una confesión de parte de Norteamérica de haber perdido la hegemonía del planeta y busca a cualquier costo, sin respetar acuerdos ni protocolos, recuperar su condición preponderante que se ha visto socavada por el desafiante desarrollo de China.
Lejos de lograrlo, Estados Unidos enfrenta un rezago estructural a su interior en su tejido social, el sueño americano colapsó: gastar lo que no se tiene, tener un estilo de vida consumista irracional, dilapidador con base al déficit, resulta ya insostenible, por lo que el enemigo de Norteamérica no está en China sino en casa. Norteamérica está emplazada a cambiar de paradigma, pero no logra reinventarse y responder a los nuevos estándares que exige la modernidad: respeto pleno a la naturaleza, ser sustentables para lograr ser sostenibles, portar un estilo de vida sobrio necesario más que suntuario, una forma de vida relajado y de pleno respeto a los demás que nos permita vivir juntos. Estados Unidos no logra llegar a este umbral.
El pueblo chino, más por convicción que por condición, porta una cosmogonía mística derivada de su huella cultural milenaria: los chinos no buscan, se asumen. Entonces pues, el enemigo del mundo no es China sino la necesidad de plantear un nuevo orden de las cosas en la economía global con valores renovados.
“La guerra arancelaria no conseguirá bloquear a China, pero sí logrará pérdida de empleos, freno de inversiones, caída de remesas y afectación de los futuros (predicciones de producción) de los distintos segmentos del mercado que terminarán afectando sus procesos y encareciendo los precios de las cosas. Por eso decimos que esta guerra es inflacionaria, muestra de ello es el caso del tomate que recientemente se anunciará la imposición de un nuevo arancel del 20.91% a partir del 14 de julio, poniendo contra las cuerdas a los productores de tomate en México al subir el grado de incertidumbre, llevando ya a muchos de los treinta y siete mil jornaleros que participan de este cultivo a reducir sus cosechas por temor a no salir con las cuentas y terminar perdiendo antes que ganando. En pocas palabras, por la incertidumbre reducirán sus cultivos de tomate”, explicó el líder de los comerciantes.
Otra cara de la misma moneda son las prohibiciones comerciales que justificadas con motivos ideológicos y políticos distorsionan el mercado al desregularlo antes que reglamentarlo, acabando de amolar el desarrollo económico del país, de por sí marginal, al vulnerar la recaudación fiscal y poner en mayor riesgo la seguridad y salud pública. Recientemente dos prohibiciones comerciales se han consumado en México: la prohibición de vapeadores y la prohibición de golosinas para niños, adolescentes y universitarios, ambas medidas han demostrado su inoperancia en el mercado a la hora de buscar ponerlas en práctica.
Para colmo las campañas de desinformación animadas por noticias falsas (fake news), que promueven un boicot comercial a las marcas de productos americanos elaborados por manos de trabajadores mexicanos y que forman parte de nuestra economía, lo más que han logrado, y lo que resulta delicado de estas campañas, es afectar a los pequeños comerciantes y a sus familias al provocar caída de sus ventas y a los consumidores que ven afectado su reducido poder de compra.
“Estamos avanzando hacia una era oscurantista que amenaza con revertir los avances de cuatro décadas de globalización que han arrojado un saldo positivo para el desarrollo de la economía mundial, cadenas productivas entrelazadas entre países generadoras de mercancía de calidad asequibles involucrando mano de obra de un sinnúmero de territorios logrando con ello sacar de la pobreza a millones de seres humanos. Ahora de golpe y porrazo nos dicen que por ahí no es y que hay que regresar a esquemas de economías cerradas con ideologías nacionalistas, lo que significa un descarrilamiento de la marcha del mundo”, reflexionó Rivera.
La guerra arancelaria y las prohibiciones comerciales son dos caras de la misma moneda que conculcan al libre comercio y el libre albedrio de los consumidores, bloqueando con ello el desarrollo de nuestras economías.
Construir puentes, tumbar muros, llegar a acuerdos, contar con estándares sustentables y sostenibles, contener el calentamiento global, son pautas contemporáneas de la modernidad. La humanidad no debe dar un paso atrás ni cambiar su mirada del futuro.
#NoProteccionismo
#SíGlobalización